Blogs LaFamilia.info - 08.02.2016

 

febrerofidelidad1 

En el mes de enero les hablé de la empatía (ver aquí), ahora que llega febrero, los invito a reflexionar sobre el valor de la fidelidad, que no es sólo de pareja; es en todo sentido.

 

Fidelidad, actitud trascendente que nos orienta a ser leales y coherentes con lo que somos, pensamos y hacemos. Es una forma única de demostrarnos a nosotros mismos que existe confiabilidad en cada paso que damos y que somos de una sola pieza, que evitamos acomodarnos a las ideas u opiniones de los demás por conveniencia o por ganarnos el aprecio.


Muchas veces por ser aceptados en un grupo cambiamos nuestro estilo o forma de ser; nuestro comportamiento de observa diferente; la manera de actuar cambia fingiendo ser lo que no somos. Y más aún, viviendo lo que no queremos vivir. Nos dejamos llevar por la moda, las costumbres de los demás, los estilos de vida, en fin, de todo aquello que pensamos nos ayudará a sobresalir en un mundo que no es el que realmente necesitamos.


La fidelidad es la ruta que nos lleva hacia una vida tranquila, sana, agradable, feliz. Nada brinda más alegría que defender con convicción nuestras ideas, a las personas que amamos, al trabajo que nos llena de orgullo, a nuestra creencia religiosa que es el soporte de la fe y de la luz al final del camino. Ser fiel significa ser leal, sincero, veraz, confiable, en una frase “que pueden contar con nosotros para emprender cualquier camino”. Llámese camino guiado por el amor, al conformar una familia; camino de laboriosidad, al emprender un trabajo; camino de la amistad, al dar la mano y ayudar a los demás.


Pero esta iniciación no es tarea fácil. Hay muchas distracciones y tentaciones en el camino y algunas veces nos dejamos llevar por ellas y hacemos de lado lo que verdaderamente es esencial: el luchar día a día por una vida trascendente, fructífera, llena de valores, en donde lo más importante sea la dignidad de la persona y su perfeccionamiento constante, y no aquella en la que solo vivimos el momento, quedando vacíos y con la sensación de no haber actuado de la mejor manera.


¿Por qué ocultarnos en un mundo de mentiras? ¿Por qué decidimos ir en contra de nuestra propia forma de ser? ¿Por qué sentimos que la fidelidad se fundamenta sólo en la relación de pareja? Ser fieles es ir más allá del respeto de la dignidad de la persona a la que amamos y con quien hemos decidido construir familia. Ser fieles es dirigir todos nuestros esfuerzos para vivir una vida coherente, una sola vida, no varias según el momento, el lugar o las personas que nos rodean.


«Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Difícil e importante es ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, difícil serlo en la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida» (Juan Pablo II, Homilía en la Catedral Metropolitana de Ciudad de México, 26-I-1979).


En febrero esforcémonos por practicar la virtud de la fidelidad teniendo mejores pensamientos, sentimientos y por supuesto, hacer cada tarea con verdadera convicción.

 

***

VivianForeroBlogVivian Forero Besil

Licenciada en Educación Básica; especialista en Informática Educativa, en Gerencia de Instituciones Educativas y en Pedagogía e Investigación. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso bebé. Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

 

Más artículos de este autor >

 

You have no rights to post comments