Jordina Fabrés y Venancio Carrión son una pareja española que como muchas otras en el mundo entero han luchado contra la infertilidad.
Después de 7 años de casados de ver que los hijos no llegaban -a pesar de que los médicos les decían que todo estaba bien-, decidieron emprender el camino de la adopción. Sin embargo, esta opción también se agotó por razones políticas del país de origen donde pensaban adoptar.
Fue ahí cuando por recomendación de alguien cercano llegaron a la naprotecnología. Después de dar muchas vueltas, se contactaron en su país con la doctora María Victoria Mena, especialista en el tema y ahí empezó una apasionante aventura que los llevó a concebir su hijo Marc, cuyo nacimiento esperan para finales de noviembre.
¿Qué es la naprotecnología?
La naprotecnología es un proceso científico que busca en la pareja las causas de su infertilidad y trata de aportar una solución respetuosa con la naturaleza humana.
Debe su nombre a las tres palabras que la definen: Tecnología, PROcreadora, Natural. Y se basa en el reconocimiento previo de la fertilidad, normalmente mediante el método Creighton.
En el caso de Jordina y Venancio todo fue muy rápido. Ella relata su proceso: “la doctora nos pidió nuestras gráficas del método de reconocimiento de la fertilidad Billings, que nosotros ya conocíamos, y nos citó en su consulta un día determinado de mi ciclo. Nos solicitó muchas analíticas a los dos y cuando regresamos unos días después con los resultados, vio que a mí, me faltaba progesterona, lo cual impedía la anidación del embrión”. De otro lado, el seminograma de su esposo tampoco estaba perfecto, y la doctora Mena descubrió que era celiaco, es decir, que tenía una intolerancia al gluten.
“A mí me prescribió primero unas vitaminas y el ácido fólico que suele tomar toda mujer que prevé quedarse embarazada. Y poco después progesterona; era muy importante tomarla el cuarto día después de la ovulación, para lo cual me dio unas pautas específicas -respecto al moco cervical- del método Creighton, más preciso que el Billings. A Venancio le recomendó que probara comer sin gluten durante dos meses y después lo añadiera de golpe, pero le sentó tan bien la dieta que no hacía falta añadir el gluten para la comprobación.
Después de tres meses sin probar el gluten, volvió a hacerse un seminograma y los resultados fueron perfectos. Por lo visto, el aparato digestivo tiene mucho que ver con la fertilidad, a él le afectaba. Seguimos estos tratamientos y coincidió justamente estar bien los dos y ¡quedarme embarazada!”, relata la pareja.
Jordina Fabrés y Venancio Carrión en la dulce espera de su hijo Marc
“¡Estábamos tan agradecidos! Teníamos la inquietud de lograr que se hiciera difusión de la naprotecnología en España y nos lo tomamos como una misión. Propusimos a la doctora Mena crear una página web y en septiembre la pusimos en línea”.
La pareja de esposos relata que ha sido muy duro no tener hijos, pero al mismo tiempo, “ha sido una gran experiencia entender que la fecundidad en el matrimonio no es sólo eso, y descubrirla ayudando a otros matrimonios, además del niño que estamos esperando”.
(Te puede interesar también: Tras siete embriones fallidos, Marichu y Juan fueron padres gracias a la Naprotecnología)
“La Napro es fantástica porque, a diferencia de otras alternativas, respeta el acto conyugal. Es un tratamiento para el matrimonio que estudia la infertilidad en pareja, busca una causa y trata de aportar una solución” afirman los esposos Jordina y Venancio.
¿Es efectiva la Naprotecnología?
Esta pregunta se la hace mucha gente. Después de 30 años de implantación en varios países del mundo, y con miles de parejas que han probado este revolucionario método, ya disponemos de una serie de resultados sobre la efectividad de la Naprotecnología:
– Es de 1,5 a 3 veces más eficaz que la Fecundación In Vitro.
– 79% de efectividad en la prevención de abortos involuntarios repetitivos.
– 95% de efectividad en el tratamiento del síndrome premenstrual.
– 95% de efectividad en el tratamiento de depresión postparto.
– Reduce la tasa de nacimientos prematuros en un 50%.
– Reduce la tasa de histerectomía (extirpación del útero parcial o totalmente) en un 75%.
– Con una menor tasa de embarazo múltiple de 3,2%, inferior a la FIV y a otras técnicas de reproducción asistida.
Más información en la web www.naprotec.es.
Alianza LaFamilia.info / Aleteia