
¿Por qué hoy nos sentimos más solos que nunca?
Vivimos conectados a todo y a todos, pero al mismo tiempo más solos que nunca. Caminamos entre multitudes sin mirarnos, cada uno inmerso en su propio mundo, con pantallas, auriculares y prisa. En un tiempo donde los mensajes son instantáneos y las redes sociales prometen cercanía, las conversaciones honestas escasean








