Un pequeño de 6 años ya entiende cuáles son los comportamientos socialmente inaceptables de una persona borracha y las consecuencias del consumo de alcohol.
Por esto es importante que a los niños se les hable desde muy pequeños sobre los peligros de tomar bebidas alcohólicas, dándole las razones apropiadas de acuerdo a su edad.
Según las asociaciones de prevención de alcoholismo, es imperativo prevenir el consumo de alcohol entre los menores de 18 años. Mantener un diálogo abierto y honesto con ellos sobre los daños que ocasiona el alcohol en la salud física, emocional y mental, es darles herramientas para que digan NO a las presiones que durante su vida recibirán de los amigos y el medio ambiente.
La etapa en la que se debe dar mayor énfasis en la prevención del alcoholismo es la pre adolescencia y la adolescencia ya que son edades en las que el joven se está definiendo a sí mismo y descubriendo gustos y hábitos que seguramente llevará consigo a la adultez. Sin embargo el ejemplo de los padres, los amigos y el entorno son los elementos que más pesan en las decisiones de los adolescentes.
Daños del alcohol en menores de edad
Estadísticamente está comprobado que iniciar el consumo de alcohol cuando se es menor de edad, puede generar mayores riesgos de ser un tomador abusivo en la edad adulta. El alcohol tiene un efecto distinto y más profundo en los menores de edad. Estos son algunos de los daños fisiológicos que produce en ellos:
Cerebro: Puede interferir en el desarrollo normal del cerebro, produciendo daño en la corteza frontal (la que determina funciones como el desarrollo del juicio, el raciocinio, la solución de problemas y el control de impulsos). También afecta el hipocampo (centro responsable en buena parte de la atención, la memoria y la orientación espacial).
Corazón: El alcohol sube la presión sanguínea del cuerpo y puede producir latidos irregulares.
Riñones: Afecta el balance de iones y agua que necesita el cuerpo para regular su metabolismo.
Intestino: Impide la absorción de nutrientes en el intestino delgado con consecuencias no solo para el intestino, sino para los huesos y el sistema endocrino.
Acciones de los padres que ayudan a prevenir
Ya que el entorno es determinante en la actitud del niño frente al alcoholismo, es importante tomar acción ante determinadas situaciones que podrían inducirlo a beber alcohol:
- En situaciones donde se presente el consumo de alcohol entre mayores como reuniones familiares y fiestas, asegúrese de que existan actividades alternas o juegos supervisados para los niños, fuera del entorno donde esté presente el alcohol.
- Para disminuir el riesgo de que su hijo comience a tomar alcohol desde temprana edad, es importante que apoye y se interese por las actividades que realiza su hijo. Promueva en él/ella el deporte, el arte, la lectura u otra actividad que lo aleje completamente del ambiente en torno al trago.
- Cultive la autoestima de su hijo, fomentando una percepción positiva de sí mismo. Con una autoestima sana tendrá la fortaleza para decir no a la presión de los amigos y compañeros ante el alcohol.
- Explique a los hijos la diferencia entre consumo de alcohol por parte de los adultos y por los menores de edad. Es importante combatir la idea errónea de que el alcohol no es perjudicial para los menores de 18 años.
Acciones preventivas según la edad
De 8 a 11 años
- Si en una fiesta familiar su hijo/hija le pide que le deje probar un poco de la bebida alcohólica que usted o alguien está tomando, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia lo deje probar el alcohol.
- Explíquele al pequeño claramente los daños que puede ocasionar el consumo de alcohol entre menores de edad y señale los efectos negativos que tiene el trago en aspectos como la apariencia física y en las relaciones interpersonales.
- Usted como adulto no debe tomar alcohol en fiestas infantiles pues envía a los chicos una mala señal. Si el niño está en una fiesta de adultos, programe actividades alternas para los niños, lejos del ambiente del alcohol.
De 12 a 14 años
- A esta edad los hijos ponen a prueba la autoridad de los padres. Por esto es importante saber qué hacen sus hijos cuando usted no está presente.
- Así no parezca, los hijos siguen confiando en la palabra y opinión de sus padres. Por esto, reitéreles cuanto más pueda que el consumo de alcohol es nocivo para ellos.
- Tenga paciencia y conteste a todas las preguntas que sus hijos le hagan sobre el consumo de alcohol. Siempre comunique el mensaje de que el alcohol es inconveniente en esa etapa de la vida e ilegal para los niños, niñas y adolescentes.
- Explíqueles porqué el consumo de alcohol afecta su desarrollo fisiológico, psicológico y las diferencias entre los efectos del alcohol en el cuerpo de un menor de edad y de un adulto.
De 15 a los 18 años
- Esta es la edad en la que la presión de los amigos es más fuerte. Explique a su hijo/hija las características y valores que tiene un buen amigo.
- Escuche la posición de sus hijos y sus contra argumentos. No tome las discusiones como confrontaciones personales. Simpatice, pero no dé el brazo a torcer.
- Enfrente con argumentos los motivos por los cuales sus hijos no deben tomar trago. Enfatice que su cuerpo todavía está en desarrollo y que el alcohol es perjudicial a corto y largo plazo.
- Documéntese y use fuentes alternativas científicas, psicológicas, noticiosas etc. para reforzar sus mensajes
Adaptación del folleto de Bavaria: “Antes de que el alcohol hable con sus hijos, primero hágalo usted”