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Cuando un matrimonio decide adoptar, lo hace con toda la conciencia, el amor y la seguridad de haber tomado la mejor decisión, por eso un hijo adoptado es especialmente ¡querido y esperado!
En este proceso, es más que natural que surjan dudas como: ¿cuándo contarle al hijo que es adoptado? ¿Cómo evitar que se sienta mal? ¿Qué hacer cuando pregunte por sus fotos del nacimiento?…
Empecemos por la inquietud más frecuente: ¿Cuándo contarle a un hijo que es adoptado? La respuesta es que no hay una edad ideal. Cuando el niño pregunte, se le contesta sin dramatismo ni explicaciones largas y complicadas, eso sí con todo el amor y la naturalidad del caso. Los momentos más adecuados pueden ser:
– Cuando pregunte por el origen de los bebés.
– Cuando conozca a alguna mujer embarazada.
– Sin embargo algunos especialistas consideran que es preferible decírselo antes de que empiece el colegio y así evitar que se entere por otras vías. Si la noticia se da con tranquilidad no hay por qué preocuparse por sus consecuencias. El niño tiene que percibir que sus padres le quieren exactamente igual que si hubiera sido biológico. Es más, se le debe explicar que él fue un niño especialmente buscado y, por tanto, especialmente querido.
Momentos para hablar de la adopción
Durante las etapas preverbal y verbal temprana, los padres tienen una perfecta oportunidad para comenzar a compartir con el niño el tema de la adopción de una forma tranquila y cómoda y edificar así los cimientos de futuros diálogos. Una buena idea es realizar actividades lúdicas que toquen el tema de la adopción. Tal es el caso de los cuentos e historias que tratan este tema.
Hijos adoptados de 1 a 3 años de edad
Alrededor de los 3 años, el niño comienza a aprender acerca de la familia y a concentrar sus intereses en cómo y cuándo nació. Antes de que pueda entender el proceso de la adopción y las diferentes formas en que puede estar constituida una familia, es necesario que comprenda las formas por las cuales se puede tener un hijo.
Es alrededor de esta edad cuando comienza a preguntarse si crecieron en la barriguita de su mamá; por lo tanto, he aquí un momento oportuno para explicarle el proceso de adopción y las diferentes formas en que un niño pueda ingresar en una familia.
Si tu hijo pregunta por qué no creció en su barriga, puedes contestarle que lo intentaron pero que no lograron y él tuvo que venir de otra barriga. Puedes añadir que ustedes querían tener un hijo, de modo que él creció en la barriga de otra señora, y cuando nació, ustedes fueron a buscarlo y lo adoptaron.
No trates de decir a tu hijo más de lo que él puede entender. A medida que crezca, las informaciones también crecerán y serán más adecuadas según la edad.
Hijos adoptados de 3 a 5 años de edad
De 3 a 5 años, el niño se está alistando para la próxima etapa: enfrentarse al mundo. Comienza a desarrollar la habilidad de explorar, de iniciar proyectos y cuestionar todo lo que ve. Todas esta habilidades le ayudan a continuar la separación de sus padres, a prepararse para salir del mundo seguro de la casa al afuera salvaje y desconocido. Y en el momento que se asome al mundo exterior, va a comenzar a confrontar el hecho de su propia adopción.
Hijos adoptados de 6 y 7 años de edad
Comenzando los 6 o 7 años, el niño puede diferenciar entre adopción y nacimiento como modos alternativos de formar una familia. En otras palabras, reconoce que aunque todos entran al mundo de la misma manera, por el nacimiento, la mayoría de los miembros de las familias lo hacen naciendo dentro de ella. También reconoce que ser adoptado significa tener dos pares separados de padres: los que lo concibieron y los que le acogieron y educaron.
Los niños comienzan a preguntarse acerca de su madre biológica. Este es un buen momento para mostrarles fotografías, cartas o recuerdos de sus padres biológicos, si las hay. En caso contrario, permítele que piense sobre el tema, e incluso que fantasee sobre sus padres biológicos, pues si se les prohíbe hablar del tema, lo verán como algo oscuro, misterioso o negativo, cuando en realidad no lo es.
Es importante ayudar al hijo a aceptar su rol en la familia y a desarrollar un grado positivo de autoestima. Sus curiosidades pueden derivar en temores; que sus padres biológicos aparezcan para reclamarlo, por ejemplo; por eso es tan importante que se le brinde un ambiente de seguridad y amor, que sepa que su familia adoptiva lo necesitaba y por eso lo integró en ella.
Hijos adoptados de 7 y 8 años de edad
Cerca de los 7 u 8 años, el niño comienza a reconocer que la familia normalmente se define en términos de relaciones consanguíneas. Viéndolo así, no tienen vinculación biológica con sus padres, pero sí tiene padres biológicos (y posiblemente hermanos biológicos). Aquí algunos niños pueden comenzar a expresar confusión acerca de su lugar como miembro de la familia.
Hijos adoptados de 9 a 12 años de edad
Entre los 9 y 12 años, los chicos logran una comprensión más profunda de lo que significa el proceso adoptivo. Quizás aflore en esta época los primeros signos prematuros de tristeza o pesadumbre a medida que los niños comienzan a resolver problemas, a establecer prioridades y a buscar relaciones. Es también en estos momentos en que empiezan a ver el lado público de la adopción y a comprender que, socialmente, son diferentes a sus amigos, aunque tal vez todavía no comprendan bien por qué esta diferencia debe importar.
A los hijos adoptivos hay que hacerles énfasis en la autoestima y la seguridad, hay que recordarles que son hijos buscados con toda la conciencia y el amor, que han nacido en el corazón y no en la barriga, pero eso no significa que sean «menos queridos». Tener un hijo adoptado es una bendición y así se lo debemos transmitir a ellos.
Fuente: guiainfantil.com
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