La vida humana se compone de un conjunto de relaciones interpersonales. La calidad de estas interacciones produce una convivencia enriquecedora y condiciona en buena parte la propia felicidad. A continuación, para ahondar en el tema, se comentan algunos tópicos de siempre.
Aquel con quien hablas tiene algo que aportar a tu vida si le escuchas. Escuchar es el proceso de captar el mensaje que una persona quiere trasmitir a través del lenguaje. Escuchar es captar significados más que oír palabras. Puede ocurrir que lo que dice alguien esté mal expresado, pero quizá contenga algo profundo y con rico contenido. Dejar de escucha es un desperdicio de riqueza. Cualquier opinión puede tener un mensaje que nos enriquezca, una verdad que no conocíamos. Esta actitud lleva implícito el hecho de valorar a todas las personas sin juzgarlos de antemano.
Da ejemplo de vida y desea lo mejor para todos, pero no te empeñes en cambiarle la vida a los demás. Se puede caer en el error de querer hacer el bien de alguien mediante la insistencia, haciendo presión o dando una lección no pedida, lo que suele ser contraproducente en cualquiera de los casos. Se necesita más testimonios de vida que discursos. Una persona es motivada e inspirada por otra cuando aprecia en esta un interés genuino, cuando percibe que se quiere mejor para ella.
Con afecto y ternura se influye realmente en los demás. La buena intención de querer algo bueno para otra persona no es suficiente para ser una ayuda real. Es necesario aprender a hacer el bien, a ayudar a alguien. Si a la fuerza no se logra mejorar a nadie pues sin libertad real no existe el mejoramiento humano, se logra mucho, en cambio, con afecto y ternura. Un trato confiado y alegre, junto con la manifestación de que se confía en la otra persona ejerce una fuerte influencia tanto en la familia, como en la educación y el liderazgo por mencionar algunas áreas de la convivencia humana.
Cuando veas un defecto en alguien examina cómo es tu conducta en ese aspecto, e intenta corregirlo. ´No vemos las cosas como son, sino como somos´, nos enseña la sabiduría universal. Por eso cuando vemos un defecto en otra persona, es frecuente que estemos reflejando algo que existe en nuestra vida. La propia realidad se constituye en gafas con las que vemos la realidad. Ser conscientes de este hecho debe llevar al ser humano a no juzgar a la ligera para no construir prejuicios -juicios previos-, sobre las personas, sino más bien detenerse a hacer un proceso de introspección para identificar como vive uno mismo esa conducta en cuestión. Probablemente, si se produce un cambio en uno se ve al otro de forma distinta.
Decide hacer cosas que aporten algo a alguien, haz el bien. O se es parte de la solución, o se es parte del problema´, se ha puesto de modo afirmar. Criticar y destruir es fácil. Permanecer indiferentes ante deficiencias de personas o de la sociedad es más frecuente aún. Son pocas las personas que se involucran y aportan alguna solución. Este tipo de actitudes y comportamientos, además de no contribuir en nada, deja a la persona estancada ante su propio crecimiento. Por el contrario, cuando alguien elige la opción de formar parte de la solución de algún problema, por pequeña que parezca, está contribuyendo a mejorar el mundo. Además, hacer el bien, es el camino directo a la felicidad.
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Regino Navarro Ribera
Fundador y Director de LaFamilia.info. Español de nacimiento pero colombiano de adopción. Coach profesional, especialista en Ciencias del Comportamiento, estudios en Orientación y Consejería, profesor, conferencista y autor de varios libros.
