Las mamás de hoy no la tienen nada fácil. Compaginar el trabajo con la familia, los quehaceres de la casa, el marido y los retos personales, producen un ritmo de vida exigente y estresante, lo que puede causar en ellas el Síndrome de Burnout. Y la “presión social” empeora las cosas.
Ellas quieren ser muy buenas en su trabajo y también anhelan ser unas madres de primera: quieren llevar los niños al cole, preparar su comida para que sea más sana, hacerles actividades en su tiempo libre y ser expertas en crianza; ah y también quieren ser ¡unas esposas de película! Las mujeres de hoy se exigen demasiado a sí mismas -en parte por la presión social que las rodea-, pero esta situación les está pasando factura. A este fenómeno le han llamado el Síndrome de Burnout, lo que en español traduce “agotamiento”.
¿Qué es el Síndrome de Burnout?
“El Síndrome de Burnout es una respuesta del organismo cuando ha estado sometido a un periodo de estrés intenso y prolongado, tanto desde el punto de vista físico como emocional”.
El término nació originalmente para describir un estrés crónico de tipo laboral, pero también se ha aplicado a la paternidad. La psicóloga Violaine Guéritault, autora del libro “El cansancio emocional y físico de las madres” , en el que estudia el “Burnout materno” y quien declara haberlo vivido ella misma, establece algunos de los generadores de estrés más frecuentes:
– El trabajo materno implica volver a hacer mil veces las mismas tareas. Tiene que lavar y limpiar. Todo vuelve a estar sucio algunos minutos más tarde, privando a la mujer de ese sentimiento de tarea hecha que da sentido y energía al trabajo.
– Una madre vive numerosas situaciones sobre las que no tiene ningún control. Le gustaría ser capaz de proteger a su hijo de todo, pero a menudo se ve impotente.
– Si hay algo que caracterice a los niños pequeños ese algo es la imprevisibilidad. Por mucho que la madre se planifique el día, lo más seguro es que sus previsiones acaben patas arriba. No es nada raro que, al llegar la noche, algunas madres, sintiéndose abatidas, lleguen a pensar que «no he hecho nada en todo el día».
– A todo ello hay que añadir que una madre no tiene derecho a cometer errores. Ella misma se pone el listón muy alto, y se desespera al comprobar la diferencia existente entre el modelo de lo que querría ser y lo que vive cada día”.
Síntomas del Síndrome de Burnout
Los síntomas se pueden confundir fácilmente con otras enfermedades, sin embargo un especialista puede detectarlo una vez estudie el caso a profundidad.
Los síntomas más comunes son: dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, cambios en el apetito, en el peso y en los patrones del sueño.
A estos le acompañan síntomas emocionales como ansiedad, irritabilidad, depresión, apatía, aislamiento, ganas de llorar, nerviosismo constante, negativismo, dificultad para concentrarse, pérdida del interés, sentimientos de fracaso y de impotencia.
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La persona con Síndrome de Burnout se siente agotada y cansada la mayor parte del tiempo, y si el problema no se trata a tiempo, puede perder la capacidad de disfrutar.
¿Cómo evitarlo?
1. Reconoce que no eres perfecta: eres normal y real
Antes que nada, hay que reconocer que no eres perfecta y no hay nada de malo en eso. Está bien en hacer todo lo mejor posible, ¡pero tampoco debes exigirte tanto! No te compares con otras madres, no anheles la vida de las mujeres que se muestran en las redes sociales porque en realidad “nadie sabe la lucha de nadie”. Así que mejor vive tu vida, ama a tu familia y confía en tus capacidades y en tu instinto materno.
2. Aprende a delegar
Libérate de la necesidad de querer controlarlo todo, aprende a delegar y a confiar en otras personas (esposo, madre, familiares, nana o niñera, guardería, etc.) así no lo hagan tal cual como tú quisieras.
3. ¡Practicidad ante todo!
Sé un poco flexible, sé práctica y relájate un poco; si la casa no está tan reluciente como acostumbrabas pero al menos está presentable, no te preocupes, eso puede esperar.
4. Organiza bien el tiempo
Son tantas cosas para hacer que muchas veces no sabemos ni por dónde empezar. Así que lo mejor es escribir la lista de tareas y asignarle fecha y hora. Esto te ayuda a esclarecer un poco la mente y a ser más eficaz.
5. Busca un momento para ti
¡Saca tiempo para ti o te terminarás quemando! Aunque parezca imposible, hay formas de lograrlo. Una de ellas es pidiendo ayuda a familiares, a personas de confianza o al esposo para que por unos minutos a la semana, cuiden a los niños y así puedas dedicarte a realizar alguna actividad que disfrutas. ¡Recuerda que si la mamá está bien los hijos estarán bien!
Vale aclarar que todas las mamás hemos tenido días difíciles, en el que nos sentimos agotadas y algo irritables, lo que es completamente normal. Sin embargo, cuando una persona padece el Síndrome de Burnout, estos síntomas se vuelven en el estado constante durante un tiempo prologado. En este caso se aconseja consultar a un experto.
Por LaFamilia.info
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