El hogar es la materialización del espíritu de familia, y, al mismo tiempo, constructor de este. El título de este artículo, que recoge un pensamiento de san Josemaría Escrivá, expresa la propuesta que este santo hacía a todas las familias. Lo que aquí se indica no implica necesariamente un inmueble ideal ni unos recursos económicos especiales; por el contrario, el espíritu de familia supone ingenio y recursividad para sacar partido a lo que se tiene, sin quejas y lamentos por lo que no se tiene.
Un hogar luminoso y alegre no se da de modo espontáneo, es el resultado de un empeño colectivo que se hace posible porque todas las personas que lo habitan colaboran en su cuidado y atención, y en el cada uno se siente responsable de este logro. El aporte de cada integrante de la familia vendrá dado por sus capacidades y el tiempo disponible, aunque todos están dispuestos a desarrollar habilidades nuevas y a renunciar al tiempo personal para beneficiar al conjunto. El machismo no está presente pues mujeres y hombres asumen cualquiera de los roles del hogar.
El mobiliario, los adornos los colores, etc. reflejan armonía y gusto estético según el estilo familiar. La comodidad y la funcionalidad van de la mano. El cuidado de los detalles, que todos procuran vivir, es resultado de poseer capacidad de observación y sensibilidad para el orden, una habilidad que no debe ser patrimonio de alguien en particular.
El hogar debe facilitar el trabajo y las tareas de cada persona, por eso incorpora la tecnología posible en cada caso como parte de las ayudas para las tareas del hogar, el trabajo y el entretenimiento. Las tareas académicas de los más jóvenes forman parte importante de la vida familiar, por eso conviene que existan mobiliarios y equipos adecuados, además del silencio en momentos determinados.
Un hogar luminoso y alegre está diseñado para hacer posible el cuidado de las personas enfermas, limitadas o con discapacidad, si las hubiera, que son el centro del hogar. La zona de labores domésticas es un territorio privilegiado donde todos trabajan para todos. ´Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio´ es un consejo que ayuda tanto al orden como a la eficiencia pues facilita el uso y ahorra tiempo.
En el diseño del hogar se tiene en cuenta que existan espacios en los que toda la familia pueda compartir juntos, y, al mismo tiempo, que permita también la privacidad necesaria para cada persona. Es una manifestación de la unidad familiar y del respeto a las individualidades. Debe facilitar el descanso, el entretenimiento, la distracción, la cultura… sobre todo para actividades conjuntas.
Las condiciones necesarias para llevar una vida saludable y el cuidado del medio ambiente son dimensiones que no puede faltar. El empeño por una calidad de vida óptima pero posible, la elección y el manejo de los alimentos, reciclar, ahorrar agua, gas y electricidad con creatividad y disciplina son destrezas de las personas, pero también requieren de un equipamiento adecuado. Las mascotas requieren, además de cuidado y atención, elementos específicos para convivir armónicamente con las personas. Como en cualquier organización que posee una cultura de calidad, es bueno que exista un esquema para cuidar, prevenir y arreglar los daños normales del inmueble. La seguridad de las personas y del inmueble en general proporciona a la familia tranquilidad y serenidad.
La familia y el hogar son el uno para el otro, son elementos difíciles de separar. Lo intangible y lo material se integran armónicamente para hacer posible el crecimiento de las personas y el enriquecimiento de una familia unida. Las virtudes de las personas y un ´nido´ hecho a medida del ser humano hacen posible la felicidad de todos. Un hogar así, luminoso y alegre, es la antesala del cielo.
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Regino Navarro Ribera
Fundador y Director de LaFamilia.info. Español de nacimiento pero colombiano de adopción. Coach profesional, especialista en Ciencias del Comportamiento, estudios en Orientación y Consejería, profesor, conferencista y autor de varios libros.