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Elaborar un presupuesto familiar es una de las medidas más útiles para manejar y optimizar nuestra economía familiar. Un presupuesto previamente establecido y estudiado nunca nos dará sorpresas.
No basta con saber cuáles son nuestros ingresos, debemos estudiar a conciencia cuáles son nuestros gastos previstos inevitables así como el resto de gastos que conformarán y definirán el resultado de nuestra economía.
Ante la elaboración del presupuesto es importante llegar al máximo nivel de detalle de aquellos gastos que sabemos que inevitablemente tendremos. Nos sorprenderemos cuando veamos la suma de lo que consideramos pequeños gastos aislados.
Pero nunca es posible llegar a prever todos los gastos y por ello es indispensable que siempre asignemos una partida de ‘Imprevistos’. Esta partida nos permitirá un doble beneficio: por una parte nos cubrirá aquellos gastos no previstos (reparación del auto, por ejemplo) y por otra nos permitirá, en algunos casos, establecer un ahorro derivado de no haber consumido todo el dinero asignado a imprevistos. Es decir, en el peor de los casos podríamos confeccionar un presupuesto en el que el total de ingresos menos el total de gastos, incluidos los imprevistos, sean cero.
Evite sorpresas, ajuste el presupuesto
En casos donde la economía esté mas saneada, podríamos incluir una partida de ahorro.
Pero no siempre se cumplen las previsiones de un presupuesto (subidas inesperadas de los alimentos, etc.). Siempre hay factores inesperados que nos cambian lo previsto. Es por este motivo que, una vez establecido el presupuesto, debemos ir entrando en el mismo los datos reales de ingresos y de gastos. De esta manera podremos ir reajustando el presupuesto previamente establecido para evitar sorpresas y cumplir nuestro objetivo de ahorrar o como mínimo de no tener descubiertos.
Colaboración Juan Vives (www.stuney.net) para LaFamilia.info