Con la llegada de junio comienza el reto de cada año: llenar las largas vacaciones de verano con actividades que no solo entretengan a nuestros hijos, sino que también los enriquezcan. Además de los campamentos, los días con los abuelos o los planes familiares, el verano puede ser una excelente oportunidad para fomentar la lectura y el aprendizaje en nuestros hijos… si sabemos cómo aprovecharlo. En LaFamilia.info te damos algunas ideas para promover la lectura y la cultura en estas vacaciones.
Actividades para que tus hijos lean y aprendan en vacaciones
1. Actividades educativas para el verano
Ya sea que pasemos las vacaciones en casa o viajemos, podemos planear visitas culturales significativas: museos, castillos, yacimientos arqueológicos, iglesias… Lo importante no es solo ir, sino cómo se vive la experiencia.
La clave está en prepararnos con antelación: leer, escuchar podcasts o ver videos sobre el lugar a visitar para luego explicarles a nuestros hijos lo que verán, adaptando el relato a su edad e intereses. Si vamos en grupo con otras familias, incluso se puede dividir por edades y hacer la visita más personalizada.
Crear expectativas, contar una historia antes de llegar al lugar y asignarles un rol activo puede marcar la diferencia. Por ejemplo:
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Un niño comunicativo puede grabar un video estilo youtuber contando lo que aprendió.
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Otro puede escribir una breve crónica como si fuera un periodista.
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O incluso redactar un “capítulo” para un libro familiar.
Narrar lo que se ha vivido es una forma poderosa de consolidar el aprendizaje. Y si lo que ven les impresiona y se les presenta con emoción, será más fácil que esa experiencia se quede grabada.
2. Fomentar la lectura en vacaciones
Fomentar la lectura en verano no es imposible, pero requiere intención. La lectura es una actividad individual, pero el ejemplo familiar pesa mucho. Padres y hermanos mayores lectores siembran una semilla poderosa.
Algunos consejos para lograrlo:
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Ambiente: Crear un rincón de lectura acogedor en casa. Establecer momentos diarios para leer, en silencio, con pantallas apagadas.
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Selección de libros: Tener referencias confiables, consultar webs de literatura, revistas especializadas o bibliotecas para encontrar libros adecuados por edad e intereses. La lectura no se improvisa.
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Visitas inspiradoras: Ir juntos a librerías con buenas presentaciones o a bibliotecas atractivas genera el deseo de leer. La exposición a libros variados, con portadas llamativas y autores sugerentes, en un espacio acogedor, despierta lo que podríamos llamar la “concupiscencia lectora”.
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En resumen
El verano puede ser mucho más que diversión: puede convertirse en un tiempo de crecimiento y aprendizaje en familia. Solo hace falta planificación, actitud y creatividad. Leer juntos, explorar la historia y la cultura, y vivir experiencias que emocionen… eso es educar disfrutando.
Redacción de LaFamilia.info con información de omnesmag.com
