Hay un enemigo silencioso que avanza en nuestras aulas y hogares, apagando los sueños y la esperanza de toda una generación: el alcoholismo adolescente. Cada trago deja una herida que no cicatriza.
América Latina está entre las regiones del mundo con mayor consumo temprano de alcohol. En Colombia, el 69% de los adolescentes entre 12 y 18 años ha probado alcohol alguna vez, y en la mayoría de los casos lo hacen con adultos presentes. El consumo en casa, normalizado desde edades tempranas, se convierte en una peligrosa escuela silenciosa.
El alcohol afecta gravemente el cerebro en desarrollo, interfiere con la memoria, el juicio y el control de los impulsos. Iniciar el consumo antes de los 14 años multiplica por diez el riesgo de desarrollar dependencia en la adultez.
Este video, realizado por Daniel Tobón de LaFamilia.info, nos invita a reflexionar sobre la urgencia de actuar: hablar sin miedo, poner límites con amor y dar ejemplo con nuestro propio consumo. Porque la verdadera prevención no empieza en la escuela, sino en casa.
Una llamada a la acción
El consumo temprano de alcohol no es un juego: es una caída sin red. Cada año que retrasamos el primer trago reducimos significativamente el riesgo de adicción. Acompañar, escuchar y educar con el ejemplo puede marcar la diferencia entre una vida truncada y un futuro lleno de esperanza.
Por LaFamilia.info