LaFamilia.info
02.06.2010
Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor”
Autor Regino Navarro Ribera.
Ediciones San Pablo. Bogotá, 2005.
- Mandar es una forma de servir a los demás.
- La autoridad que se ejerce sin escuchar a los demás, está cercana al autoritarismo. Además existen bastantes probabilidades de que se equivocarse.
- No se reconoce la autoridad de una persona que no se controla a si mismo.
- Se podría hacer esta distinción: El poder es la capacidad legal de mandar. La autoridad es la capacidad moral de mandar. El poder lo otorgan, la autoridad se gana.
- Sin autoridad cualquier grupo humano se siente desvalido y sin rumbo. Se necesita sentir la autoridad.
- Firmeza en el contenido y delicadeza en la forma. En este equilibrio radica el mando efectivo.
- Quien está al mando nunca debe olvidar que sus colaboradores son seres humanos que tiene preocupaciones, problemas y sentimientos.
- La autoridad se debe ejercer sin arrogancia, pero con firmeza. La falta de autoridad es tan perjudicial como el exceso de la misma.
- Cuando por timidez, indecisión o miedo de molestar, se aplaza una decisión, surge la amargura y sus consecuencias son negativas para todos.
- Entre el autoritarismo y el “dejar hacer”, se encuentra la verdadera autoridad, como una cima entre dos valles.