Muchas veces los padres debemos luchar contra la publicidad, la sociedad de consumo y aquellas frases como “es que todo el mundo lo tiene”; y es que son miles de estímulos que a diario alientan a los niños a tener más y más cosas.
Sin embargo, este consumismo puede ocasionar en los pequeños un deseo insaciable de acumular cosas, volviéndose materialistas y egoístas.
Entonces, ¿qué podemos hacer los padres para ayudar a los hijos a ser menos materialistas y menos egoístas? Desde Mercatornet comparten seis pequeñas pautas que no son difíciles de cumplir y que señalan el camino a seguir:
1. Modérate a ti mismo
Este mensaje destinado a los padres es el más difícil pero también el más importante. Distintas investigaciones muestran que los padres que son muy materialistas tienen hijos materialistas. La clave en este punto es analizar qué ejemplo das a tus hijos.
2. Pasa más tiempo con tus hijos que con el dinero
Haz un esfuerzo para pasar tiempo con tus hijos haciendo cosas que no cuesten dinero: ir al parque, pasear en bici, cocinar o jugar a distintos juegos de mesa.
3. Rotación de juguetes
Tus hijos seguramente tengan muchos juguetes así que una opción es guardar algunos de ellos. Esto ayudará a los niños a aprender que no necesitan tanto para pasar un buen rato y además cuando sus padres roten los juguetes y les saquen los guardados los disfrutarán como si fueran nuevos. El tener menos juguetes a mano también puede fomentar la creatividad y la resolución de problemas.
4. Menos recompensas económicas
Algunas investigaciones muestran que los adultos que de niños recibieron recompensas económicas o materiales tales como “si te portas bien te compraré esto…” son más propensos a caer en lo mismo como padres. Para ello, no hay nada mejor que los niños se esfuercen en hacer algo durante un tiempo para valorar lo que es ganar algo, pues es la vida es esto.
5. Enseñar el hábito de “dar” más que “recibir”
Ayudar al otro ayuda a contrarrestar el materialismo. Algunos ejemplos pueden ir desde llevar la cena a un vecino enfermo a regalar algunos juguetes a centros para niños necesitados. Otra opción que se plantea es que el niño elija uno o dos regalos de Navidad para regalar a otros. Eso o una pequeña parte de la paga del domingo.
6. Cuidado con la televisión e internet
Buena parte de este materialismo viene aprendido de estos medios, que además tiene otras consecuencias. Una buena rutina es establecer una cultura familiar en la que quede claro que la televisión, los móviles, las computadoras son un privilegio, no un derecho, y que los padres tienen el poder de controlar el acceso de los niños a estos aparatos.
Otra ventaja adicional es que las familias que limitan el acceso a estos dispositivos tienen mucho más tiempo para hablar y los padres pueden conocer mejor lo que está pasando en las mentes de sus hijos.
Qué tal te parecen estos consejos, no son tan difíciles de seguir, ¿verdad? Es cuestión de proponernos, de enseñar a los hijos que las cosas materiales no son las que nos dan la felicidad, que la generosidad nos hace grandes, a diferencia del egoísmo que nos aleja de las personas y nos aparta de la felicidad.