Algunas veces la información que se les da a los hijos sobre su sexualidad es tan objetiva y neutra, que omite todo criterio moral sobre este tema.
Como consecuencia, el muchacho tiene en sus manos una cantidad de información y una libertad para opinar, que puede utilizarla de forma equivocada.
Antes de abordar temas de sexo con su hijo, es preciso que él conozca su cuerpo y los cambios que acompañan a la pubertad antes de que ésta le suceda. Así sabrá cómo reaccionar ante ellos. Hable con él de los siguientes aspectos:
Cambios físicos
Los cambios físicos comienzan entre los 9 y 15 años de edad y consisten en:
- – Comienza a crecer la barba, el vello en las axilas, en la región genital y en resto del cuerpo. Aumenta la laringe de tamaño, las cuerdas vocales se alargan y cambia la voz.
- – Los brazos y las piernas se hacen musculosos.
- – Se desarrollan los órganos genitales.
- – Se producen por primera vez los espermatozoides capaces de fecundar.
– Aparece el primer derrame (polución) de forma natural durante la noche, acompañada de sueños eróticos y sensación de placer.
Usted como padre tenga en cuenta algunas cuestiones psicológicas:
- – La pubertad y la adolescencia son etapas difíciles y conflictivas. Su hijo puede presentar una depresión afectiva producida por la despedida del mundo infantil y los nuevos impulsos sexuales.
- – Los conflictos que se presentan en esta etapa se deben a que el impulso sexual irrumpe en la vida de sus hijos cuando aún no ha llegado a su madurez psíquica y personal.
- – Comienza la curiosidad de saber cómo son las niñas y pueden mostrar interés en una en particular. En este momento es importante mencionarle a su hijo que el verdadero amor y lo que sienta por una niña determinada son diferentes, aunque tal vez con el tiempo estos sentimientos pueden madurar y convertirse en amor.
- – Es importante que los niños sepan que el hombre se excita sexualmente con más facilidad que la mujer y no es igual la respuesta a estímulos sexuales de hombres y mujeres.
- – Los hombres reaccionan más a estímulos visuales y poseen una fantasía viva en este terreno.
Desarrollo espiritual
Actualmente los medios de comunicación y la sociedad en general empujan a los jóvenes a iniciar su vida sexual activa a una edad cada vez más temprana.
Por esto es igualmente importante educar en la castidad a nuestros hijos. La castidad es una actitud interior que va más allá de no tener relaciones sexuales. Es la pureza de corazón, alma y cuerpo. Es aquella capacidad de vivir nuestra sexualidad en beneficio de los demás.
Hoy en día, en vez de educar hacia un amor auténtico y fomentar la continencia antes del matrimonio, se ofrecen métodos de «protección». En vez de enseñar que la castidad no es una postura anticuada, sino que es un camino espléndido para poner a prueba el amor, se les engaña con campañas de preservativos. No cabe duda que en nuestros días es más fácil vender preservativos que educar para el amor.
¿Por qué hablar de sexualidad con los hijos?
- Según la encuesta realizada por el IMJUVE (Instituto Mexicano de la Juventud) sólo el 4% de los jóvenes acude a sus padres para obtener información en cuestiones de sexualidad.
- Cuando no toca el tema de sexualidad directamente con su hijo, con el silencio se le está informando que es un asunto extremadamente serio y complicado del que no se puede hablar. Pero, por el contrario precisamente por ser tan trascendental en la persona debe tratarse con claridad, madurez y honestidad.
- El conocimiento de las funciones sexuales ayuda a su hijo a ser responsable, a respetar su cuerpo y a tener una adecuada relación con el otro sexo.
- Su hijo por primera vez se ve expuesto a la sexualidad, al alcohol, al tabaco y a las drogas, entre otras tentaciones, por eso es importante que reciban su orientación.
- La mejor manera de educar a su hijo sobre la sexualidad humanan es la que está basada en la familia.
Tips para hablar de sexualidad con los hijos
- – Para mejorar las líneas de comunicación con su hijo, puede comenzar hablando de otros temas que favorezcan la comunicación dentro de la familia.
- Es indispensable que haya confianza de ambos lados, tanto de usted para su hijo como la de su hijo para usted.
- – Pasar el mayor tiempo posible con sus hijos.
- – En las familias donde hay apertura y discusión del tema sexual, en especial madre-hija ó padre-hijo los chicos retrasan el tiempo para tener relaciones sexuales.
- Hable personalmente con su hijo. Recuerde que cada uno es diferente.
- – Déle consejos directos y veraces, explicando las consecuencias de los actos. No solamente se trata de asustar a su hijo sino de que aprenda a tomar decisiones que pueden definir su futuro.
Fuente: ALMAS (Asociación de Laicos por la madurez Afectiva y Sexual, A.C.)