Título Original: Snow White. País de Origen: Estados Unidos. Director: Marc Webb. Duración: 109 min Género: Animación, Musical, Drama. Actores: Andrew Burnap, Ansu Kabia, Colin Michael Carmichael, Emilia Faucher, Gal Gadot, Lorena Andrea, Rachel Zegler. Clasificación: Todos. Estreno: Marzo 2025
Disney vuelve a la carga con un enésimo live action. Esta vez, el turno es para Blancanieves, ni más ni menos que la obra maestra de Walt Disney: el primer largometraje de animación de la historia del cine, ganador del único Oscar honorífico que iba acompañado de otras siete estatuillas –por los 7 enanitos–, y que marcó un antes y un después en el cine de animación. ¿Cómo afrontar el reto de reinterpretar un film tan icónico sin traicionar su esencia?
La historia es bien conocida por todo el mundo: un reino, una bella princesa, siete enanos, una bruja malvada, una manzana roja y brillante, un príncipe… No obstante, la compañía del ratón no ha intentado rehacer su propia película, sino que ha optado por una nueva adaptación del cuento original de los hermanos Grimm.
Desde antes de su estreno, la cinta se ha visto envuelta en polémicas, no solo por la conveniencia o no de esta película –que refuerza la sensación de agotamiento creativo en Hollywood–, sino, sobre todo, por las declaraciones de la actriz protagonista, Rachel Zegler, que hacían temer una Blancanieves woke. Sin embargo, el resultado final no es tan disruptivo como parecía.
La Blancanieves de 1937 era una joven dulce, buena y tranquila, cuya vida se veía marcada por circunstancias ajenas a su voluntad, hasta que el príncipe la rescata. En la versión que nos atañe, la protagonista mantiene su bondad, pero es una mujer mucho más decidida, que toma un papel muy activo en su destino. Y, como en la película del 37, su “príncipe azul” desempeña un papel importante.
Dicho esto, ¿qué aporta esta Blancanieves? Bastante y nada a la vez. Como musical, repite la canciones más conocidas de la versión animada y añade nuevas composiciones con el clásico sello Disney, logrando un resultado agradable para el espectador. Por otro lado, las actualizaciones del guion, aunque en ocasiones ralentizan el ritmo, aportan un aire fresco que, en general, se justifica dentro del relato.
Sin embargo, la versión de 1937 tenía una fuerza narrativa difícil de igualar. Entre otros motivos, porque el paso del cuento de hadas a la imagen real le resta parte de su magia y hace que ciertos elementos resulten menos creíbles y más edulcorados.
En definitiva, Disney consigue salvar bastante bien los papeles en esta nueva adaptación, que se sitúa más cerca de Dumbo que de La Sirenita. Rachel Zegler y Gal Gadot logran interpretaciones destacables, y el film ofrece un entretenimiento sólido, aunque sin la chispa inolvidable del original.
Por Jaume Figa i Vaello en Aceprensa
