Javier Lozano / ReL – 24.01.2022
foto: jcomp
Frank Pavone lleva décadas dedicado en cuerpo y alma a la lucha contra el aborto. Este sacerdote católico y activista provida es presidente de Priests for Life (Sacerdotes por la vida), una de las organizaciones más activas e influyentes en EEUU en defensa del no nacido.
Para Pavone, Estados Unidos vive en estos momentos un momento crucial con respecto al aborto como no se había visto hasta ahora. El debate está en la primera línea informativa. Hay estados que están aprobando leyes que están prácticamente prohibiendo el aborto mientras que otros como el de Nueva York han hecho una huida hacia adelante permitiendo abortar hasta el mismo momento del parto. A ello hay que sumar la mayoría provida que hay en estos momentos en el Tribunal Supremo y la posibilidad real por primera vez de revertir Roe versus Wade, con cuyo caso se legalizó el aborto en todo el país.
Un compromiso todavía mayor
En un escrito publicado en Life News, este sacerdote recuerda que “el tema del aborto ha llegado a un punto de ebullición en América; en los estados, tanto las leyes a favor del aborto como las leyes a favor de la vida han ido más lejos que nunca en direcciones opuestas. Las tasas de aborto y los números absolutos están en mínimos históricos; a nivel federal nunca hemos tenido una administración más provida, y ninguna administración anterior ha estado bajo un ataque tan cruel de sus enemigos proaborto”.
En su opinión, este momento concreto de la historia necesita de un compromiso aún mayor de las personas provida. Es ahora cuando hay una oportunidad de acabar con el aborto, y por ello el padre Pavone considera que hay personas que deben dar un paso al frente y dedicarse de manera completa a esta causa.
“Hay muchas personas que ya viven esta llamada, y aún más quienes, aunque no pueden hacerlo a tiempo completo, están dedicando mucho tiempo y energía para acabar con el aborto”, explica el presidente de Priests for Life.
Dedicación a tiempo completo
Pavone afirma con intensidad que “muchos están siendo llamados a dejar sus profesiones y utilizar sus habilidades profesionales para dedicarlas a la causa de protección de los no nacidos, y hoy quiero decir que es hora de responder a esa llamada”.
“Quiero avivar las llamas que prenden en muchos corazones y que se dan cuenta de que el derecho a la vida misma, que se niega a los niños que todavía están en el útero, es el fundamento de todo el tejido de la justicia social”, recuerda.
Por ello, Frank Pavone tiene claro que el aborto sigue siendo el “problema social y moral” más urgente al que se enfrenta el mundo de hoy.
Cinco razones de por qué es una lucha prioritaria
Estas son cinco razones que explican por qué luchar contra el aborto debe ser algo primordial y urgente:
1. No hay nada en Estados Unidos o en el mundo que se lleve más vidas que el aborto. Provoca más víctimas que cualquier enfermedad, desastre natural, guerra o acto de terrorismo.
2. Sin vida no hay nada más. El derecho a la vida, como dijo San Juan Pablo II, es “el derecho primero y fontal, condición de todos los otros derechos de la persona” (Christifideles Laici). Los esfuerzos a favor de la buena atención médica, a la educación o a los inmigrantes se realizan en favor de personas que están ya vivas. “Quita el derecho a la vida, y eliminarás a la vez todos los demás derechos”, afirma este sacerdote.
3. Ningún grupo de personas está más indefenso que los niños en el útero materno. No pueden hablar, ni rezar y no saben el peligro al que se enfrentan. Por tanto, Pavone afirma que si hay “una opción preferencial por los pobres” se debe colocar en primer lugar al no nacido.
4. No sólo los no nacidos son los más indefensos sino que son el único grupo cuyo derecho a la vida ha sido eliminado por completo de la ley, y para cuya muerte programada existen miles de centros legales en todo el mundo. “Un acto de violencia que se reconoce como un crimen es suficientemente malo, pero cuando ese crimen se transforma en un ‘derecho’, el mal adquiere una dimensión aún más aterradora”, agrega Pavone.
5. La violencia contra los no nacidos es ya lo suficientemente grave cuando la lleva a cabo un extraño. Pero es un “problema moral” aún mayor cuando son uno o los dos padres, a veces con la participación o presión de otros familiares, los que lo promueven. “El aborto es violencia contra la vida dentro del ‘santuario de la vida’, la familia. Y nada hay más destructivo para la familia que el aborto”.
Por todo ello, Frank Pavone considera que este es el momento de ir más allá y dar un paso al frente. Con una dedicación completa la efectividad siempre será más alta. Y son necesarios muchos en muchos ámbitos: médicos, enfermeros, científicos, abogados, periodistas, expertos en marketing, diplomáticos, políticos, sacerdotes, catequistas y un sinfín de profesiones y perfiles que pueden ser de gran utilidad para acabar por fin con el aborto.