Los celos no son simples reclamos, cuestionamientos, dudas sobre la pareja; los celos son sólo la punta de un enorme iceberg. Detrás de los celos, se encuentran profundos problemas arraigados a la persona que los padece.
Los celos son un sentimiento de temor a perder a la persona amada. Se dice que en pequeñas dosis y de forma controlada, son muestras de afecto que pueden ayudar a mantener vivo el amor. El problema surge cuando los celos se convierten en un sentimiento enfermizo, permanente e intenso que surge sin tener causas justificadas, provocando crisis en la relación.
La raíz del problema
Comúnmente la persona celosa afirma que el problema está en el otro, pero en realidad es todo lo contrario. Existen varias razones que explican el surgimiento de los celos:
Inseguridad: el hombre o la mujer celoso(a), sufre una inmensa inseguridad de lo que ella es y de lo que posee. En algunos casos puede deberse a situaciones difíciles del pasado o modelos de educación, que han dejado una marca en su forma de ser. Comúnmente este tipo de personas, no sólo son inseguros en su relación amorosa, también lo son en los diferentes espacios donde se desarrolla. Además, suelen ser temerosos y demorados para la toma de decisiones.
Baja autoestima: por lo general el típico celoso siente que no es lo suficiente atractivo, inteligente, extrovertido, etc. para satisfacer a su pareja. Se sienten “menos” y por eso creen que su pareja está buscando en otras personas lo que ella no es. Si uno se ama a sí mismo, la comparación con los otros disminuye y cuando la competencia no existe, se es menos vulnerable a sentir celos.
¿Amor o apego?: es completamente falso la creencia que afirma que entre más celos más se ama. Una relación asfixiante, donde la libertad es cohesionada y continuamente hay reclamos sin motivos reales, se le denomina apego. Por el contrario, el amor es libre y busca la felicidad del otro.
Egoísmo y necesidad de llamar la atención: pensar que somos la única persona en el mundo, que merecemos toda la atención de nuestra pareja, es una muestra de egoísmo. El perfil psicológico de la persona celosa, se caracteriza por querer ser el centro de atención, captar el interés de los demás, debido a que constantemente necesitan sentir estimación y por ello demandan aprobación.
Sentir poder sobre el otro: así como explica Rebeca Reynaud en su artículo: “Ninguna persona `pertenece´ como si fuera un objeto. Los hijos no son `propiedad´ de los padres; los esposos no son propiedad uno del otro, pero se pertenecen de un modo mucho más profundo. Los seres humanos no se pertenecen como una posesión, como una cosa, sino en la responsabilidad. Se pertenecen porque aceptan la libertad del otro y se sostienen el uno al otro en el conocerse y amarse”.
Cómo liberarse de los celos
Lo primero que hay que hacer es intentar apartar los pensamientos obsesivos. Los celosos dan muchas vueltas a la imaginación, y puede llegar a convencerse de que lo que pasa en su mente es verdad. Piense que de seguir así puede enfermarse. Así que debe seguir tres pasos principales:
- – Aceptar que lo que está sintiendo.
- – Pedir ayuda.
- – Reforzar la autoestima.
Señales de alarma
- – Necesita controlar todos los movimientos de su pareja.
- – Piensa que su cónyuge lo considera ingenuo(a) y que lo puede engañar.
- – No le gusta que su pareja salga sola o con amigos.
- – No le gusta que su pareja lleve cierto tipo de ropa sensual.
- – Arma una escena de celos sin motivos.
- – Desconfía de lo que su pareja le dice.
Reflexiones para una persona celosa
- – Piense que su pareja está con usted porque lo quiere como eres.
- – Si usted tiene amistades, ¿no es lógico que su pareja también las tenga?
- – Cuando le asalten las dudas, cálmese y luego hable sobre ellas.
- – No se puede desconfiar de alguien que confía en usted.
- – Su pareja es libre de estar a su lado y lo ha escogido a usted.
- – Su pareja es una persona y no una propiedad.
Fuentes: hacerfamilia.cl, netdoctor.es, almas.com.mx, catholic.net, pulevasalud.com, vivirenpareja.cl