En muchos hogares, llega el momento en que los padres se preguntan: ¿Deberíamos darle un celular a nuestro hijo? La respuesta no siempre es sencilla. Un celular puede ser una herramienta útil, pero también abre la puerta a un mundo lleno de riesgos, distracciones y contenidos que los niños no están preparados para manejar.
Nuevas recomendaciones de la AEP
Antes de entrar en materia, es importante recordar las más recientes recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que en diciembre de 2024 actualizó sus pautas sobre el uso de pantallas en la infancia y la adolescencia, ampliando la franja de edad en la que se recomienda evitar la exposición digital.
Estas son sus principales sugerencias:
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De 0 a 6 años: evitar completamente el uso de pantallas, ya que no existe evidencia de que haya un tiempo seguro de exposición. Como única excepción, se permite su uso bajo supervisión adulta para el contacto social con un propósito concreto, como escuchar un cuento o una canción.
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De 7 a 12 años: limitar el uso de pantallas a menos de una hora diaria, incluyendo el tiempo dedicado a tareas escolares. Se recomienda priorizar actividades protectoras como el deporte, el contacto con la naturaleza y la socialización cara a cara.
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De 13 a 16 años: restringir el uso de pantallas a un máximo de dos horas diarias, incluyendo deberes escolares. Además, se aconseja el uso de herramientas de control parental y optar por teléfonos sin acceso a internet. En el siguiente enlace puedes conocer en detalle el informe de la AEP: Impacto de las pantallas en la preadolescencia y adolescencia
Estas pautas nos recuerdan que no se trata solo de cuándo entregar un teléfono, sino de cómo acompañar a los hijos en su uso. Y aunque cada niño es diferente, hay señales claras que indican que aún no están listos para tener un smartphone.
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4 señales de que tu hijo no está preparado para un smartphone
Bobby Cooley, colaborador del portal allprodad.com, expone las siguientes recomendaciones que pueden ayudarte a pensar antes de tomar la decisión.

1. Tu hijo tiene una personalidad adictiva
“Cuando compramos una consola Nintendo Switch, fue como si el resto del mundo dejara de existir para mi hijo. Nos dimos cuenta rápidamente de que necesitábamos poner límites claros al tiempo de juego” cuenta el autor.
Muchos niños muestran este tipo de comportamiento con la tecnología: pierden la noción del tiempo y se aíslan. Si ya ocurre con otros dispositivos, un teléfono inteligente solo intensificará el problema. Si aun así decides darle uno, establece límites desde el primer día.
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2. Tu hijo no es responsable con las cosas que ya tiene
“Hace unas Navidades, les regalamos a los niños unos Kindles de Amazon baratos. A los pocos días, mi hija perdió el suyo, y no fue hasta hace unas semanas que lo encontramos en el toallero del baño infantil” cuenta Bobby.
Si tus hijos no son responsables con las cosas que ya tienen, puedes asumir que tampoco lo serán con un smartphone. Si decides regalarles uno , asegúrate de establecer reglas básicas sobre qué sucede si el teléfono se pierde, se usa incorrectamente o se daña.
3. En realidad, no lo necesita
“Sinceramente, mi hijo no necesita uno. Tenemos otras formas de comunicarnos con él cuando está en casa y nosotros no… La única razón por la que quiere un teléfono es porque sus amigos ya tienen uno. En casa hemos decidido no guiarnos por el “todos lo hacen”, sino por lo que es mejor para nuestra familia. Si tú decides dárselo, establece claramente cómo, cuándo y dónde podrá usarlo”.
Y es que, en realidad, los niños y adolescentes no necesitan un celular con acceso a internet. Numerosos estudios coinciden en que los smartphones pueden interferir con el aprendizaje, la concentración y el bienestar emocional de los chicos. Si quieres ampliar este punto, te recomendamos leer 👉 4 razones por las cuales un celular es lo último que necesitan tus hijos
4. No está preparado para lo que puede encontrar
“Una tarde, mientras veíamos televisión, apareció el tráiler de una película con una escena inapropiada (un tipo desnudo). Bastó ese momento para que mi hija se sintiera confundida. Imagina ahora el tipo de contenido al que puede acceder con un teléfono propio”, comenta el autor.
Internet está lleno de información —y también de contenidos nocivos— que pueden afectar a los chicos. No hay más que leer artículos como este: “Con 11 y 12 años ven ya pornografía en su propio smartphone: «El porno no se busca, se encuentra»”, para comprender que un teléfono con acceso libre a internet abre la puerta a un mundo peligroso y hostil para su edad.
Por eso, aunque no podemos protegerlos de todo, sí podemos evaluar su nivel de madurez y su modo de gestionar las adversidades. Asegúrate de que tu hijo sepa qué hacer si se encuentra con un contenido inapropiado y, sobre todo, que entienda que puede acudir a ti sin miedo.
5. Tu hijo no acepta los límites que le pones
Por último, desde LaFamilia.info añadimos otra señal que puede indicar que tu hijo aún no está preparado para tener un celular. Si reacciona con enojo, frustración, insistencia o chantaje emocional cuando le dices “no”, o cuando limitas el tiempo de pantallas, por ejemplo, es momento de prestar atención.
Antes de pensar en darle un teléfono, conviene fortalecer su capacidad para aceptar límites y manejar la frustración. De lo contrario, el dispositivo puede convertirse fácilmente en motivo de conflicto o en un espacio sin control si aún no ha aprendido a autorregularse.
En conclusión
Darles un celular a los hijos no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Más allá de la edad, lo esencial es valorar su madurez, responsabilidad y capacidad para aceptar los límites de uso. Las recomendaciones de la AEP son una guía valiosa, pero cada familia debe decidir con calma, poniendo siempre por delante el bienestar y desarrollo emocional de sus hijos.
Redacción LaFamilia.info