Blogs LaFamilia.info – 20.05.2016
Hace pocos días me encontré con una de mis ex alumnas. Al presentarme sus hijos me llamó poderosamente la atención que la niña, con una chispa en los ojos que le brillaban, antes de decirme su nombre, exclamó con júbilo:
“¡Este año hago mi primera Comunión!” Ante tal presentación, el corto encuentro giró alrededor de este tema. Con precisión me dijo el número de días que le faltaban para el gran encuentro con Jesús!
Enseguida me di cuenta que detrás de todo esto se vivía en ese hogar una atmósfera especial que estaba preparando de manera acertada la llegada del Rey del Universo, Jesús. Su mamá me explicó que habían juntos, incluido papá, elaborado un calendario con cuenta regresiva. Explicó que esto era sólo una manera de saber cómo se iban dando los conocimientos que se aprendían. “Tenemos un plan de acción para lograr los objetivos de una preparación a la altura de las exigencias de este Encuentro con Jesús.”
El Plan de Acción
No podía dejar de enterarme de alguna de las tareas que incluía ese plan de acción. Fue la niña la que intervino para contar que todos los días rezaban juntas y leían una historia nueva de la vida de Jesús. La mamá me dijo que leían un pasaje del evangelio y se metían como un personaje más en la escena. También tomaba algunos pasajes del Antiguo Testamento. Recordé cómo en mi colegio teníamos un libro que nos encantaba a todas: La Historia Sagrada. Nos despedimos y me dije a mi misma: Estos papás tienen claro cuál es el sentido de un hogar cristiano.
Los primeros educadores
Si uno de tus hijos está próximo a recibir a Jesús, estás todavía a tiempo para involucrarte en su preparación. Reflexionemos un poco al respecto. Hay que tomar conciencia que los padres son los primeros educadores, que la mejor escuela para los hijos es la casa y que los padres son los mejores maestros: “Un hogar cristiano es un trozo de tierra arrancado al cielo, donde se aprenden-entre libros, aficiones, música y deportes- las grandes directrices acerca de Dios, la vida, la muerte, el hombre, el mundo y el amor”. Jesús Urteaga.
Decía San Josemaría Escrivá: “Los padres educan fundamentalmente con su conducta. Lo que los hijos y las hijas buscan en su padre o en su madre no son sólo unos conocimientos más amplios que los suyos o unos consejos más o menos acertados, sino algo de mayor categoría: un testimonio de valor y del sentido de la vida encarnado en una existencia concreta, confirmado en las diversas circunstancias y situaciones que se suceden a lo largo de los años.”
¿Dónde comienza la preparación?
Por consiguiente esta preparación comienza por los padres. Son Uds., padres de familia, los que deben ir a la delantera de los hijos en todo! El colegio es tu colaborador pero tú, eres el catequista por excelencia. El ejemplo es el mejor profesor. No se trata de que los padres sean perfectos. A los hijos se les forma con el esfuerzo, que cada día vean cómo tratas de superarte, que vean lo que haces por mejorar, siempre con buen ánimo y una sonrisa en tus labios. Que te vean rezar, que te sabes las oraciones y si no las sabes apréndelas con ellos. A ellos les encantará enseñártelas. Lo importante es que vean tu interés genuino en vivir la fe.
La tarea es dulce cuando hay amor de por medio y eso les sobra a los papás. Que a partir de hoy sea un propósito familiar implementar el plan de acción para que todos participen en la preparación de la Primera Comunión.
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Prince Martínez
Tulia Martínez de Barrios, más conocida como “La Prince” es Orientadora Familiar de la Universidad de la Sabana y Universidad de Navarra (España). Fundadora de los colegios de la Asociación para la Enseñanza, Aspaen en Cartagena, Colombia. Asesora y consultora en temas de dirección, administración y gestión de la educación.