LaFamilia.info – 21.02.2023
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Hoy en día el cuidado de la piel es una de las prioridades en hombres y mujeres, en especial después de los 30 años donde hay mayor preocupación por prevenir las arrugas y mejorar las líneas de expresión. Para eso se necesita elegir la mejor crema antiedad, estas claves te ayudarán a identificar cuál es la más apropiada según tus necesidades.
¿A qué edad se debe comenzar la rutina antiedad?
Según los especialistas no existe una edad exacta para comenzar a usar cremas antiedad, pues dependerá de la genética y de las condiciones de cada organismo, sin embargo, alrededor de los 25 años se comienza a perder colágeno (la proteína que proporciona sostén y elasticidad a la piel), por esa razón, esta sería una edad aproximada para comenzar una rutina para pieles jóvenes e ir aumentando conforme van apareciendo arrugas, manchas o lo que se quiera tratar.
Vale aclarar que la protección solar sí debe iniciar desde mucho antes, incluso desde el primer año de vida, puesto que la exposición al sol es uno de los principales factores de envejecimiento de la piel y de varias enfermedades como el cáncer.
Las cremas antiedad son grandes aliadas en el cuidado de la piel pues le proporcionan la elasticidad, firmeza y nutrición que se van perdiendo con el paso de los años, proporcionándole todos los nutrientes y vitaminas necesarios. Sin embargo, a la hora de elegir una crema antiedad surgen muchas inquietudes que te pueden confundir, es por eso que te damos cinco factores que debes tener en cuenta antes de elegir una.
Identifica tu tipo de piel
Este sería el primer paso para acertar en la elección de la crema antiedad. El tipo de piel está determinado por la genética, la parte hormonal y también por factores externos como la edad, la contaminación ambiental a la que está expuesta la persona, el clima, el grado de exposición al sol, la humedad del ambiente, entre otros.
En términos generales existen cinco tipos de piel: seca, sensible, normal, mixta, grasa. Esto es básico saberlo pues de ello dependerá el producto que le traerá mayores beneficios a tu piel y evitarán alterar el ph de la misma.
Define tu objetivo: ¿Qué quisieras mejorar?
¿Quieres mejorar líneas de expresión y arrugas? ¿Aclarar manchas? ¿Tratar el acné y al mismo tiempo antienvejecimiento? ¿O tu objetivo es aumentar luminosidad e hidratación? O de otro lado, ¿quieres corregir ojeras y mirada cansada?
Todo depende de los beneficios que quieras ver reflejados en tu piel. El mercado de hoy es tan especializado que nos ofrece un producto para cada necesidad dependiendo además el tipo de piel; por ejemplo, una persona que quiere mejorar arrugas y tiene piel grasa, tolerará mejor un sérum ligero que una crema de textura oleosa.
Ten en cuenta la edad
Por lo general, las pieles jóvenes necesitan control de grasa y algunas tratar el acné. Mientras que las pieles maduras necesitan tratar la hidratación y signos de envejecimiento. Por eso, la edad es un factor clave que determina el tipo de crema a elegir.
Sé constante con tu rutina antiedad
Las cremas antiedad ofrecen muy buenos resultados, pero en buena parte depende de la constancia en su uso, pues los efectos no los veremos de forma instantánea sino en el transcurso de un tiempo, y tampoco debemos esperar efectos milagrosos, pues la formación de arrugas es un proceso que toma varios años y para detenerlas también se requiere tiempo. Así que, si quieres ver resultados, ten en cuenta que debes ser muy constante con tus rutinas, además aplicarlas de forma correcta y por supuesto elegir productos de excelente calidad.
Recuerda además, que para tener una piel bonita no bastan las cremas antieadad, es necesario tener hábitos saludables en tu día a día como por ejemplo, protegerse siempre del sol y de los rayos UV, llevar una alimentación sana, tomar la cantidad de agua indicada, limpiar el rostro en las mañanas y en las noches, y por supuesto, si usas maquillaje retirarlo siempre en las noches y después aplicar la rutina antiaging . Estos hábitos son determinantes si quieres tener una buena calidad de piel.
Utiliza la cantidad adecuada de producto
La cantidad de producto que aplicas en tu rostro es otro punto importante, pues debe ser en su justa medida, es decir, no debes usar un exceso de producto ni tampoco una mínima cantidad que no alcance a abarcar la zona a tratar. Exagerar en la cantidad puede crear un efecto negativo en la piel, pues puede saturarse y tapar los poros.
Por ejemplo, en el caso en las cremas hidratantes solo es necesario el equivalente al tamaño de un maní o un guisante para cubrir rostro y cuello. Y en el contorno de los ojos, el equivalente a un grano de arroz, de manera que abarque toda la zona de la ojera y la pata de gallina (las líneas de expresión que se forman alrededor de los ojos).
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