Poco se habla sobre los efectos adversos que tiene la marihuana en la salud, más bien se le considera una droga blanda o light que no genera adicción ni causa daños en el cerebro.
Pero lo cierto es que hay que informarse bien, esta planta no es tan noble como la presentan.
Para ello traemos la opinión de todo un experto en el tema como es el Dr. Jorge Dotto. Médico de la Universidad de Buenos Aires especializado en anatomía patológica de Yale University, patología ginecológica y mamaria de la misma universidad, y patología molecular & genética de Harvard Medical School. Además co-fundador del portal de medicina MisCromosomas.com y autor del libro “Genética. Cómo puede cambiar nuestras vidas”.
A continuación el texto del autor publicado en el Huffington Post.
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Estoy a favor de las libertades individuales, y por supuesto que no juzgo a quien decide fumar un porro de cannabis, pero es importante informar sobre las consecuencias que tiene esta sustancia. Como todas las sustancias que consumimos -como un medicamento, el alcohol, el tabaco o, en este caso, la marihuana-, tiene un efecto deseado, pero también efectos adversos (toxicidad).
Con lo que estoy en total desacuerdo es con la buena campaña que tiene la marihuana, como si fuera inocua, como si fuera una sustancia que no genera toxicidad. La realidad es que no es así. Se difunde masivamente información sobre la toxicidad que producen el alcohol y el tabaco, pero no se habla del daño que también puede provocar la marihuana.
El objetivo de esta columna es compartir 10 cosas que deberías conocer sobre la marihuana, para darte cuenta que no es cool fumarla: como es en el caso de todas las sustancias, también tiene sus consecuencias.
1. No es una droga blanda o light
No existe la clasificación de drogas blandas y duras. Esa es una simplificación que no es buena y confunde a la gente. Todas las drogas son peligrosas, y está comprobado que no todas las personas reaccionan de la misma manera a una sustancia. Está claro que una persona no va a morir de sobredosis por fumar marihuana, pero sí está demostrado que la marihuana también mata, ya que es responsable de causar accidentes de tráfico mortales.
2. Es la segunda causa de accidentes de tránsito fatales
La marihuana es la segunda causa de accidentes de tránsito fatales después del alcohol, ya que ralentiza las reacciones, disminuye la coordinación y altera la concentración. Varios estudios científicos han demostrado esta causalidad, incluyendo uno publicado recientemente en 2014 que analizó a 23.591 conductores de accidente de tránsito mortales durante 10 años en Estados Unidos. Los conductores tuvieron test positivo para alcohol (alcoholemia) en el 39.7% de los casos, y 24.8% fue positivo para otras drogas. En este grupo, la marihuana fue la más frecuente. Durante el periodo de 1999 a 2010, los resultados de alcohol en sangre fueron estables, mientras que la marihuana aumentó del 4.2% en 1999 hasta 12.2% en el año 2010. La recomendación es la siguiente: si fumas un porro, no conduzcas, puedes matar a alguien.
3. Causa adicción hasta en un 50% de las personas que la consumen todos los días
Como con todas las sustancias, existe un riesgo de desarrollar adicción a la marihuana. Se estima que se genera adicción o dependencia al cannabis en el 9% de las personas. Pero aumenta el riesgo de adicción en ciertas situaciones particulares. Por ejemplo, causa adicción en el 17% de las personas que empiezan a consumirla en la adolescencia, y hasta en un 50% de las personas que la consumen todos los días. Uno de los genes más importantes que participan en este mecanismo de desarrollo de la dependencia es ANKFN1, localizado en el cromosoma 17; aunque como en otras tantas situaciones, que una persona tenga una variante (alteración) en un gen no quiere decir que vaya a desarrollar un comportamiento o, en este caso, una enfermedad.
4. Es la puerta de entrada al consumo de otras sustancias
Puede ser la «puerta de entrada» al consumo de otras sustancias como la cocaína, paco, éxtasis, cristal, heroína e inclusive medicamentos. Es una droga de fácil acceso para los jóvenes y de relativo bajo costo. Esto no quiere decir que una persona siempre vaya a probar otras drogas, pero sí que tiene un mayor riesgo.
Algunos estudios científicos han demostrado que la sustancia activa del cannabis, llamado tetrahidrocannabinol (THC), aumenta los efectos adictivos de otras drogas. También se ha demostrado en estudios científicos realizados en gemelos que la marihuana destruye el centro de placer en el cerebro, y este mecanismo aumentaría la susceptibilidad de consumir o desarrollar dependencia a otras drogas.
5. Destruye el centro de placer en el cerebro
La marihuana destruye el centro de placer en el cerebro en personas que fuman de promedio cinco cigarrillos (porros) de marihuana al día, cinco días a la semana, por un periodo de 10 años. En realidad, esta sustancia daña el sistema del neurotransmisor dopamina a nivel cerebral. Cuando se analizó en un estudio científico el grupo que fumaba (24 personas) con el grupo control (24 personas), ambos producían la misma cantidad de dopamina, pero los que tenían una dependencia a la marihuana no la procesaban como una sensación placentera. Por lo tanto, si la persona que está fumando un porro lo hace para obtener placer, tiene que tener cuidado, porque a largo plazo no solo no va a sentir placer fumando marihuana, sino no que tampoco sentirá placer al ver una película, escuchar música, leer un libro o tener relaciones sexuales, entre tantas otras actividades.
6. Afecta al rendimiento escolar, aumentando la deserción
Te quema el cerebro causando pérdida de neuronas e interfiriendo en las funciones cognitivas como la memoria, la capacidad intelectual y el comportamiento, afectando en los adolescentes el rendimiento escolar. Un estudio recientemente publicado demostró que los adolescentes que fuman diariamente cannabis antes de los 17 años de edad tienen un 60% menos probabilidades de terminar la escuela secundaria.
7. Aumenta el riesgo de desarrollar psicosis
Aumenta el riesgo de desarrollar esquizofrenia, la forma más frecuente de psicosis, una enfermedad psiquiátrica en la cual la persona no puede distinguir la realidad de las alucinaciones auditivas o visuales creadas por su mente. Se han asociado algunos genes como COMT que, a su vez, participa en el riesgo adictivo a la cocaína, y algunas mutaciones (alteraciones) en este gen a su vez se han asociado al desarrollo de la esquizofrenia paranoide.
Mutaciones en el gen AKT1 localizado en el cromosoma 14 también se han vinculado con una mayor incidencia de crisis psicóticas en general, y psicosis en particular, al estar relacionadas con el consumo de cannabis. Se ha demostrado que las personas que consumen diariamente esta droga y tienen una variante particular del gen AKT1tienen siete veces más riesgo de desarrollar psicosis.
A su vez, en algunas personas que tienen una predisposición genética a tener un mayor riesgo de desarrollar psicosis, el uso de marihuana podría adelantar entre dos y seis años la aparición de la primera crisis psicótica.
8. Causa infertilidad masculina
Esta droga afecta la forma y la movilidad de los espermatozoides, siendo una causa modificable de infertilidad. Un estudio recientemente publicado analizó la cantidad y calidad de los espermatozoides en casi 2000 hombres, y demostró que las personas que presentaban alteraciones en sus células reproductivas (318 hombres) en general tenían menos de 30 años y habían consumido marihuana en los 3 meses anteriores a su muestra de semen.
9. Afecta a los pulmones
El cannabis afecta a los pulmones, irritándolos, como el humo del tabaco. También puede causar efectos similares al cigarrillo como tos diaria y productiva (flemas), y riesgo de desarrollar infecciones en estos órganos (neumonía). Hasta el momento, no se ha demostrado de manera contundente que la marihuana cause cáncer de pulmón.
10. Aumenta el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual:
En algunas situaciones, se fuma antes de las relaciones sexuales, y como altera el comportamiento y es probable que no se use preservativo, hay un mayor riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual como el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), hepatitis B, hepatitis C, clamidia, gonorrea, sífilis, herpes, y tricomoniasis.
Se ha descripto que el cannabis tiene efectos terapéuticos, especialmente en el tratamiento de las náuseas y vómitos. Y en algunos países se indica para personas que están recibiendo quimioterapia para el tratamiento de cáncer. Pero, como es el caso de otras sustancias, es necesario que esa prescripción sea realizada por un médico que se hace responsable de la indicación, dosis, y de la persona en un todo. Hago esta aclaración porque es también importante destacar sus efectos terapéuticos, aunque debe ser en un contexto profesional que incluye cuidado, seguridad y responsabilidad.
No están muy difundidos los efectos adversos que causa esta planta. Lo importante es informarse, y después tomar una decisión al respecto.
Si quieres fumar un porro, aunque te enojes y pienses que estos datos son exagerados, haz lo mismo que haces con la información que conoces sobre el alcohol o el cigarrillo. Consúmelo sabiendo que también tiene consecuencias importantes y negativas.
Por Jorge Dotto