Por LaFamilia.info
Foto: Pixabay
La llegada de un bebé es un hecho que llena de felicidad el hogar, una nueva personita integrará la familia e implícitamente marcará un cambio en la vida de todos.
Ese cambio, a veces, puede resultar difícil para los demás hermanos, en especial si son pequeños o hasta el momento era único hijo(a), así que estas son algunas sugerencias para los padres.
En las manos de los padres está que la llegada del nuevo bebé sea una experiencia positiva y haya buena aceptación por parte de los hermanos, haciéndoles ver que el nuevo miembro de la familia no será una amenaza para ellos. Por eso, los padres deben hacer una buena preparación desde el mismo momento en que se les da la noticia, durante el embarazo y por último en el nacimiento del bebé.
Cómo prepararlos
Los niños cuando están en sus primeras edades de 1 a los 5 años, es natural que sientan que sus padres ya no los van a querer porque los tendrán compartir con otro hermano más. Así que mamá y papá deben cuidar mucho su actitud y no temer a la reacción del hijo. Deben manejarlo como algo completamente natural, algo muy bueno que le va a pasar a la familia y en especial a él, o ellos, en caso de ser varios hermanos. Los padres también deben aclararles a los pequeños qué deben esperar del bebé; explicarles que va a dormir mucho, comer muy seguido y que tendrán que esperar un tiempo para poder jugar con él.
Lo mejor que puede hacer para preparar a su hijo para la llegada del hermanito, es vincularlo lo más que pueda al proceso del embarazo. Invitarlo a que participe en la decoración de la habitación y en las cosas para el bebé. Estimularlo para que le prepare un regalo de bienvenida. También, puede acudir a los juegos de estimulación prenatal. Hablarle al bebé en el vientre, ponerle música, sentir los movimientos del bebé dentro de mamá, son actividades en los que el pequeño hermanito puede participar, divertirse, compartir con los padres y aprender a querer al nuevo miembro de la familia.
Es importante dedicar tiempo a conversar con los niños sobre sus cosas, sus experiencias, sus inquietudes, sin que tenga que salir necesariamente el tema del hermanito. Déjele saber que él sigue siendo único y su espacio en la vida de los padres nunca lo perderá aunque lleguen más hermanitos.
Así mismo, es importante ayudarle al hijo a pasar más tiempo sin la mamá para que se acostumbre a otras personas como aquellas que ayudarán a la familia cuando nazca el bebé. Es fundamental que el papá se involucre más en el cuidado diario del otro hijo, que lo bañe, le dé la comida, le lea un cuento, lo duerma, etc. Esto, con el fin de que el padre pueda ayudar cuando la madre esté ocupada con el bebé. Y no olvide que cuando se refiera al bebé diga «nuestro bebé» o «tú hermano», para que lo sienta suyo.
Se presentarán regresiones…
En niños de uno a cuatro años es muy normal que comience a comportarse como uno menor: tal vez vuelva a mojar la cama en la noche, o quiera el tetero o biberón, o pida que lo cargue en sus brazos. Tengan paciencia y compréndanlo, estas pequeñas regresiones probablemente sean pasajeras. Hágalo sentir especial y hágale ver las ventajas de ser un niño grande, privilegio que no tiene su hermanito.
Aunque su hijo esté muy bien preparado para el nuevo integrante de la familia, notará una mezcla de emociones encontradas que afectarán su comportamiento. Pero, la dedicación de los padres hará que se diluyan los temores, y que la aceptación sea total en poco tiempo.
Algunas estrategias para la preparación
Durante el embarazo:
Explíquele claramente todas las inquietudes que tenga: las preguntas de curiosidad sobre el embarazo deberán ser explicadas de acuerdo a la edad y maduración, pero nunca las menosprecie.
Relacione el momento del nacimiento con eventos futuros: para los más chiquitos la idea de tener que esperar nueve meses es muy difícil de comprender, es preferible relacionar el momento del nacimiento con eventos o estaciones del año. Ejemplo: nacerá en Navidad.
Introdúzcalo al mundo de los recién nacidos: muéstrale fotos de cuando él era un bebé, y llévelo a visitar amigos o parientes que tengan un recién nacido, para que se familiarice con el llanto, aprenda cómo se alimentan y cuánto duermen al principio.
Llévelo a la consulta con el obstetra: para que escuche los latidos del corazón y lo vea en las ecografías.
Elijan el nombre del bebé juntos: esta debe ser una actividad en familia. Piensen juntos los posibles nombres y dependiendo de su edad, explíquele el significado de cada nombre.
Explíquele con anticipación quién lo cuidará el día del parto: es importante que su hijo sepa de antemano quién estará con él el día que mamá y papá tengan que irse para el hospital.
Luego del parto
La primera visita: dedíquele exclusivamente al hermano, la primera visita para conocer el bebé.
Traerá regalo: es muy buena idea tener preparado algún regalo traído por el nuevo bebé para su hermanito mayor.
No modifique su rutina diaria: si hay que hacer algún cambio en la casa para acomodar al recién nacido, conviene hacerlo con mucha anticipación y con su ayuda, para minimizar confusiones.
Pídale que le ayude a cuidar al bebé: dependiendo de la edad del hermanito, particípelo para que coopere, por ejemplo que al momento del baño sea su ayudante.
Enséñale canciones de cuna para dormir al bebé: las que le cantaban a él.
No fuerce situaciones que él no desee: en los casos en que lo ignore por completo, no fuerce la situación, cuando él lo crea conveniente se acercará solito.
Dedíquele todo el tiempo posible cuando no tenga que cuidar al bebé: cuando el bebé esté durmiendo pase todo el tiempo posible con él. Organícense para que el padre lo atienda mientras que la mamá está con el bebé, de forma que el niño sienta que tiene a uno de sus padres con toda su atención exclusivamente para él.
Fuente: psicologoinfantil.com, babysitio.com, albebe.com