Por Regino Navarro – 25.09.2020
O yo manejo las redes sociales o las redes sociales me manejan a mí. Esta rotunda afirmación me sale del corazón y de la cabeza al ver el documental “El dilema de las redes sociales”, que tanto impacto está teniendo en la opinión pública.
No voy a repetir lo que ahí se dice, más bien recomiendo al lector que la vea. Quizá se intuía desde hace tiempo algunas de las afirmaciones que se hacen sobre los fines y modos de actuar de las redes. Sin embargo, al oírlo de labios de protagonistas, con hechos y cifras, impacta más a la sensibilidad de las personas.
Los últimos minutos del documental están dedicados a buscar soluciones al dilema. También yo quiero opinar al respecto. Menciono varias ideas.
1. Es una buena ayuda conocer qué son las redes sociales, cómo funcionan y sus posibles intenciones visibles e invisibles. En este sentido, el documental aporta una interesante información al quien lo ve.
2. El miedo a las redes sociales, igual que a cualquier otra cosa, mueven la emotividad, pero precisamente por eso suelen atraer a las personas, en especial a los jóvenes. No es una motivación duradera, más bien es un reto que hay que superar. Pienso que el dramatismo y el alarmismo, cuando existen, no es una solución.
3. Cada uno mismo construye las tendencias de sus propias redes sociales, pues están diseñadas para darme más de lo mismo, más de lo que yo busco, o comparto y digo que me gusta. Es un círculo vicioso: las conductas determinan las tendencias y éstas, la conducta. Saberlo es buena parte de la solución.
4. Es necesario formar el criterio, es decir, la capacidad de distinguir lo positivo de lo negativo, el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto. Una manera de formar esta capacidad es tener una mente flexible capaz de escuchar voces distintas, acostumbrarse a preguntar el porqué de las cosas, tener sentido crítico, intentar saber quién está detrás y que intereses ocultos pueden existir. No se trata de ser desconfiados, sino de llegar al fondo de las cosas para no dejarse manipular.
5. Una persona con criterio puede actuar libremente. Sin criterio no hay libertad, porque la ignorancia no permite tomar decisiones autónomas. Conviene preguntarse con frecuencia si se actúa por modas, si por impulsos, si hay autocontrol en las decisiones, etc.
6. La voluntad juega un papel clave como se ve en el documental/película, en el que el protagonista no es capaz de cumplir la meta de estar una semana sin usar el celular, a pesar de que la motivación material era fuerte. Se necesita otro tipo de motivación distinta, más fuerte, además de aquella de tipo material. Algo más intrínseco o mejor trascendente, como el sentido del deber, la realización personal o como una manera de ayudar a alguien. Por otra parte, la voluntad hay que desarrollarla poco a poco, partiendo de metas fáciles que faciliten el logro otras mayores. Es preferible proponerse la meta de estar sin celular medio día y después un día, o abandonar únicamente una de las redes, después otra, y en periodos cortos.
7. Quizá el fondo de todo esté en que se ha perdido el sentido de verdad, que, en realidad ya no interesa a nadie, como menciona el documental en algún momento. La verdad la fabrican las encuestas, el número de like, la frecuencia de las interacciones, el número de usuarios, etc. La verdad, de esta forma, es lo que veo y leo en mis redes. Caí en la trampa. No, la verdad es la búsqueda constante de la realidad.
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Regino Navarro Ribera
Fundador y Director de LaFamilia.info. Español de nacimiento pero colombiano de adopción. Coach profesional, especialista en Ciencias del Comportamiento, estudios en Orientación y Consejería, profesor, conferencista y autor de varios libros. Twitter: @ReginoNavarroR