Revista Misión – 09.10.2020
Foto: freepik
El coronavirus nos ha cambiado la vida en muchos aspectos; el ámbito educativo es quizá uno de los más retadores en la pandemia.
Las aulas pasaron a ser una computadora de un día para otro y los docentes tuvieron que ingeniárselas para poder estar «cerca» de sus alumnos a través de la pantalla. Por eso, es compartimos 8 claves que propone la Revista Misión para educar a la Generación COVID-19:
1. Los fines son más importantes que los medios. El verdadero cambio que necesita la educación escolar es replantearse sus prioridades. El fin de la educación no es solo que el alumno aprenda una serie de contenidos, sino, sobre todo, formarle integralmente, atendiendo a su dimensión ética, emocional y espiritual.
2. El vínculo maestro-alumno es insustituible. El aprendizaje de contenidos y competencias se produce siempre como fruto de una relación. Por ello, es crucial la conexión emocional del profesor con sus alumnos. Ninguna tecnología puede reemplazar al maestro.
3. Los padres son los responsables de la educación de sus hijos. La escuela debe ser subsidiaria y ayudar a los padres en su labor. Por ello, la alianza educativa entre la familia y la escuela es prioritaria para buscar el bien del alumno.
4. La tecnología no hace “magia”. Se trata de una herramienta más que debe usarse teniendo en cuenta la edad y las competencias de los alumnos. Antes de lanzarse a la digitalización, hay que trabajar la autonomía del alumno, su disciplina personal y su equilibrio emocional.
5. Tenemos que enriquecer el contexto educativo. Las metodologías activas como el trabajo cooperativo o por proyectos son eficaces para mejorar el aprendizaje. Comprender y memorizar no basta para consolidar el conocimiento; es necesario que el alumno sea capaz de analizar, evaluar y crear un producto para lograr un aprendizaje significativo.
6. Las leyes educativas deben dejar de ideologizar la educación. Hasta ahora, los distintos cambios legislativos no han servido para mejorar el sistema escolar, puesto que atienden más a intereses ideológicos que a cuestiones pragmáticas sobre el proceso de aprendizaje.
7. Es importante priorizar al alumno frente al currículo. Ante un posible nuevo confinamiento, la escuela debe priorizar el bienestar emocional de los alumnos y buscar formas de conectar con ellos. Mandar tareas y tareas o tener a los estudiantes conectados a clases por videollamada durante mucho tiempo produce estrés, saturación y baja motivación para seguir aprendiendo.
8. La escuela debe compensar las desigualdades sociales de los alumnos. El confinamiento ha puesto en evidencia la brecha social entre los alumnos. Aquellos que no tienen un entorno familiar sólido se han visto más perjudicados. La escuela debe suplir esas diferencias para que todos los niños puedan tener las mismas oportunidades de aprendizaje.
Con asesoría de:
Gregorio Luri: maestro, filósofo y escritor.
Álex Visús: coach educativo y asesor estratégico de innovación en centros escolares.
Carmen Pellicer: teóloga, pedagoga y presidenta de la Fundación Trilema.
Antonio Sastre: coordinador de formación integral de los siete colegios Regnum Christi en España.
Catherine L’Ecuyer: doctora en Psicología y Educación, autora de varios libros sobre educación y articulista.
María Bellmunt: maestra y experta en homeschooling; madre de seis niños.
José Luis Alvira: secretario general de Escuelas Católicas.
Mariano Vivancos: director general de CECE-Feceval.
Puedes encontrar este artículo en el número 57 de la revista Misión.