El próximo domingo iniciamos el tiempo de Adviento, que son las cuatro semanas que antecede a la Navidad. Tiempo en el que nos preparamos espiritualmente para rememorar y celebrar la llegada del niño Jesús.
“Esperar es prepararse, despertar, ¡esperar es buscar! ponerse a la altura, dejar que Aquel a quien se espera vaya entrando en nuestra vida hasta volverla suya…” explica Mauricio Artieda en Catholic-link. Algo similar ocurre cuando esperamos una visita especial a nuestra casa, nos esmeramos por tener todo limpio y en orden para este momento. Por eso, el tiempo de espera a la Navidad no puede ser pasivo, en un momento para cultivar, cuidar y alimentar nuestra fe, y renovar nuestra vida.
Las siguientes son algunas ideas para hacer del Adviento una verdadera vivencia personal:
1. Ayudaré en casa en aquello que más me cueste trabajo.
2. Me quejaré menos y reiré más.
3. Ayudaré a familiares, compañeros de trabajo y amigos, en algo que necesiten sin esperar nada a cambio.
4. Daré gracias a Dios por todo lo que me ha dado.
5. Haré una obra de caridad con niños y/o ancianos.
6. Haré algún sacrificio (algo que me cueste) y lo ofreceré por un necesitado.
7. Perdonaré a alguien que me haya ofendido, no guardaré más rencor.
8. Tendré un gesto amable con esa persona que tanto me cuesta.
9. No difundiré chismes ni crearé un mal ambiente.
10. Abriré mi corazón a Jesús para que nazca en él.
Por LaFamilia.info
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