El fenómeno de la llamada «paternidad robada» e incluso la misma desaparición de esta figura en los hogares crece rápidamente en todo el mundo. Actualmente se calcula que en Estados Unidos unos 12 millones de niños crecen sin su padre biológico, cifra que se ha duplicado desde 1960. En España, el número de hogares habitados por las llamadas «familias monoparentales» es cercana a los dos millones, siendo una amplia mayoría -más del 81%- aquellos en los que el padre está ausente y la única figura es la materna. En México, el último Censo de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía refería un 18% de los hogares conformados por una mujer que vive sola con sus hijos.
Ante el generalizado aumento de la ausencia paterna en el hogar, proliferan estudios y publicaciones que advierten de los efectos positivos o nocivos aparejados a la presencia o ausencia del padre en el hogar y la familia.
Los últimos en hacerlo han sido la psicóloga y psicoterapeuta María José Mántica y el sacerdote y médico Álvaro Rocha, a través de su publicación Papá, no sabes cuánto te necesito. La importancia del padre en el apego.
A lo largo de la publicación, los autores se dirigen a las familias y especialmente a los nuevos padres para que estos «reconozcan la importancia y valor» de su condición, calificando como algo «vital» que tomen conciencia «del lugar que están llamados a ocupar y reconozcan la crisis por la que atraviesa la paternidad»: fundamentalmente, esta supone una «auténtica epidemia» que estaría «causando serios destrozos en la vida emocional» no solo de las generaciones presentes, sino también de las venideras.
Junto con multitud de anexos, documentos, test y «estrategias de cambio» propuestas a los lectores por los especialistas, la publicación de Mántica y Rocha se detiene en el impacto que la ausencia o presencia del padre tiene en el desarrollo de los hijos.
Estos son un resumen de los 9 rasgos que reflejan el «enorme impacto» de la ausencia o presencia del padre:
1. El apego paterno protege del suicidio o el estrés
Entre los cientos de referencias aportadas por los especialistas en Papá, no sabes cuánto te necesito, comienzan destacando a teóricos del apego como Casiano, Newland o Coyl para resaltar que los niños con un apego paterno seguro tienen menos problemas de conducta, mayor sociabilidad y habilidades para hacer amigos que quien carece de este apego. Se da una «estrecha relación entre el apoyo paterno y la regulación emocional» por la que el padre contribuiría, además, a ayudarles a generar estrategias que les permitirán manejar con eficacia situaciones de ansiedad y estrés social.
2. Su ausencia se relaciona a la depresión o el alcoholismo
Entre otros aspectos relacionados al desarrollo socioemocional, destacan que la ausencia de figura paterna desestabiliza «la capacidad del niño a responder al estrés», mientras que su presencia protege no solo de este, sino también de la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, estrés postraumático, tendencias suicidas, trastornos alimentarios o mayor consumo de alcohol en adolescentes.
3. Delincuencia como alternativa al vacío del padre
Mántica y Rocha consideran que la ausencia de padre, al causar desestabilización en la familia y reducir la figura de autoridad, favorece dinámicas que abarcan desde el aumento de la agresividad a una baja autoestima. «La necesidad de llenar el vacío del padre les empuja a buscar grupos o bandas delictivas en la que consumen drogas, pero también encuentran un líder que sustituye la figura paterna«.
4. Aspectos que aporta el padre en lo socio-emocional
Los autores refieren las siete contribuciones socioemocionales del padre al hijo enunciadas por Von Teuber: su presencia «contribuye a crear un ambiente de amor para acoger al recién nacido, al proceso de individualización emocional, pone límites, ejerce un rol de contención de impulsos, marca la diferenciación sexual, hace posible el paso de relaciones de madre-hijo a madre-padre-hijo y ayuda a crear y mantener un sistema familiar del cual formar parte».
5. Favorece un mayor éxito académico… o previene el fracaso escolar
Los expertos remarcan diversos estudios relativos a lo académico no solo relacionan su presencia al éxito académico y al disfrute de estudiar en la escuela, sino que también tienen mayores logros y mejores notas en matemáticas y lectura. Entre otras afirmaciones, los estudios citados de Tach y Schneider recogen que la ausencia paterna en el último año de secundaria tiene fuertes y consistentes efectos negativos, considerando que su ausencia, «en lugar de perjudicar la capacidad cognitiva, aumenta los riesgos de aparición de conductas problemáticas«.
6. Arquitectos del esquema moral, la voluntad y el autodominio
Una de las más destacadas contribuciones -o ausencias- que proporciona el padre a los hijos es el de la construcción de un esquema moral. Según Mántica y Rocha, el padre es uno de los principales responsables de enseñar a los niños pautas morales y de conducta como el fortalecimiento de la voluntad, el control de los impulsos y comportamientos o la capacidad de dominarse, de forma que no enseña solo a «portarse bien», sino también a «ejercer un verdadero autocontrol». Mientras que el apego paterno ayuda al niño a desarrollar sus habilidades morales, su ausencia se ha relacionado a resultados morales deficientes en lo personal, lo familiar o lo social.
7. La ausencia o presencia del padre tiene un «enorme impacto» en la sexualidad
Una de las principales derivadas del apego paterno en las hijas es su efecto de «protección» frente a las relaciones sexuales «irresponsables» o «precoces». Según los estudios ofrecidos por los autores, las mujeres que afirman tener el apoyo o presencia de su padre tienen un 75% más de probabilidades de no quedar embarazada en la adolescencia, un 80% de no tener problemas de delincuencia o depresión y un 50% de cursar estudios universitarios y tener un buen trabajo.
Los autores remarcan «el enorme impacto que los padres tienen en la conducta sexual» a la hora de explicar a sus hijas «cómo deben ser tratadas por los varones o en qué no deben tolerar en una relación sentimental», lo que también las ayuda a «valorarse a sí mismas y poner límites».
8. La ausencia, relacionada a la dificultad de relación
Esta importancia, también vertida sobre los hijos varones, se plasma en que la ausencia del padre se relaciones a una «madurez sexual precoz y mayor promiscuidad«. Al mismo tiempo, los hijos que han sido abandonados por sus padres «padecen a menudo problemas para iniciar relaciones íntimas» y, en general, «los niños que han vivido el abandono generalmente experimentan dificultades en relacionarse con los demás, especialmente en el aspecto romántico».
9. Los hijos e hijas pueden sufrir el divorcio más que los padres
Especial atención merece para Mántica y Rocha los efectos del divorcio y la ausencia patena. Según estos, entre las principales consecuencias del divorcio destaca las carencias de desarrollo integral en niños y niñas: mientras que las hijas se ven afectadas en sus habilidades sociales y emocionales, los niños tienden a sufrir de insomnio, falta de autocontrol, depresión y problemas escolares. La repercusión es tal que los hijos de padres divorciados incluso pueden «sufrir los efectos de la separación mucho más que la pareja misma», debido a que «no tienen control sobre la decisión y porque ocurre para ellos de un modo repentino y sin previo aviso. Para los niños, la noticia será siempre inesperada«, agregan.