Blogs LaFamilia.info - 21.05.2015
En los cuentos de princesas y de castillos encantados está la clave de la felicidad. Aunque muchas personas opinen lo contrario, sí existen los príncipes y las princesas. No aquellos seres perfectos, sin ningún defecto en la vida o situación por mejorar, sino, los que traen sueños e ilusiones a nuestra vida. Es verdad lo de las mariposas en el estómago, el soñar con los ojos abiertos, el volar por las nubes y el poder sentir que aquella persona que se ha conocido es el ser más maravilloso que ha existido, al que le conocemos como “la media naranja”.
Cabe resaltar que ese cuento mágico y maravilloso del cual no queremos despertar, seguirá latente si nos esforzamos por mantenerlo vivo, si luchamos día a día porque la llama del amor permanezca prendida a pesar de que a veces pierda un poco su intensidad por atravesar situaciones difíciles que son comunes cuando dos personas, hombre y mujer, se unen a través del amor puro y sincero.
Al sostener que este encuentro maravilloso -que se inicia desde el momento en que ambas personas se conocen, en que hay una química, ganas de continuar conociéndose, las palabras no se agotan, las miradas expresan amor verdadero y lo más importante, hay un complemento– es el inicio de una vida trascendente, en la que el uno es para el otro, y que la base de su relación es y será siempre la sinceridad y el respeto mutuo.
Una relación crece y se fortalece cuando se basa en valores, cuando se busca el bien del otro sin esperar recibir nada a cambio, es más que una alegría de hacer sentir feliz al ser amado. Sorprenderlo con una cena romántica, unas flores, unos chocolates; hacerle sentir que es especial, que es un ser único, al cual le debemos esa sonrisa que se dibuja en los labios cuando se acerca el momento del reencuentro.
También podríamos llamarlo la media manzana, la media luna, lo que nos guste asociar con esa persona que es nuestro complemento. Ambos nos hemos encontrado para lograr grandes cosas. Pensar que juntos podemos alcanzar la plenitud de los sueños, hasta compartir todos los espacios de nuestra vida, los anhelos e ilusiones, porque de ese encuentro no puede surgir menos que la idea de ser felices.
Pero esa felicidad tan anhelada se construye entre dos, no en un mundo de perfección, sino en la realidad de la vida cotidiana, entre problemas, afanes, largas horas de trabajo, el estrés y todo lo demás que pueda surgir dentro de lo natural.
Aceptarnos y aceptar sin pretender cambiar a nuestra pareja es uno de los elementos claves para construir una unión sólida. El amor es tan grande que amamos a pesar de las cosas que debemos mejorar porque somos seres perfectibles, que nos hacemos más personas en la medida en que trabajemos para escalar la propia mejora. Al hablar de aceptar me refiero a que pretendemos a veces cambiar absolutamente “todo” de nuestra pareja, su forma de hablar, de vestir, de opinar, etc. Y dejamos de lado su esencia, su forma de ser, de pensar y de sentir. No se trata de aceptar el irrespeto o las situaciones que vayan en contra de la dignidad de la persona, sino de tener tolerancia con opiniones, pensamientos y muchas veces, culturas y costumbres diferentes.
A veces nos dejamos llevar por los prototipos que se presentan a nuestro alrededor, en las telenovelas de moda, en las pasarelas, en las revistas de vanguardia, y en lo que vamos construyendo en el pensamiento propio. Somos tan exigentes con los demás y poco con nosotros mismos. Ejercemos tanta presión con lo que se presenta a nuestra alrededor y deseamos afanosamente demasiada perfección pero que es difícil encontrar porque el único perfecto es Dios.
Sí existe el amor verdadero, aquella persona que lo da todo por nosotros, se sacrifica y piensa en el bien de cada uno; que trabaja por un bienestar de la familia. Hay que reconocerlo y resaltarlo en ese ser querido que hace parte de nuestra realidad. Sólo así se construirá un castillo mágico cuya base será el respeto, el compromiso, la amistad y la unión para toda la vida.
Pero si este castillo se edifica sobre aspectos banales, no será perdurable, fácilmente se podrá derrumbar con todos los seres que allí se han ligado, en especial los hijos, que hacen parte fundamental del amor verdadero entre papá y mamá. Ellos sufren y se afectan significativamente ya que además de observar discusiones, desavenencias, indiferencias y muchas veces violencia, viven el conflicto tan hondamente que se sienten también afectados. Además, los roles de papá y mamá son la base y el ejemplo en la construcción de su propio cuento de príncipes y princesas, del amor, de la unión, del esfuerzo y del sacrificio. Qué ideas se formará cuando sea un adulto? Qué querrá para su vida en pareja? Qué imitará en sus relaciones interpersonales?
Cada cual vive su propia historia de amor. Es muy recomendable recordarla de vez en cuando. De seguro esa primera sensación que creímos perdida se asoma nuevamente a nuestra vida. Empezar a recopilar los aspectos positivos es muy valioso porque a veces al pasar de los años, se recuerdan solo las dificultades y los errores cometidos, más no los aciertos, y por ende, se abonan resentimientos, nostalgias, tristezas, que van carcomiendo nuestro interior y nos cohíbe de vivir con la plena convicción de alcanzar la felicidad.
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Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Blogs LaFamilia.info - 26.08.2014
A continuación encontrarás diez características de la mujer como pilar esencial en la conformación de la sociedad; con innumerables cualidades y fortalezas que la ayudan a alcanzar las metas propuestas y a dejar huella imborrable con sus acciones.
1. La mujer está llamada a construir la cultura de las buenas maneras, del buen trato, la amabilidad y la cordialidad porque su esencia está unida a la delicadeza y a la ternura.
2. Es bella, única e irrepetible; creada por Dios a su imagen y semejanza. Capaz de transmitir amor, amistad y simpatía a través de sus acciones.
3. Es inteligente, cuestionadora, analítica y reflexiva. Para tomar decisiones busca la mejor alternativa pensando siempre en el bien de sus seres más queridos.
4. Es apreciada por su compromiso con la vida, por su entrega desinteresada y apoyo incondicional en la adversidad.
5. Puede trascender con cada obra realizada pues es capaz de dar vida, de protegerla y de sacrificarse para que esa personita sea mejor cada día.
6. Está en la búsqueda permanente de la justicia, la lealtad y la verdad; brinda su mano amiga a quien lo necesita y tiene la fortaleza para afrontar las dificultades que se le presentan en la cotidianidad.
7. Es constante, perseverante y tiene la capacidad de lograr lo que se propone por su tenacidad y compromiso.
8. Se distingue por su amor por la vida, por su familia, la naturaleza, por todo lo que le rodea; y lo manifiesta por su gran sentido de responsabilidad social.
9. Su familia está en la cima de sus múltiples opciones; se sacrifica por ella al punto de ejercer la labor de estar en casa y de orientar a sus hijos, de mantener todo en orden para el bienestar de todos sus integrantes.
10. Es la manifestación propia de Dios porque “la mujer está llamada a llevar a la familia, a la sociedad civil, a la iglesia, algo característico, que le es propio y que sólo ella puede dar: su delicada ternura, su generosidad incansable, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición, su piedad profunda y sencilla, su tenacidad”. San Josemaría Escrivá de Balaguer
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Vivian Forero Besil
Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Blogs LaFamilia.info - 29.07.2013
Cuando era niña jugaba a ser mamá. Paseaba a mis muñecas, las bañaba, peinaba, les daba tetero, en fin, hacía un sin número de actividades que me brindaban alegría. Hoy en día, este ideal no se aleja de la realidad. Soy mamá y me da satisfacción poder brindarle a mi hijo esa protección que por instinto tenía guardada en lo más profundo del corazón.
La tarea de ser mamá se aprende día a día. Entre el éxito y el fracaso, se logran pequeñas metas: que nuestro bebé aprenda a sentarse, a gatear, a caminar, a correr, a saltar. Y cada peldaño que se avanza es una alegría inmensa, como es una angustia total, cuando las cosas no nos salen como esperamos.
Debemos combinar tantas tareas, además de las de formar, atender la casa (aunque también laboremos fuera de ella), porque una mujer no puede desligarse de estar alerta de los pequeños detalles de orden, limpieza y belleza del rinconcito donde se desarrolla su vida y la de los seres más queridos. “¡Es una cosa de primera importancia el trabajo en el hogar! Por lo demás, todos los trabajos pueden tener la misma calidad sobrenatural: no hay tareas grandes o pequeñas; todas son grandes, si se hacen por amor. Las que se tienen como tareas grandes se empequeñecen, cuando se pierde el sentido cristiano de la vida”. (San Josémaría Escrivá de Balaguer, Conversaciones, 109 ).
Ser mamá se hace, no se nace. A veces pretendemos planear absolutamente nuestras vidas, lo que vamos a estudiar, en qué momento casarnos, en qué instante tener los hijos y cuántos… Cuando en realidad, la felicidad no se planea, se alcanza a través de lo que hacemos cada día y de lo que logramos, sin ser tan cuadriculados en la acción. Con lo anterior no estoy sustentando que no debamos planear nuestra vida, sino que es importante dar pasos pausados buscando perfeccionarla diseñando un proyecto, para el cual se deben direccionar metas apuntando al desarrollo de cada dimensión de la persona humana.
No nacemos con una guía mágica para educar; eso se aprende a través de la paciencia, la formación de hábitos, la exigencia con amor, la cotidianidad, la calidad en el tiempo que dediquemos a nuestros hijos, en cada una de las etapas de su crecimiento, porque una madre nunca deja de serlo. Un hijo siempre necesitará escuchar su consejo sabio.
Dentro del PPV (Proyecto Personal de Vida) debemos alcanzar la máxima en lo cognitivo, social, afectivo, espiritual, corporal, axiológico, ético, estético, comunicativo; todo lo anterior en un contexto social, respetando a la persona en su singularidad, como única e irrepetible.
Cuando se busca a través del PPV la meta de formar una familia (dimensión afectiva), se deben involucran todas las demás dimensiones: entregarse a la pareja, respetarla, amarla (dimensiones ética y axiológica), siguiendo las enseñanzas de Jesucristo nuestro Señor (dimensión espiritual); manteniendo una sana alimentación y hábitos (dimensión corporal); conservando buenas amistades (dimensión social); valorando la belleza de la creación (dimensión estética); buscando el entendimiento a través del lenguaje (dimensión comunicativa). Todo ello enmarcado en el binomio perfecto del hombre y la mujer, que con su unión hacen que a través de los designios de Dios, sean papás.
Qué triste es cuando escuchamos a menudo a las parejas jóvenes que se casan que no desean tener hijos; que el tiempo propicio es cuando se cualifiquen, viajen por todo el mundo, compren apartamento, vehículo, etc. Qué tal que nuestros padres hubiesen pensado así, no existiríamos!
Somos un tanto egoístas al pretender manejar el mundo con nuestras manos, al tratar de limitar y/o obstaculizar que se dan las cosas por naturaleza. Actualmente se habla sin restricción alguna de la píldora para evitar e interrumpir el embarazo, del aborto, del abandono de los hijos, de temas que aparentan modernismo pero que en realidad van en contra de la ética, la moral y los valores de la persona.
Cómo una mujer puede enfrentarse a sí misma, a su conciencia, cuando decide no asumir su rol de mamá? Está negando su esencia, su naturaleza, su amor propio. Ser mamá es un milagro de Dios. Ver a esa personita, sentirla, acariciarla, abrazarla, llenarla de besos., decirle un te amo. Nada es incomparable con este camino maravilloso de la maternidad.
“¡Qué misterio tan grande el de la maternidad! Sólo una mujer es capaz de comprender lo que supone acoger en su seno a una nueva criatura, su hijo, fruto del amor conyugal. Sólo una madre sabe lo que significa gastarse y desgastarse por su hijo, sólo una madre puede comprender qué es dar a luz… Sólo la madre, posee ese sexto sentido por el cual se vincula a su hijo”. Beato Juan Pablo II , carta apostólica (Mulieris dignitatem), 1988.
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Vivian Forero Besil
Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Blogs LaFamilia.info - 08.05.2015
He escrito un poema para celebrar esta fecha especial. Espero lo disfruten y lo compartan con sus madres.
No hay palabras para hablar de ti mamá,
pero desde que decidiste traerme al mundo
soy el ser más agradecido y feliz.
Eres sin igual, me mimas, me cuidas,
haces que sea una personita de bien
porque soy para ti muy especial.
Tus consejos calan tan hondo en mi vida,
que a lo largo de mis años y a pesar de la distancia,
siempre están resonando como melodías
que guían mi camino a cada instante.
No hay palabras para hablar de ti mamá,
pero trataré de decir en estas cortas frases
cuán importante eres tú para mí
porque pudiese ser un barco a la deriva
si tú no existieras en mi vida.
Eres lo mejor que me ha podido suceder,
aprendo a amar lo que hago, a ser agradecido,
porque eres mi ejemplo a seguir,
la razón de crecer y perfeccionar mis acciones.
No hay palabras para hablar de ti mamá,
porque eres realidad, eres vida,
luz en las tinieblas y compañía en la soledad,
eres serenidad y paz interior,
contigo soy cada vez mejor.
Espero algún día, si Dios me da la fortuna de ser mamá,
Poder entregar todo de mí y también ser la mejor
como tú me has enseñado.
Gracias mamá por tu vida, por tus sueños,
por tus esperanzas, por tus triunfos,
Porque sé que tuviste que sacrificar mucho por mí.
¡Felicidades en tu mes!
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Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Blogs LaFamilia.info - 04.08.2014
Cada etapa recorrida ha sido un nuevo aprendizaje. Creo que ya estoy cursando el pregrado en educación de la primera infancia. A la fecha he presentado ya varios parciales de los cuales he debido realizar sustentaciones y recuperaciones. He tenido muy buenos tutores (mis papás, mi suegra, mi hermana y hermano, mis cuñadas, amigos, compañeros de trabajo) que ya han tenido la experiencia de educar, pero en algunos momentos sus teorías no han aplicado en mi caso.
Lo anterior me ha llevado a pensar que cada persona es diferente, única, especial e irrepetible. Que de acuerdo a su edad, cronológica y mental, a su contexto, formación en hábitos, y demás, tiene comportamientos distintos a los demás. Que no podemos generalizar ni ser radicales en las metas que deseamos alcanzar al educar. Además que debemos tener muy claro el género: masculino y femenino; que se hace indispensable conocer si nuestro hijo es único, el menor ó el mayor; con qué persona pasa la mayoría de su tiempo; si está ó no escolarizado y cuáles han sido los rasgos de autoridad en el hogar.
Todo lo anterior y muchos otros aspectos ayudarán a demarcar las características que nuestro hijo o hija presenta en el momento de verificar la calidad de la orientación y formación que estemos nosotros brindando como papás. Pero y cómo podemos llegar a verificar la calidad de nuestra labor? Una buena manera será a través de cada una de las respuestas dadas por nuestros hijos al obedecer, al decidir, al realizar una tarea, al alimentarse, al vestirse, al socializar, y otros factores que son visibles sólo en la práctica, en la cotidianidad.
Las primeras pataletas
Son preocupantes estas reacciones ante la negativa de los padres a las peticiones de los hijos. Sobre esto he debido leer y asesorarme bastante, pues todavía no han sido superadas.
Como primera medida es importante tener en cuenta en qué consiste una pataleta o berrinche. De acuerdo a la pediatra Olga Francisca Salazar Blanco, “los berrinches son una forma de protesta física de los niños, accesos de ira en los cuales se tiran al suelo, patalean y gritan. Generalmente están desencadenados por una frustración, al no poder hacer algo —como mantener en pie una torre de cubos—, no lograr algo —que le compren un juguete en el supermercado—, o por la contrariedad ante una orden que no es del agrado —no salir al parque—. Se ven favorecidas en algunos casos por el temperamento fuerte o agresivo, otras veces por límites muy severos en su crianza; además, el niño puede usarlas para saber cuándo un no significa realmente no o para probar y manipular a sus padres”. De allí que es indispensable que nosotros como padres de familia establezcamos normas claras desde pequeños y que podamos con amor, superar esta etapa normal, pero que es muy difícil de tolerar.
La autoridad se quiebra cuando hay límites muy severos o cuando pasamos a la permisividad para evitar que nuestros hijos formen una pataleta. A veces se presentan como reacción a situaciones que ya sabemos que se van a suscitar (ya predecibles) porque conocemos tanto las reacciones de los hijos que podríamos anticiparnos y estar preparados para que se minimicen o se anulen.
También dentro de la bibliografía consultada he podido verificar que como padres debemos aprender a manejar las reacciones negativas de los niños y niñas, sin desesperarnos, sin gritar o sin caer en la sobre protección. Hay muchos autores que aconsejan ignorar la pataleta (en mi caso no ha aplicado, pues mi hijo puede seguir llorando por horas); otros indican estar alertas para anticiparse a los signos que pueden ocasionar el berrinche para evitar que suceda, por ejemplo, si no se puede salir al parque, prever otro juego para distraerlo en algo también llamativo.
En muchas ocasiones las pataletas se hacen sentir como rebeldía a lo que en ese instante no se puede hacer u obtener. Por lo general, estas reacciones se presentan hasta los tres años aproximadamente. Según la Dra. Rosa Jové, “a partir de los dos años, entre los dos y los cuatro años, llega un momento en que los niños empiezan su independencia. Y esa independencia y ese razonamiento, la única manera que tiene el niño de probarlo es oponiéndose a lo que le dicen los padres. Es la manera que tiene de fraguar esa independencia. Entonces las pataletas son buenas, en este sentido, porque nos indican que nuestro hijo está empezando esa independencia. Los niños que no tienen pataletas suelen ser niños demasiado sumisos. Nadie quiere un hijo sumiso que de mayor no sepa pedir un aumento de sueldo, ni sepa pedir sus derechos, ni queremos una hija sumisa en su matrimonio de adulto. Eso empieza en esta más tierna infancia. El niño tiene una idea opuesta a la de su padre y mientras no entienda el porqué de lo que le dice su madre y su padre, él va a seguir manteniéndose con su idea”.
Pero, a pesar de conocer qué se debe hacer y cómo proceder ante estas situaciones, no resulta fácil realizarlo de la manera más asertiva. Por tanto, es necesario tener en cuenta que estamos educando niños y que nosotros los adultos somos los que damos los parámetros para guiar sus acciones.
Para ello es recomendable ante todo:
1. Conservar la calma. A pesar de lo difícil que esto pueda ser - pues entre el llanto y los gritos para el niño o niña conseguir lo que quiere, y sumado a lo anterior, el cansancio de los padres luego de una jornada laboral - es de admirar que el diálogo y la paciencia sean el as bajo la manga para ganar en esta tarea de educar, de perseverar para que resuelva los conflictos con asertividad desde los primeros años de vida.
2. Ayudar con incentivos la conducta apropiada. A veces nos fijamos en lo correctivo y dejamos de lado el incentivo cuando se realiza algo de manera correcta. Para ayudar a que se dejen de lado las pataletas, sería conveniente poder convencer con la sutileza más que con la violencia.
3. Comprender y tolerar. Advertir que el hijo está aprendiendo a tomar sus decisiones, que desea que se tenga en cuenta su opinión, que necesita la atención de sus padres, es una tarea necesaria. Lo anterior podría entenderse como manipulación por parte de ellos, pero en esta etapa es corriente que se presenten las pataletas. Y si, si se está llamando la atención de los padres. De pronto no se ha procedido de la mejor manera porque se impone la autoridad y muchas veces se deja de lado el poder de negociación.
4. Nunca tirar la toalla. Es normal errar en toda persona y en la tarea de educar fácilmente podemos caer en el ensayo y error. Por ello es conveniente poder tomar las riendas de la formación de los hijos, sin desistir, sin desfallecer. Ellos esperan de nosotros una mano que los ayude a levantar en los momentos difíciles, unos brazos cálidos que los abrace en la desesperanza y unas palabras alentadoras que los ayude a consolidar su proyecto de vida, desde pequeños. Papá y mamá son vitales en la formación de esa personita especial que Dios les ha entregado para gloria suya.
El control de esfínteres
Otra de las magnas tareas de los padres de familia es enseñar a sus hijos a controlar esfínteres, teniendo en cuenta que en la actualidad ha sido un poco delegada a los jardines infantiles o a la persona que los acompaña en casa mientras papá y mamá trabajan fuera de ella. Desde casa se aprende este hábito que da el indicio de que el hijo está creciendo y está aprendiendo a conocer su cuerpo, a manejar sus momentos de asistir al baño y de hacer sus necesidades. Es admirable cuando lo logran (fue uno de los hábitos que más alegría me ha dado) pues no es fácil para los niños, por ejemplo, dejar de jugar, para correr al baño.
Para muchos papás podría ser más fácil continuar con el uso del pañal hasta el momento en que sus hijos decidan no portarlo más; se evitarían horas de levantadas en la madrugada, lavado frecuente de las prendas, angustia en la búsqueda de un baño público, discusiones y regaños frecuentes. Pero es el adulto quien da las pautas en la formación de hábitos y debe acompañar a sus hijos en esta tarea.
Es más fácil retirar el pañal durante la jornada del día ya que se puede tener control frente a los tiempos de llevar al hijo al baño, con motivaciones, con felicitaciones cuando se logra utilizar este espacio para sus necesidades. Algunos padres de familia prefieren utilizar ayudas como vasenillas para bebés o aquellas bases que se colocan sobre los inodoros de adultos (mi hijo prefirió este último). Así mismo, unido a lo anterior en casa debe existir una butaca que les facilite alcanzar el lava manos para fortalecer el hábito de la higiene personal.
Cada vez que se alcanza la meta de dejar el pañal se debe ir fortaleciendo la auto estima del niño o de la niña porque es un logro que señala el nivel de auto control y de maduración. De acuerdo a la Dra. Francisca Montedonico, “el control de esfínter es uno de los grandes hitos en el desarrollo infantil. Es un proceso biológico, largamente determinado por la maduración neurológica del niño o niña, pero que también tiene implicancias emocionales y en el desarrollo psicológico.
El control que el niño/a adquiere sobre su propio cuerpo y sus funciones tiene relación con el control que tendrá en otros aspectos de su vida, con su sensación de logro, la percepción de sí mismo y la confianza en sus recursos personales. También-y en esto es importante el cómo los adultos manejen el proceso- con cuán respetado y validado se sienta el niño o niña”.
Cuando se van dando los ambientes para dejar de lado el uso de pañales, por ejemplo, si en la mañana al despertar el niño no lo ha mojado, se puede iniciar la consideración de que duerma sin estos, adecuando la cama con un protector para evitar que se moje el colchón cuando apenas se está aprendiendo a controlar esfínteres. Así mismo, el hecho de estar atentos en qué momento el niño o niña tiene la necesidad de ir al baño, por ejemplo, 10 o 15 minutos luego de comer, es un buen momento para ensayarlo. A veces les puede ocasionar temor, llanto, enfado, negación, el hecho de ir al baño y por ello los padres deben ser muy creativos. Cantar y contar historias son buenas estrategias para incentivarlos y lograr la meta propuesta.
La mejor experiencia
Sin lugar a dudas, ser mamá ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida pues no pensé realmente que se pudiera trascender tanto a través de un hijo. Una cosa son las teorías, lo que leemos, lo que creemos, y otra muy diferente la realidad. A veces es muy fácil dar consejos (me pasó muchas veces) y muy difícil tratar de conseguir lo que buscamos. Se vive con energía, con pasión y con convicción el rol de ser mamá. Se siente uno viva, necesaria, útil, querida y es maravilloso poder captar en esa personita, en el hijo, la ternura y la bondad de la creación divina. Tanta perfección! Es asombroso.
Les quiero compartir unos versos que escribí esperando que nuestro bebé llegara al hogar:
Desde antes de conocerte, ya te amaba.
No puedo dejar de pensar:
cómo serán tus ojitos, tu mirada!
no puedo dejar de soñar:
cómo será tu voz, tus manos, tus pies.
Desde antes de conocerte, ya te esperaba.
No puedo dejar de sentirte entre mis brazos,
oler el perfume de tu piel, acariciar tus mejillas sonrojadas,
porque desde antes de conocerte, ya te anhelaba.
Nacerás en un hogar lleno de amor para ti,
en donde papá y mamá serán tu soporte
en los momentos alegres y en los difíciles.
Estarás rodeado de ilusiones y esperanzas,
de alegría y de personas que te recibirán
como el ser más importante en sus vidas.
Desde antes de conocerte, ya me hacías feliz,
Y soñaba contigo.
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Vivian Forero Besil
Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Por Juan Camilo Díaz / Blogs LaFamilia.info – 13.02.2017
¿Tiene pensado realizar sexting? Antes de hacerlo es mejor que tenga en cuenta estas razones para no hacerlo.
Blogs LaFamilia.info - 24.02.2014
Cada día merece un análisis concienzudo y minucioso en el que tengas en cuenta las fortalezas y las oportunidades de mejora, para que puedas tomar las riendas de tu vida y dirigirte hacia la búsqueda constante de la perfección. El ser humano es perfectible ya que es capaz de reconsiderar sus diversas posibilidades, pensar antes de actuar, reivindicarse ante situaciones no apropiadas, reconsiderar su proceder, pedir perdón y volver a empezar.
A continuación encontrarás siete reflexiones (para cada día de la semana) en las cuales se invita a hacer oración constante a ese ser maravilloso, creador de todas las cosas, como señal de agradecimiento por todas sus bondades y súplica porque derrame bendiciones sobre cada acción realizada, sobre la familia y el trabajo diario. Sólo Dios da fortaleza a nuestro corazón y nos lleva de la mano hacia la felicidad.
Día primero: “Anímate a soñar”
Aquella luz que se asoma a tu ventana te está invitando a vivir. Aquella palabra amiga te está diciendo que eres importante y que mereces todo lo mejor. Pero las oportunidades no llegan solas, hay que buscarlas. Piensa que Dios te ha creado para un fin; llegaste a este mundo y tienes que descubrir lo maravilloso que eres y las grandes cosas que puedes lograr. Anímate a existir, a imaginar todo aquello que puedes construir y alcanzar. Esfuérzate por ser cada día una mejor persona. Irradia al mundo con alegría; contagia a los demás con tus buenas obras; todo te será retribuido. Cuando actuamos bien, lloverán bendiciones.
Pero hay que tener fuerza de voluntad para culminar aquello que soñamos porque muchas veces nos quedamos en imaginar cómo serían las cosas si las hiciéramos. Hay que emprender la tarea. No basta sólo con soñar; debemos reunir esfuerzos, disciplina, perseverancia, constancia, optimismo y resistencia, porque en la tarea podemos fracasar muchas veces hasta alcanzar la cima del éxito.
Oración: Gracias Dios Todo Poderoso por brindarme la posibilidad de vivir, crear, compartir y alcanzar las metas que me propongo día a día. Tú me diste dones maravillosos, enséñame a ponerlos al servicio de los demás; ayúdame a ser solidario, a compartir mis conocimientos; a ser una persona de bien.
Día segundo: “El amor te purifica”
Cuando el amor llegue a tu vida no lo dejes escapar. El amor nace, se manifiesta con ternura, comprensión, tolerancia, alegría y por sobre todas las cosas, con respeto. La pareja es ese ser maravilloso que nos mueve en gozo absoluto, que nos ayuda a crecer mutuamente, a valorarnos a nosotros mismos; nos conduce por el camino de la armonía y la amistad. El amor no se exige, se da sin condiciones.
El amor te sana, te alivia, te transforma, te hace más ligeras las cargas; el amor te purifica el alma, te hace llegar a la cima de la felicidad. Por eso debes cuidarlo día a día; tienes la obligación de protegerlo. Se asemeja mucho al cuidado de una planta: bañarlo con palabras sanas, regarlo con delicadeza, sembrarle buenas raíces, limpiarlo de sinsabores, abonarlo con perdón y aceptación.
El amor lo encuentras también en cada semejante, en tu familia, tus progenitores, tus compañeros de trabajo; se expresa con buen trato, asertividad, alteridad, compromiso social, respeto, tolerancia. El que encuentra este sentimiento en sí mismo, lo transmite a través de sus acciones porque actúa con benevolencia, aceptación, comprensión, solidaridad y tolerancia.
Oración: Gracias Padre de Bondad por bendecirme con el amor que viene irradiado de tus manos para hacerme sentir el ser más glorificado y maravilloso. Enséñame a ser humilde, a compartir, a trascender a través de cada acción. Bendíceme y oriéntame por el camino del bien.
Día tercero: “Respira y siente que estás vivo”
Gracias debemos dar al iniciar el día, al despertar en la mañana, al poder ver, respirar y gozar de los seres queridos; de poder trabajar, dedicar tiempo a nuestra familia, de viajar, conocer nuevas personas. Cada día es una oportunidad de poder crear, innovar, construir, prevalecer y trascender. Dejar huella imborrable con nuestra labor, con los roles que desempeñamos en casa, en la oficina, en la universidad, en el estudio; haciendo siempre el bien.
Poder respirar es sinónimo de inspirar, y esta acción implica vivir, transmitir la energía misma a través de la acción, de la obra que realizamos, y qué ideal sería si la hacemos de la mejor manera posible. Sentir que estamos vivos significa poder disfrutar de las pequeñas cosas, los momentos que a veces pasan desapercibidos, de inadvertidos, a los cuales no les damos trascendencia ni importancia. Un amanecer, un atardecer, el trinar de los pájaros, el sonido del agua, un arcoíris, la frescura de la lluvia, el dulce olor de las flores, y muchas más sensaciones que sólo podremos percibir con atención y sin perder la capacidad de asombro.
Oración: Gracias Señor por las maravillas que creaste y las pusiste a disposición para disfrutarlas, cuidarlas y compartirlas con los seres que me rodean. Colma mi vida de grandes logros que apunten hacia la construcción de un mundo mejor para todos.
Día cuarto: “Lucha cada día de tu vida como si fuera el último”
Todo tiene su razón de ser, Dios es muy sabio en sus preceptos. Se necesita apertura y sosiego para aceptar sus designios. La madurez en nuestros actos nos debe conducir a escalar con tesón cada peldaño de nuestras vidas con voluntad y constancia, sin desfallecer. Tenemos la oportunidad de luchar por nuestros anhelos y esperanzas a cada instante porque estamos llamados a aprovechar al máximo el tiempo que tenemos para con nosotros mismos, la familia, los seres queridos.
Depende de nosotros el poder cumplir con esas metas que nos proponemos; somos los responsables de nuestras acciones, de las consecuencias de los actos, de las decisiones que tomamos o dejamos de tomar por olvido, por descuido, por omisión.
No conocemos el día ni la hora en la que abandonaremos la vida terrenal y lo que nos espera en la eternidad dependerá de los que hayamos sembrado. Busquemos el mejor terreno para plantar nuestras acciones; aremos el suelo con honestidad, abonémoslo con caridad, sembremos cosecha de la buena, abundante en amor, paz, unión; reguémoslo con ternura, bondad y fe. Y esperemos para recoger bendiciones para nuestra vida y la de aquellos que nos rodean.
Oración: Gracias Omnipotente Dios por ayudarme a construir una vida maravillosa; Tú quieres lo mejor para mí, me lo has demostrado al invitarme a formar parte de tus ovejas; al darme la vida; al brindarme tu protección. Tú me ayudas cada día a buscar lo mejor para mi vida y la de mi familia. Acompáñame siempre; llévame de la mano y condúceme hacia la gloria Señor.
Día quinto: “Querer es poder”
Alcanzar la cima es tu gran sueño; vencer la adversidad; construir tu proyecto de vida y ser feliz. No te equivoques porque si te lo propones podrás lograrlo. Sólo basta con estar decidido y emprender la tarea. Paso a paso avanzarás en el sendero pero debes acompañarte de valores sólidos que te ayuden a mantener la energía, la esperanza y la dedicación, sin desfallecer; lo que realmente es importante cuesta sacrificio. Además de luchar y tener voluntad para lograr lo que te has propuesto, no hay nada más gratificante que celebrar los éxitos con los seres queridos y sollozar en los fracaso, en el hombro de quien te ama. Nacimos para amar y ser amados; para consolar y ser consolados.
Cuando queremos algo con el corazón y actuamos con convicción, podremos alcanzarlo y sentir satisfacción del deber cumplido. Muchas veces, a pesar de haber puesto todo el empeño en algo, no lo logramos. Lo anterior no nos debe derrotar, nos debe ayudar a fortalecer nuestro proceder, revisar las causas de las acciones para replantearlas e iniciarlas con mayor seguridad. Nunca retrocedamos ante la infortuna; sólo en aquellos casos en los que nos hagamos daño a nosotros mismos o a los demás por la obstinación en las decisiones tomadas.
Oración: Gracias Salvador nuestro por ser tan bondadoso. Tú eres el ejemplo a seguir en mi camino; tú me has enseñado y has orientado mis pasos cada día. Te pido fortaleza para seguir firme en el camino que he de recorrer; de poder soportar cada prueba; de levantarme al caer en el sendero; de encontrar la luz en la oscuridad; de agudizar mi oído para escucharte siempre.
Día sexto: “Eres único e irrepetible”
Fuiste llamado por Dios para nacer y hacer feliz a los demás; de formar parte de sus preceptos; de construir su obra a través de tus acciones. Eres una persona maravillosa, especial y única; capaz de lograr todo lo que te propones; de transformar el mundo. Si supieras que Dios te había pensado desde siempre, que Él te tenía en sus pensamientos y que buscó el momento más propicio para que llegaras a esta vida, indiferente del lugar, del idioma, del tiempo… Sólo naciste y estás destinado para ser grande; para darte a los demás, aceptarte como eres, crecer espiritualmente, valorarte y convertir tus sueños en realidad.
Dios sabe que tú eres importante en la construcción de tu presente. De este dependerá el futuro que se aproxima y del legado que hayas dejado en tu futuro. De lo que siembres hoy dependerá lo que recojas mañana. Eres herramienta elegida para llevar la palabra de Dios, para irradiar paz y alegría, para contagiar de amor y de fe a todos tus semejantes. Dios a través de su hijo se sacrificó por nosotros. Tú qué harás por Él? Abre tu corazón y escucha su palabra, transmítela y sé ejemplo de vida.
Oración: Gracias Dios de Misericordia porque eres bueno conmigo. Me has llamado a ser parte de tu proyecto divino; a construir la escalera al cielo a través de cada acción.
“Desde el comienzo de mi predicación, os he prevenido contra un falso endiosamiento. No te turbe conocerte como eres: así, de barro. No te preocupe. Porque tú y yo somos hijos de Dios —y éste es endiosamiento bueno—, escogidos por llamada divina desde toda la eternidad: nos eligió el Padre, por Jesucristo, antes de la creación del mundo para que seamos santos en su presencia. Nosotros que somos especialmente de Dios, instrumentos suyos a pesar de nuestra pobre miseria personal, seremos eficaces si no perdemos el conocimiento de nuestra flaqueza. Las tentaciones nos dan la dimensión de nuestra propia debilidad” (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que Pasa, 160).
Día séptimo: “Perdónate a ti mismo y vuelve a empezar”
Si te miras frente al espejo verás tantas cosas que mejorar en ti; no cosas triviales, no el aspecto físico que es pasajero y superfluo. Mirando en el fondo de tu ser encontrarás tantas acciones que corregir. A veces pensamos “si el tiempo se devolviese… no hubiese hecho lo que hice”; “Por qué me dejé llevar por la ira”; “Por qué le dije tantas palabras hirientes”. Y es porque somos humanos. La carne es débil, la acción es pronta. La mayoría de las veces actuamos y luego pensamos; expresamos frases que luego lamentamos.
Lo anterior con mucha frecuencia se anida en nuestros corazones y nos hace sufrir así no lo reconozcamos. Aparentamos una coraza fuerte, impenetrable, incapaz de sufrir y realmente nos es difícil sobrellevar un peso que día a día nos atormenta y va abriendo un agujero muy grande en nuestra vida, nos va aislando de nosotros mismos y de los demás.
No es fácil perdonar y más aún, perdonarnos a nosotros mismos. Debemos empezar por sanar las heridas propias para así, perdonar a los demás. Perdonar es abrir nuestros corazones y volver a aceptarnos y amarnos; es lograr convivir con nuestros defectos porque no somos perfectos y los demás tampoco lo son. Hay un sinnúmero de acciones que nos ayudan a interiorizar la alegría de vivir y con ello a vivir el perdón. Aprende a orar todos los días, a agradecer por todo lo que recibes, a valorar los detalles pequeños, a saludar y a sonreír.
Oración: Gracias Dios Todo Poderoso por darme la sabiduría de pensar antes de actuar, para evitar arrepentirme de los actos; de considerar mis palabras antes de decirlas, para alabar contrario a herir a los demás; de reflexionar sobre lo que soy, para reconstruir mi vida y poder enderezar mi camino hacia el bien.
“¿La cima? Para un alma entregada, todo se convierte en cima que alcanzar: cada día descubre nuevas metas, porque ni sabe ni quiere poner límites al Amor de Dios” (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Surco, 17).
Vivian Forero Besil
Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Blogs LaFamilia.info - 29.07.2013
¿Por qué pensamos que comer nos hace subir de peso? Existe la creencia que comer engorda y es una idea que está calando hondamente en la mente de niños, niñas y jóvenes. ¿Qué están aprendiendo ellos de nosotros? ¿En la familia? ¿En los medios masivos de comunicación? ¿En la moda? ¿En lo que dicen los demás?
Una buena salud está unida a una sana alimentación. Asistir al colegio sin desayuno puede acarrear graves consecuencias. Los padres de familia deben estar atentos a las conductas alimenticias de sus hijos porque desde casa se fortalece el hábito de una alimentación balanceada. No basta con que el hijo o hija manifieste que no quiere comer y se les llame la atención o castigue por no hacerlo. Hay que buscar la causa de esta decisión y verificar qué alimentos están consumiendo. Podría ser exceso en dulces, paquetes, gaseosas, bebidas energizantes... "comida chatarra".
Por lo general, los chicos manifiestan que no les gustan las frutas, las verduras, las legumbres, y muchos ni las han probado. Sólo imitan y repiten lo que escuchan en el contexto. Se enamoran de la moda, la publicidad, las comidas rápidas, el “menú infantil”, y más alimentos presentados de manera creativa pero que realmente, no suplen los nutrientes que se requieren para crecer sanos y fuertes (en el caso de los infantes y adolescentes); y que no proporcionan los elementos necesarios para mantener al organismo en constante armonía, aumentando las defensas para contrarrestar cualquier enfermedad. Lo anterior no obstaculiza la idea de enfermarnos; pero ayuda a sobrellevar cualquier situación grave de salud porque el cuerpo estará preparado para superarla.
El primer alimento del día
Al hacer dietas se tiene la creencia que si no se desayuna, se baja de peso. Esto es falso pues si el cuerpo, después de estar tantas horas sin alimentos, al iniciar sus labores, quemará las energías que tiene acumuladas y contrario a bajar de peso, le estaremos haciendo un daño muy grande.
Podría hacer citación de muchas investigaciones acerca de este tema, pero consideraré algunas de las expuestas por Salomon Jakubowicz, médico investigador en endocrinología:
“Cuando nos despertamos en la mañana, nuestra sangre está a punto de agotarse de azúcar (carbohidratos). Si es que no alimentamos nuestro cuerpo, el cerebro se pone en estado de emergencia y ordena a la cortisona que saque las proteínas que pueda de las células musculares y hasta el colágeno de la piel. Quien cree que no desayuna se está engañando: se come sus propias proteínas, se autodevora. La consecuencia es la pérdida de los músculos y colágeno”, nos advierte.
Lo peor -explica- es que cuando llega la hora de almuerzo, el cerebro “decide provocar intensos ataques de hambre y aumento del apetito, llevando a sentir intensos deseos por alimentos dulces, y sin poder evitarlo, uno empieza a comer con ansiedad todo lo que encuentra a su paso”.
Por ello, el desayuno es vital para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, pero nos asalta otra duda... ¿Cuál es nuestro primer alimento del día? ¿El de nuestros hijos, si en casa no se desayuna y ellos esperan hasta la hora del recreo para comer?
Hay una amplia gama de alimentos expuestos en el menú de los niños y niñas, porque los jóvenes, contagiados por la sociedad, deciden no comer para mantener su peso. ¿A costa de qué seguimos estas reglas? Sólo de nuestra propia salud.
Hay cantidad de golosinas, de todos los sabores, tamaños, colores, que están a la merced de nuestros hijos. ¿Quién los orienta en el momento de comprar en la tienda escolar? Es responsabilidad de los padres desde casa, incentivar el consumo de alimentos sanos y de inmensa importancia que se consuman los primeros alimentos en ella, para así, formar en hábitos. Esta función no es delegable.
¿Qué hacer para que mi hijo coma?
Alimentarnos en familia no sólo estrecha los lazos de amor, fraternidad, alegría, cariño, sino que ayuda a estimular el hábito de comer bien. Es por ello que si por cuestiones de distancia (en el caso de ciudades grandes), no se puede almorzar en familia, se debe buscar el espacio de la cena para compartir los alimentos.
Preparar alimentos juntos también ayuda a que los hijos se motiven en prepararlos y luego en comerlos. Se pueden inventar recetas, ser creativos y además, pasar un rato agradable en familia.
Cuando somos creativos en el momento de preparar los alimentos y se los presentamos agradables a ellos, los motivamos, hacemos de cada comida un momento placentero en familia, y de seguro lograremos estimular buenos hábitos alimenticios. Para ello necesitamos de la paciencia y ser muy buenos observadores para estar alertas a cualquier situación que se presente en contra de una sana alimentación.
Ejemplos de Menús para cada día
Días | Desayuno | ½ mañana | Almuerzo | ½ tarde | Cena |
Lunes | Cereal, leche, banano picado | Galletas y jugo de fruta | Sopa de verduras, Carne desmechada, puré de auyama | Fresas | Pechuga a la plancha, puré de papa, ensalada de verduras |
Martes | Café con leche, galletas integrales, queso, jugo de naranja. | Avena | Pescado asado, ensalada verde, papas al vapor | Barra de cereal | Caldo de papa, galletas de soda |
Miércoles | Avena, tostadas, picadillo de fruta | Queso con bocadillo | Pollo asado, arroz, ensalada agridulce, crema de espinacas | Papaya picada | Sanduche de jamón, queso, tomate y lechuga, jugo de fruta |
Jueves | Café con leche, huevos con tomate y cebolla, arepa | Jugo de naranja y galletas | Carne a la plancha, puré de papa, ensalada de verduras, consomé | Piña picada | Chocolate, tostadas, queso |
Viernes | Jugo de naranja con zanahoria, tostadas, salchicha | Melón picado | Pescado con verduras al vapor, puré de auyama, patacón | Galletas y café | Avena, tostadas y queso |
Sábado | Café con leche, Huevos revueltos, galletas integrales | Avena | Pollo con salsa agridulce, arroz de verduras, puré de verduras, caldo de verduras | Té y galletas | Pan integral, cuajada y aromática |
Domingo | Carne asada, arepa, café con leche | Fruta picada | Sopa de verduras, patacón, filete de pescado a la plancha | Café y galletas integrales | Caldo de pollo, tostadas, jugo de fruta |
Cabe anotar que cada persona tiene sus propias necesidades fisiológicas y el menú puede variar de acuerdo a recomendaciones médicas. Sin embargo, es necesario recalcar que al sugerir jugos de fruta se recomienda sin azúcar al igual que el café (sin excederse en su consumo), té, aromáticas. Al indicar galletas se sugieren no más de 2, así mismo con la ración de pan o arepa, la cual debe ser pequeña, preferiblemente integrales (para que sean eliminados por el organismo con mayor facilidad).
Más bibliografía para consultar
A continuación encontrarás unas recomendaciones tomadas de “Sabes cómo llevar una buena alimentación” http://www.insp.mx/ que podrán apoyar para continuar fortaleciendo buenos hábitos alimenticios.
“Los tres grupos de alimentos se encuentran en un mismo plato lo que significa que en cada comida se debe agregar un alimento de cada grupo (Verduras y frutas; Cereales y tubérculos; Leguminosas y alimentos de origen animal).
Además, cada grupo se encuentra en un espacio del mismo tamaño ya que se debe consumir alimentos de los tres grupos puesto que si alguno de éstos faltara en la dieta se generarían deficiencias de nutrimentos y por lo tanto problemas de salud.
A pesar de lo anterior, en el grupo “Leguminosas y Alimentos de origen animal”, el subgrupo de leguminosas tiene un mayor espacio que los alimentos de origen animal, lo que señala que dentro del grupo se deben consumir en mayor cantidad las leguminosas.
Entre el grupo de cereales y el subgrupo de leguminosas se encuentra la palabra “combina” lo que hace referencia a la complementariedad entre éstos para mejorar la proteína de origen vegetal.”
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Vivian Forero Besil
Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé.
Por Juan Camilo Díaz / Blogs LaFamilia.info - 12.09.2016
Los padres de familia vienen encontrando muchas dificultades para educar a los hijos: presiones sociales, distorsión de valores, ausencia de autoridad, dispersión del ámbito hogareño, incomunicación, influencia de los medios de comunicación, horarios laborales, distancias, tráfico, entre otros.