Cualquiera que sea la razón que haya provocado la ausencia del padre en el hogar, esta situación representa un gran desajuste en los hijos y un duro reto para la madre.
Como sabemos, lo ideal es proporcionarles a los hijos un ambiente familiar sano, armonioso y constituido por papá y mamá, donde exista una relación sólida entre los esposos. Sin embargo, por diferentes circunstancias de la vida, algunos padres se ausentan de la familia, lo cual hace que toda la responsabilidad del hogar recaiga en las madres.
Cuando esta situación se presenta, es importante que la mujer incorpore algunos hábitos en la crianza de sus hijos, los cuales ayudarán a que este vacío del progenitor haga el menor impacto posible. Los siguientes son algunos consejos para estas valientes madres que deben educar a los hijos sin la ayuda del papá.
1. Un patrón masculino
Cuando el padre fallece o se ha apartado totalmente de la familia, es primordial que los hijos tengan un patrón masculino de referencia como un abuelo, tío, primo, etc., con el que identifiquen el rol del hombre. Especialmente cuando hay hijos varones, puesto que algunas situaciones pueden afrontarse mejor entre el adulto y el chico del mismo sexo.
2. Reforzar la voluntad y autonomía de los hijos
Debes reforzar con mayor intensidad la educación de la voluntad y la autonomía, con el objetivo que los hijos no dependan tanto de ti y así puedas abarcar todos los frentes que tienes al mando. Debes delegar responsabilidades acordes a su edad para que todos trabajen equitativamente.
3. Distribución del tiempo
Repartir balanceadamente el tiempo es una tarea de cuidado, debe haber una distribución equitativa en donde los hijos sean los principales benefactores.
4. No descargues en tus hijos las tristezas
Los hijos no deben convertirse en el blanco de tus tristezas, frustraciones y desengaños, en especial cuando son pequeños o adolescentes. Puedes desahogarte con otras personas, pues recuerda que tus hijos que también han quedado sin un padre.
5. Una familia, un equipo
Para los hijos ni para la madre es fácil esta situación, por tanto, es importante que exista una comunicación constante y amorosa. La madre debe buscar un momento para establecer una charla informal con cada hijo para saber cómo se está sintiendo y qué podría hacer la familia para que él estuviera mejor. Hay que enfatizar en que siguen siendo una familia, que saldrán adelante y que ahora más que nunca, necesitan estar unidos y apoyarse los unos a los otros.
6. Fortaleza interior
Aunque creamos que podemos superarlo todo sin ayuda de nada ni nadie, se llegará el día en que ya no podamos más. Habrá que llenarse de fortaleza y lograr sanar esa difícil situación. Será mejor pedir ayuda a la familia, al sicólogo del colegio de los niños, a una amiga, y por cierto a Dios. Ten presente que si la mamá está bien, los hijos también lo estarán.
7. Un tiempo para mamá
El trabajo, la casa, los hijos, la familia, tantas ocupaciones que tiene la mujer sin la ayuda y compañía de un esposo, terminarán agotándola. Lo que menos se necesita es una madre fatigada, malgeniada, extenuada, así que tómate un tiempo para hacer algo que disfrutes y te relaje.