24 horas sin celular: esto le pasa a nuestro cerebro al desconectarnos

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En la era digital, estar conectados se ha vuelto la norma. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasa si apagas el celular por un día completo? Más allá de ser un reto personal, esta desconexión puede convertirse en un poderoso reinicio para el cerebro y las emociones.

Según expertos, pasar 24 horas sin el celular puede reducir significativamente el estrés, la ansiedad y mejorar la capacidad de concentración. No se trata solo de disciplina, sino de permitirle al cerebro un descanso real de la estimulación constante.

La psicóloga Francis Angélica Vilela Tragodara recomienda aprovechar fines de semana o feriados para hacerlo, momentos que naturalmente invitan al recogimiento y la conexión con los demás. Dejar el celular puede abrir espacio para el silencio, la introspección y las relaciones cara a cara.

Una desconexión transformadora

Para el psicólogo Juan José Soza, esta pausa digital puede ser “una oportunidad para reconectar con el propósito y restaurar el bienestar emocional”:

Dejar el celular por unas horas o un día completo puede ser una oportunidad para reconectar con el silencio, la espiritualidad y las relaciones humanas, fortaleciendo así el bienestar emocional y el sentido del propósito. Además, muchas personas ya se encuentran en contextos más tranquilos o naturales durante estos días, lo que facilita una desconexión que no solo es posible, sino potencialmente transformadora”, aseguró el docente y psicólogo de Continental Florida University.

El celular, advierten los especialistas, no es adictivo en sí mismo, sino por su imprevisibilidad. Las notificaciones inesperadas activan los mismos circuitos cerebrales que otras adicciones, creando una dependencia difícil de romper. Según la Universidad de California, esta sobreestimulación puede generar una “fatiga del sistema de recompensa”, haciéndonos necesitar cada vez más estímulos para sentir satisfacción.

Efectos reales en el cerebro

Desde la neurociencia, la médica ocupacional Marita Ramos explica que la exposición continua al celular afecta áreas clave del cerebro. La corteza prefrontal (relacionada con la atención y el autocontrol) puede debilitarse. El sistema límbico y la amígdala, que regulan las emociones, se mantienen en alerta. Incluso el hipocampo, clave para la memoria y el manejo del estrés, puede verse alterado.

En muchos casos, al dejar el celular, se experimentan síntomas similares a un síndrome de abstinencia: ansiedad, irritabilidad o aburrimiento. Esto se debe a la dependencia psicológica creada por la estimulación constante, según el doctor Luis Alfonso López, especialista en neurociencias.

Por su parte, Kia-Rai Prewitt, psicóloga de Cleveland Clinic, destacó que el síndrome Fomo (Fear of Missing Out o miedo a perderse algo) es una de las razones que contribuye significativamente a la dependencia a este dispositivo. Este miedo genera ansiedad al pensar que podríamos estar perdiéndonos información o eventos importantes.

El reinicio neurológico

Pero tras esas primeras horas, el cerebro comienza a adaptarse. Se regula el sistema nervioso, disminuye la ansiedad basal y mejoran funciones como la atención, la memoria y la introspección. Para Soza, esto es un verdadero “reinicio neurológico”.

Además, el bienestar emocional se fortalece. Al alejarnos de la sobrecarga de información, las comparaciones en redes sociales y las noticias negativas, muchas personas reportan sentirse más tranquilas y conectadas con su entorno.

Mejor sueño, mejor estado de ánimo

Otro beneficio clave es la mejora del sueño. Al reducir la exposición a la estimulación digital, el cerebro puede recuperar su equilibrio dopaminérgico, lo que ayuda a regular el estado de ánimo y disminuir la ansiedad, explica Kia-Rai Prewitt, psicóloga de Cleveland Clinic.

¿Cómo lograrlo?

La desconexión debe hacerse de forma gradual y consciente. Liliana Tuñoque, especialista en salud mental, señala que si al dejar el celular sentimos ansiedad, irritabilidad o dificultad para dormir, es una señal clara de que necesitamos una pausa.

Los expertos recomiendan algunas estrategias sencillas para comenzar:

  • Empezar con cortos períodos sin celular (15 minutos al día).

  • Dejar el celular en otra habitación durante comidas o reuniones.

  • Establecer zonas sin pantallas, como el dormitorio.

  • Activar el modo “No molestar” o “modo avión”.

  • Usar apps que limiten el tiempo en redes sociales.

  • Reemplazar el tiempo de pantalla por actividades significativas: leer, cocinar, caminar o conversar.

El celular no es el enemigo, pero sí puede dominar nuestra atención si no ponemos límites. Apostar por una “higiene digital” saludable nos permite pasar de un uso impulsivo a uno deliberado, que cuide nuestro bienestar mental y emocional.

Editado por LaFamilia.info con información de ElTiempo

Lafamilia.info –
enero 18, 2024
Algunos son ordenados por naturaleza, mientras que para otros ésa es su batalla diaria. Detrás del desorden se esconden algunas causas.

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