Por Aníbal Cuevas – 14.11.2016
Foto: Freepik
Recientemente preguntaba a unos padres que era lo que más les molestaba de sus hijos adolescentes, me contestaron que las malas contestaciones, los silencios, la desobediencia.
Yo les preguntaba acerca de lo que esto generaba, mal ambiente me contestaron.
Luego les pregunté cómo respondían ellos a esta situación. Ante su propia sorpresa me contestaron que con enfados, silencios, monosílabos, acerca de lo que esto generaba llegaron a la misma conclusión que antes, mal ambiente.
Educar es complicado, sin duda, pero cuando el ambiente es malo, cuando las relaciones personales son malas, la misión se vuelve casi imposible. Genera malos pensamientos, la creencia de que el otro hace las cosas para fastidiarme. Esto hace que el ambiente empeore no sólo exteriormente sino en los corazones.
Parece un quicio fundamental que en casa haya buen ambiente, sólo así las relaciones personales pueden ser óptimas para que todos crezcamos como personas, nos queramos y seamos mejores; que de eso se trata, de ser felices haciendo felices a los demás.
A modo de decálogo, he aquí 10 propuestas para mejorar el ambiente en casa. Sin perder de vista que mejorar el ambiente, en cualquier realidad humana, está en primera instancia en mi campo, soy yo quién tiene que dar el primer paso:
1. Procurar un ambiente tranquilo. Reservar momentos para ello, por ejemplo la comida en familia.
2. Fomentar el trato cariñoso entre todos. Por ejemplo saludarse al entrar o salir de casa, ceder el paso, sonreír, preocuparse por los demás.
3. Respetar su intimidad, lo cual no significa no estar al tanto de los amigos y actividades.
4. Acercamientos indirectos (buscar gustos o aficiones comunes con los hijos). Llegar a acuerdos en temas “calientes”: salidas, estudio, orden en casa, etc…
5. Exigir con cariño y respeto. Evitar los sarcasmos y las burlas.
6. Ser modelo de lucha más que conferenciante sobre lo que está bien y lo que está mal.
7. Abrir el hogar para que puedan estar con sus amigos.
8. Fomentar una rebeldía sana, darles razones para actuar frente a las injusticias que tanto rechazan.
9. Enseñarles a pedir perdón pidiéndolo nosotros cuando fallemos.
10. Transmitirles una imagen positiva de sí mismos. Ayudarles a descubrir lo bueno que tienen y a lucha en aquello que pueden mejorar.
Son 10 ideas que espero sirvan de orientación para padres “despistados” y de ánimo para padres cansados.