El Adviento es el tiempo de preparación para la Navidad, un periodo de esperanza, renovación interior y encuentro con Dios. Durante cuatro semanas, la Iglesia nos invita a encender una vela cada domingo, meditar la Palabra y cultivar un corazón dispuesto para recibir a Jesús.
Si buscas una guía sencilla, práctica y profunda para vivir este tiempo en familia o a nivel personal, ¡aquí la tienes!
1. ¿Qué es el Adviento y por qué es importante?
El Adviento marca el inicio del año litúrgico y comprende los cuatro domingos anteriores a la Navidad. Su nombre viene del latín ad-venire, que significa “venida”.
Es un tiempo para:
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Preparar el corazón para la llegada de Cristo.
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Avivar la esperanza en medio de la rutina y el cansancio.
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Reflexionar sobre la vida espiritual y renovar lo que se ha enfriado.
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Vivir la fe en familia, con gestos sencillos y significativos.
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Hacer la Corona de Adviento: es un símbolo de este tiempo y consta de cuatro velas (tres moradas y una rosada), cada domingo se enciende una nueva luz que simboliza el avance hacia la Navidad.
2. Cuatro domingos de Adviento
A continuación te damos una guía práctica para vivir cada domingo:
📅 Primer Domingo de Adviento
Tema: Vigilancia y esperanza
Lectura principal: Mateo 24, 37-44
Vela: Morada (la vela de la esperanza)
Este 2025, el primer domingo de Adviento es el 30 de noviembre. Este domingo invita a despertar. A dejar la rutina que adormece el alma y estar atentos a la presencia de Dios en la vida diaria.
La pregunta clave es: ¿qué necesito cambiar para recibir mejor al Señor?
Oración breve:
“Señor, despierta mi corazón. Hazme vigilante, atento a tu presencia y dispuesto a cambiar lo que me aleja de ti. Que esta primera luz renueve mi esperanza”.
📅 Segundo Domingo de Adviento
Tema: Conversión
Lectura principal: Mateo 3, 1-12 (Predicación de Juan el Bautista)
Vela: Morada (la vela de la conversión)
El Segundo Domingo de Adviento es el 7 de diciembre. La figura de Juan el Bautista nos llama a una conversión concreta. No solo sentir deseos de cambiar, sino actuar: reconciliarse, perdonar, ordenar la vida y sanar vínculos.
Oración breve:
“Señor, dame un corazón humilde y valiente para cambiar. Que esta luz me ayude a dejar todo lo que oscurece mi vida y la de quienes amo”.
📅 Tercer Domingo de Adviento – Gaudete
Tema: Alegría
Lectura principal: Mateo 11, 2-11
Vela: Rosada (la vela de la alegría)
El Tercer Domingo de Adviento es el 14 de diciembre y es llamado ‘Domingo de Gaudete’ (“alégrense”, en latín). Este domingo la Iglesia hace una pausa para recordarnos que la fe es alegría, incluso en medio de las dificultades. Es un buen momento para agradecer, sonreír más, buscar lo bueno y compartir esperanza.
Oración breve:
“Señor, llena mi vida de tu alegría. Que mi hogar sea un lugar de paz, gratitud y generosidad. Que esta vela rosada ilumine nuestras tristezas”.
📅 Cuarto Domingo de Adviento
Tema: Preparación interior
Lectura principal: Mateo 1, 18-24 (el sueño de San José)
Vela: Morada (la vela del amor y la cercanía final de Jesús)
El cuarto domingo de Adviento es el 21 de diciembre. En el Evangelio de este día, se narra el sueño de San José, en donde el ángel le pide que acepte su misión de esposo y de padre adoptivo.
Por tanto, José nos enseña a confiar incluso cuando no comprendemos del todo. Este domingo es para afinar el corazón, poner orden en la vida interior y disponernos a recibir a Jesús con serenidad.
Oración breve:
“Señor, dame la fe confiada de San José. Prepara mi corazón y mi hogar para recibir tu amor en esta Navidad”.
3. Cómo vivir el Adviento: ideas sencillas
Aquí tienes acciones sencillas que puedes aplicar en casa, en pareja o en familia.
✔ Encender la Corona de Adviento cada domingo: Ese pequeño ritual en familia crea un ambiente espiritual muy especial.
✔ Hacer una obra de caridad por semana:
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Llamar a alguien solo para saludar.
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Donar ropa o comida.
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Ayudar a un vecino mayor.
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Ser paciente con alguien difícil.
✔ Leer el Evangelio del domingo
Puedes hacerlo al encender la vela, con una breve oración personal.
✔ Reducir lo que te distrae
Menos ruido, menos pantallas, menos prisa. Un minuto de silencio al día ya es una forma de abrir espacio a Dios.
✔ Vivir el Adviento con los niños
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Hacer el pesebre navideño.
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Crear un árbol de buenas acciones.
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Preparar un rincón de oración sencillo.
✔ Practicar la gratitud
Anota cada día una cosa por la que agradeces. El Adviento enseña a mirar la vida con ojos más luminosos.
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Conclusión
La Navidad no empieza el 24 de diciembre: empieza en el corazón que se prepara desde ahora. El Adviento es una invitación a detenerse, escuchar, ordenar, agradecer y confiar. Es hacerle espacio a Dios en medio del ruido y de la prisa.
Que esta guía te acompañe en ese camino de luz. Que cada vela encendida te recuerde que no estás solo: Dios viene, Dios se acerca, Dios ilumina.
Por LaFamilia.info


