Erasmo de Rotterdam (1467-1536), escribió un pequeño libro que tituló Manual del caballero cristiano, que parece muy adecuado en nuestros tiempos para todas personas que profesan la fe cristiana principalmente, aunque la mayor parte de su contenido es válido para todas las personas. He aquí una adaptación libre y sintética.
Regla 1: Profundiza y aumenta tu fe cristiana. Actúa siempre según estas creencias. Si en aquella época de crisis profunda entre los cristianos este libro ayudó a una renovación espiritual, bien puede suceder hoy día igual. En efecto se necesita más que nunca profundizar y vivir la fe, pues no es suficiente hoy en día un conocimiento superficial de las creencias cristianas, sino que es necesario darle vigor y rigor intelectual.
Regla 2: Distingue la verdadera naturaleza del bien y el mal, acudiendo a la sabiduría de la Biblia. Esa distinción entre el bien y el mal es la base del criterio, cualidad intelectual que permite juzgar las diversas situaciones de la vida con sentido auténticamente humano. Nada mejor para eso que la Biblia y, en concreto, además de conocer como en una película la vida de Jesucristo, pueden ayudan los libros sapienciales del Antiguo Testamento.
Regla 3: Cuida a tu esposa mejor que a ti mismo y educa a tus hijos para el bien. No hagas nada, en público o en privado, que pueda dañar a las personas que amas. Lo mismo se puede decir de una mujer respecto a su marido y a sus hijos. Pensar en los demás antes que en uno mismo, es, paradójicamente, la clave de la felicidad. Si se le suma la autenticidad de vida tendremos un perfil atractivo del ser humano con madurez.
Regla 4: Haz de Jesucristo tu único guía y objetivo de tu vida. Conviértete en un testigo viviente de Jesucristo para los demás. El trato con la persona viva de Jesucristo, mediante la lectura atenta de los evangelios, tendrá como efecto personas capaces de transformar la sociedad actual, porque dan testimonio de vida cristiana.
Regla 5: Maneja las cosas materiales, no seas esclavo de ellas. El consumismo y el hedonismo pueden secar la vida cristiana llevando a la persona a la avaricia y a la ambición desmedida. Si no hay autodominio de uno mismo en el comer, beber y tener es casi imposible vivir como cristianos.
Regla 6: Planta cara a la tentación siempre guiado por Dios. Trata cada batalla como si fuera la última, siempre preparado para el combate. Pensar que hoy es el último día de la vida ayuda a afrontarlo cara a la eternidad, sin descuidos morales y con intensidad de sentido.
Regla 7: Está alerta de tres peligros especiales: la cobardía moral, el orgullo personal y la avaricia; son los enemigos para derrotar. La humildad, es decir sentirse poca cosa delante de Dios y con sentido de igualdad ante los demás, es la clave para superar la cobardía, el orgullo y la avaricia, que pueden destruir a una persona. La humildad se consigue pidiéndola a Dios de verdad.
Regla 8: En una vida de virtud no hay lugar para el vicio; los pequeños vicios que toleramos se vuelven los más mortales. Apaga el incendio cuando está empezando. Lo pequeño cuando es virtuoso perfecciona al hombre, y cuando es manifestación de un vicio es el inicio de un proceso autodestructivo.
Regla 9: La vida es exigente y breve; deja huella, haz que cuente. Dios ha dado a cada ser humano un tiempo de vida para que lo haga rendir, por eso hay que vivirlo con intensidad procurando emplearlo en servir, en hacer cosas útiles, en dejar huella, aunque sea pequeña. Para eso hay que vivir el instante presente con intensidad.
Regla 10: Nunca permitas que cualquier fallo o retroceso te aleje de Dios. Admite y arrepiéntete de tus errores, nunca pierdas la esperanza y luego comienza de nuevo. Comenzar y recomenzar, en eso consiste la vida cristiana, pues siempre habrá errores y tropezones. Con buena voluntad y, sobre todo, con la ayuda de Dios todo se supera.
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Regino Navarro Ribera
Fundador y Director de LaFamilia.info. Español de nacimiento pero colombiano de adopción. Coach profesional, especialista en Ciencias del Comportamiento, estudios en Orientación y Consejería, profesor, conferencista y autor de varios libros.
