En Francia sigue abierto el debate sobre los problemas de la enseñanza mixta, a raíz de comportamientos violentos o sexistas en las aulas. En un dossier sobre este tema en la revista “Scouts d'Europe” (mayo 2004), Marie-Noëlle Coevoet reflexiona sobre el malentendido que lleva a identificar la igualdad con la coeducación.
A un niño poco sociable, más bien tímido y que tiende al aislamiento, se le ha venido considerando casi siempre como un niño «educado, obediente y bueno». Pero al llegar a la escuela donde necesariamente tiene que afrontar los primeros contactos sociales, adaptarse a un nuevo ambiente y a personas desconocidas, el niño «bueno» presenta reacciones de pánico y de rechazo al contacto social, a cuanto signifique dejar el refugio del hogar.
Todos los especialistas en el tema, de forma unánime, definen la dislexia como «la dificultad en el aprendizaje de la lectura y de la escritura, a pesar de contar con un desarrollo normal».
Los padres se preocupan mucho cuando reciben una carta de la escuela diciendo que el niño "no le presta atención a la maestra" o que "se porta mal en la clase". Una posible causa para este tipo de comportamiento es el Trastorno Hiperactivo de Déficit de Atención (ADHD).
La pereza en el niño se manifiesta por una ausencia de reacción ante los diversos estímulos y se caracteriza por la tendencia a seguir siempre la línea del mínimo esfuerzo. Lo normal es que la pasividad sea una reacción más o menos pasajera ante determinados acontecimientos que han desbordado las posibilidades del niño al considerarse incapaz de lograr ciertos objetivos que considera muy difíciles o inalcanzables para él.