Hasta hace muy poco se entendía que parte de la unión entre dos personas pasaba por dejar una parte de su legado en el mundo, los hijos. Sin embargo, los tiempos están cambiando y hoy por hoy son muchas las mujeres que deciden envejecer ajenas a las responsabilidades maternas: sin hijos por elección.
Al respecto hay muchas preguntas sobre el tapete:
- ¿Las mujeres y hombres que elijen no tener hijos son egoístas e incompletos o responsables y maduros?
- ¿El movimiento actual de “Extinción voluntaria de la población” tiene futuro?
- ¿Qué repercusión tendrá el descenso continuo de la natalidad desde el punto de vista económico?
- ¿Hay estudios serios sobre correlación entre felicidad y maternidad/paternidad?
El movimiento social “sin hijos por elección”, o decir no a lo tradicional, surgió en la década de 1970 con gran fuerza especialmente en Estados Unidos y Canadá. Las nuevas generaciones de mujeres nacidas en el baby boom y la llamada generación X, fueron de las primeras en presentar disidentes entre sus filas a la idea de convertirse en madres. Y es que estas mujeres fueron las primeras en ser testigos de la contradicción entre la tradición familiar que situaba a la mujer en el hogar, encargada de la crianza de los hijos y sin ningún aspecto de superación profesional, y el empoderamiento de las mujeres al acceder al mercado laboral.
Dairayma Méndez Colmenar en un artículo titulado La vida sin hijos: ¿cuáles son los pros y los contras?” , hace un análisis sobre esta situación. Muchas parejas viven sin hijos. Esto sucede debido a varias circunstancias, pero a menudo una pareja simplemente no puede dar a luz a un niño. Aquellos que no pueden aceptar esto, cambian de pareja con la esperanza de que todo salga bien con otra persona. Aquellos que dan por sentado que no tienen hijos continúan viviendo juntos. Pero, ¿es tan mala la vida sin hijos?
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Sin niños
Algunas personas piensan que la vida sin hijos es un movimiento algo egoísta. Después de todo, tan pronto como los jóvenes crecen y se casan, los familiares y la sociedad les exigen: ¡deben dar a luz! Pero los psicólogos dicen que la falta de voluntad de algunas personas para tener hijos es normal e incluso dividen a esas parejas en 2 grupos:
- Los que no les gustan los niños.
- Los que aman, pero no sienten malestar por su ausencia.
Pros de la falta de hijos
Si una pareja no puede tener un hijo, los expertos aconsejan no enojarse, sino evaluar todas las ventajas de tal situación:
En primer lugar, por supuesto, la independencia: No es ningún secreto que con el nacimiento de un hijo hay que renunciar a algunas alegrías y entretenimientos. Es difícil ir de vacaciones a algún lugar, porque con un bebé, las vacaciones se convierten en una supervisión constante de él y, como resultado, no hay descanso.
Finanzas: El dinero que podría haberse gastado en usted mismo ahora se está gastando en un niño. El conocido dicho sobre “niños pequeños” y “pequeños problemas” también se aplica a las finanzas. Al crecer, el niño pide cosas cada vez más caras para no ser peor que los demás: juguetes, ropa, teléfonos inteligentes.
Tranquilidad: Las preocupaciones constantes sobre una hija o un hijo acompañan a los padres. Qué duele, por qué te comunicaste con un extraño, por qué dejaste el patio, dónde pasaste la noche, quién es este tipo malo, y así toda tu vida.
Sin responsabilidad: Ser madre es una responsabilidad muy grande, si una mujer no está segura de poder manejarlo, es mejor no dar a luz.
Salud: Los médicos hablan mucho sobre los efectos positivos del embarazo en el cuerpo. Pero enseguida añaden que algunas enfermedades tras el parto pueden empeorar, tanto fisiológicas como psíquicas.
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Desventajas de vivir sin hijos
Quienes han conocido la alegría de la maternidad y la paternidad dicen que no pueden imaginar la vida sin su bebé. De hecho, en este caso, las personas se ven privadas de muchas cosas:
Ausencia de heredero: Todos quieren transmitir su experiencia, conocimiento, valores materiales, etc a las generaciones futuras. ¿Y a quién transferir si no hay niños? La humanidad está dirigida a la procreación. Si todos rechazan a los niños, ¿entonces qué?
Un niño es la persona más querida y cercana. Tu propio hijo es aún más valioso que un padre y una madre. Un niño es una persona que te va a querer mucho así, y no por algo, toda su vida.
El nacimiento de un bebé es una gran motivación para cuidar tu salud. Después de todo, ahora eres responsable no solo de ti mismo, sino también de una persona pequeña.
Ampliación del círculo de comunicación: Sin un bebé, es poco probable que conozca a otras madres en el patio de recreo, el jardín de infantes, la escuela, los médicos de la clínica, los maestros y muchas otras personas. Ampliar tu círculo social nunca estará de más. Un niño es una gran manera de hacer nuevos conocidos.
No hay sentido para la vida: A veces, solo su propio bebé hace que los padres sigan adelante, logren más, alcancen metas, superen dificultades. Es él quien es el sentido de su vida. Muchos comparten historias de que solo después del nacimiento de un bebé fueron a estudiar, comenzaron a ganar más, lograron algo, cambiaron sus vidas para mejor.
Sin hijos, nunca obtendrá la experiencia que conlleva tener un bebé. Y lo más importante, no existen esas emociones que experimenta una madre cuando le sale el primer diente, cuando el bebé comienza a hablar y caminar, cuando habla de su primer amor, etc
Sobre este tema también se pronuncia el Papa Francisco: «El nacimiento de niños, de hecho, es el principal indicador para medir la esperanza de un pueblo. Si nacen pocos significa que hay poca esperanza. Y esto no solo tiene repercusiones desde un impacto económico y social, sino que elimina la confianza en el futuro».
*Por LaFamilia.info