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Durante y después de la menopausia se produce una rápida pérdida de masa ósea y muscular. Por esto al llegar a esta etapa de la vida, toda mujer debe iniciar la práctica regular de una actividad física. Caminar, bailar o todo esfuerzo de impacto suave trae grandes beneficios para la mujer a partir de los 45 años.

 

La combinación del paso del tiempo y el sedentarismo perjudican físicamente más a la mujer que al hombre. Este proceso natural genera la pérdida de masa ósea y aumenta el riesgo de fracturas, así como de enfermedades cardiovasculares. Asimismo la mujer tiende a mostrar crecimiento en la cantidad de tejido adiposo, en los niveles de colesterol y puede presentar trastornos psicofísicos. En un gran porcentaje de los casos, dichas dolencias son causa de falta de actividad física.

 

Un estudio publicado en el 2004 por la revista de la Sociedad Española de Medicina General apuesta por programas deportivos suaves para la mujer menopáusica. Afirma que además estos programas deben adaptarse a la edad, a la capacidad motora y a los hábitos y costumbres de la mujer. Es la mejor manera de llegar a la vejez con las mejores condiciones de salud. En dicho estudio se aconsejan los ejercicios aeróbicos, paseos a pie y en bicicleta, el tenis, la carrera, el senderismo, el golf y la natación.

 

Efectos psicológicos

 

Todos los estudios corroboran que el ejercicio físico tiene una intervención directa sobre los procesos del cerebro. Inclusive se dice que este tipo de tratamiento tiene más efectividad que la psicoterapia cuando se trata de combatir males como la depresión.

 

Esto resulta de la liberación de endorfinas, que son sustancias generadas en el área cerebral que, naturalmente, curan el dolor y elevan el estado de ánimo. De ahí que el deporte y la actividad física pueden aliviar los síntomas de ansiedad, irritabilidad, cambios de humor, poco deseo sexual y depresión, con tan solo unirse a un plan de ejercicio.

 

Cómo empezar

 

Si tiene mucho tiempo de no ejercitarse o nunca lo ha hecho, lo mejor es empezar lentamente, con sesiones tres veces a la semana y con una duración de entre 20 y 30 minutos cada una.

 

Conforme tome condición, se puede acrecentar el esfuerzo de dos formas: incrementando el esfuerzo durante las sesiones o, bien, aumentando el tiempo de las mismas.

 

Para obtener un beneficio integral no debe limitarse a un tipo de ejercicio sino alternar los siguientes tres durante sus sesiones de actividad física.

 

1. Actividad aeróbica


Es excelente para el sistema cardiovascular, permite obtener una mejor condición física y quemar grasa. La actividad aeróbica invita a su sistema y a sus músculos a ejercitarse a si mismos. Entre los clásicos de este tipo de ejercicio está el caminar, trotar, correr, nadar, andar en bicicleta, hacer aeróbicos, artes marciales o brincar la cuerda. Sin embargo, las actividades diarias como ir de compras, caminar en un centro comercial, atender el jardín o jugar con los niños, aportan también una cuota de beneficio aeróbico.

 

2. Entrenamiento de flexibilidad


Los ejercicios de estiramiento protegen de las lesiones, mejoran el balance y proveen de una mayor flexibilidad a los músculos. Puede hacerlo con ejercicios como pilates, pelota suiza y yoga, los cuales resultan, además, relajantes y son divertidos.

 

3. Entrenamiento de fuerza


Este tipo de ejercicios ayudan a construir tono y volumen muscular, resistencia y densidad en los huesos. A raíz de que generan masa muscular, aceleran el metabolismo y queman calorías.

 

Para dichos ejercicios se usan las pesas, barras y aparatos estacionarios, por lo que es recomendable que realice en un gimnasio para obtener la totalidad de los beneficios.

 

Fuentes: En Plenitud.com, consumer.es, companiamedica.com

LaFamilia.info
15.12.2008

 

 

En los últimos años el feminismo anti-vida ha desarrollado el concepto de "perspectiva de género" o "equidad de género", con el propósito de replantear todos aquellos temas que considera de vital importancia para la mujer. Sin embargo no hay duda que la "perspectiva de género" representa una de las armas ideológicas más peligrosas para destruir la vida y la familia, y por ende, la sociedad.

 

La perspectiva de género se ha convertido en un concepto tan totalizante, que ya no es un término más en la lista de la jerga del feminismo anti-vida, sino un nuevo modo de ver al ser humano, una nueva perspectiva desde la cual se reelaboran los conceptos de hombre y mujer, sus respectivas vocaciones en la familia y la sociedad, y la relación entre ambos. De este modo los conceptos de sexualidad, matrimonio, vida y familia también se ven radicalmente afectados. De ahí la importancia de analizar, siquiera sumariamente, este concepto.

 

"La sociedad inventa las diferencias"

 

El concepto de "género", acompañado tanto de los términos "equidad" como "perspectiva", a pesar de usarse mucho, por ejemplo, en el texto del Foro de Mar del Plata, no está definido claramente. De hecho, el programa mismo de este foro dice que: "Este concepto de equidad de género aún no es una teoría acabada que sea objeto de consenso, sino un objeto dinámico y un proceso de desarrollo."

 

Sin embargo, el texto también dice que: "Según este concepto, las diferencias entre hombres y mujeres responden a una estructura cultural, social y psicológica y no a condiciones biológicas." En otras palabras, la sociedad inventa las diferencias entre los sexos y éstas no tienen un origen natural.

 

Como resultado, la perspectiva de género niega que, biológicamente hablando, los seres humanos se distingan simplemente en dos sexos: masculino y femenino, y afirma que son más las combinaciones que resultan de las áreas fisiológicas del "sexo biológico", es decir, de los órganos sexuales internos y externos: "No existe el hombre ‘natura'' o la mujer ‘natura'", continúa diciendo el texto del programa, "no hay conjuntos de características o de conductas exclusivas de un sexo, ni siquiera en la vida psíquica." Por eso, a continuación habla de un "continuum" de "intersexos", "cuyo punto medio es el hermafroditismo". De ahí que considere la heterosexualidad y la procreación, no como la sexualidad natural, sino como "otra construcción social biologizada".

 

Consecuencias funestas

 

Las consecuencias de esta forma de pensar son aterradoramente funestas. La perspectiva de género llega a una concepción tan amorfa de la persona humana, que da pie a todo tipo de comportamiento, por perverso que sea. El cuerpo y la naturaleza humana, en sus expresiones de feminidad y masculinidad, pierden toda su relevancia moral, para convertirse en puro instrumento al servicio del placer egoísta.

 

Pero, no se trata solamente de una justificación ideológica del hedonismo, es decir, del lesbianismo, el homosexualismo, la anticoncepción, el aborto, etc., sino de todo un programa para "reconstruir" la sociedad, imponiendo una nueva forma de ver y vivir la sexualidad. El texto dice: "Se plantea la deconstrucción del género como un proceso de subversión cultural".

 

Basado en el escrito de Adolfo J. Castañeda (vidahumana.org)

LaFamilia.info
13.11.2008

 

 

Según las estadísticas el 80% de las mujeres, especialmente entre los 20 y los 40 años de edad, sufren los síntomas de alteración hormonal conocidos como síndrome premenstrual. Sus efectos: retención de líquidos, sensibilidad, cambios de humor, dolor generalizado y fatiga, entre otros.

 

Aunque muchas mujeres se doblegan ante estos síntomas y se resignan a soportarlos, es posible combatirlos a través de dietas acertadas y actividades físicas y de relajación. Solo basta con observar el  propio cuerpo y determinar qué le sienta mejor o peor en esos días premenstruales.

 

¿Por qué se da este síndrome? Porque aunque durante la segunda mitad del ciclo menstrual aumenta la cantidad de la progesterona (hormona femenina), esta misma,  alrededor de una semana antes del inicio del período, rebaja sus niveles drásticamente junto con los de otra hormona llamada estrógeno. Se cree así, que estos diferentes niveles hormonales son los que generan los síntomas del síndrome premenstrual.

 

Entre siete y diez días antes de comenzar la menstruación, una mujer puede sentir algunos de los siguientes síntomas atribuidos a este síndrome:

  • Acné
  • Hinchazón
  • Cansancio
  • Dolor de espalda
  • Dolor en las mamas
  • Dolor de cabeza
  • Constipación
  • Diarrea
  • Antojos de comidas
  • Depresión o melancolía
  • Irritabilidad
  • Dificultad para concentrarse y para manejar el estrés

Tres reglas de oro para combatirlo

 

El síndrome premenstrual puede interferir en nuestras actividades diarias si no se sabe cómo controlarlo. Si bien no existe un protocolo médico para este problema, un estilo de vida más sano ayudará a lidiar con los síntomas. Para esto se deben combatir tres frentes: la alimentación, el sedentarismo y el estrés.

 

Alimentación: En los días previos al periodo trate de consumir lo que menos pueda alimentos que afectan su organismo como la carne, la sal, el azúcar, productos lácteos, frutos secos o especias fuertes, así como el alcohol o la cafeína. Propóngase consumir comidas más sanas y ligeras, como ensaladas y verduras. Beba mucha agua y tome infusiones. Además, asegúrese de abastecer al cuerpo de  vitaminas del grupo B pues le harán falta.

 

Ejercicio: Aunque el deporte es una práctica siempre saludable, en los días previos a la menstruación se vuelve fundamental. Un ejercicio físico suave le ayudará a aliviar los síntomas, tanto físicos como psicológicos. Una caminata o una sesión de piscina son buenas armas para combatir la sensación de tristeza.

 

Estrés: Si al estrés premenstrual se añade el estrés laboral o familiar, será aún más difícil enfrentar los síntomas. Por eso es fundamental que en estos días tome las cosas con más calma y huya de todo aquello que pueda activar sus nervios. Ejercicios de yoga, respiratorios o cualquier otra técnica de relajación, puede ayudarle a liberar tensiones.

 

El descanso también es clave para estos días. Se debe dormir lo suficiente para que el cuerpo pueda afrontar con energía los cambios hormonales. Por último, dedique algún momento del día a alguna actividad lúdica pues le ayudará a relajarse y a controlar los cambios de humor.

 

Fuente: kidshealth.org, mujer.terra.es

LaFamilia.info
26.01.2009

Toda mujer que mantenga relaciones sexuales corre el riesgo de contraer cáncer de cuello uterino, o cáncer cervical, causado por ciertos tipos del papilomavirus humano (o PVH, por sus siglas en inglés). Dicho virus que se contagia en la relación sexual puede causar también problemas como verrugas genitales y cambios precancerosos, que pueden conducir más tarde al desarrollo de cáncer del cuello uterino.

 

Para ayudar a prevenir este tipo de cáncer, recientemente fue creada una vacuna apta para mujeres entre los 9 y los 26 años. Esta vacuna actúa mejor en las niñas y mujeres jóvenes que aún no han tenido contacto con el virus y por este motivo se recomienda para todas las niñas de 11 y 12 años como vacunación de rutina y para todas las mujeres de 13 a 26 años que todavía no la hayan recibido.

 

Sobre el papilomavirus humanos

 

Existen aproximadamente 100 tipos de PVH (papilomavirus humano), y más de 30 se transmiten por vía sexual. Los investigadores llevan un registro de los diferentes tipos de PVH identificándolos con números, como 6, 11, 16 y 18.

 

Algunos estudios epidemiológicos han identificado varios factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de las lesiones precursoras a dicho cáncer.

 

Entre dichos factores figuran la infección con ciertos tipos de papilomavirus humano, las relaciones sexuales a una edad temprana, la multiplicidad de compañeros sexuales, el uso prolongado de anticonceptivos orales, entre otros.

 

La nueva vacuna

 

La nueva vacuna, llamada Gardasil, protege a las mujeres jóvenes contra cuatro tipos de PVH: 16 y 18, que se han relacionado con el cáncer de cuello uterino (o cervical) y 6 y 11, que producen verrugas genitales.

 

Al igual que la vacuna contra la hepatitis B, la vacuna contra el PVH se da en una serie de 3 inyecciones en un período de 6 meses. La primera inyección se aplica en el momento que la persona lo decida. La segunda inyección se debe aplicar dos meses después de la primera, y la tercera, aproximadamente seis meses después de la primera.

 

Dicha vacuna es un líquido que contiene partículas muy pequeñas parecidas al PVH, de modo que el cuerpo rápidamente empieza a fabricar anticuerpos contra los cuatro tipos de PVH.

 

Cabe anotar que ninguna de estas vacunas contra VPH ha sido probada para proporcionar protección completa contra la infección de otros tipos de VPH, algunos de los cuales causan cáncer cervical.

 

Por lo tanto, alrededor del 30% de los casos de cáncer cervical y el 10% de los casos de verrugas genitales no se prevendrán con estas vacunas.

 

Sin embargo la vacunación generalizada tiene el potencial de reducir en dos terceras partes el número de muertes por cáncer cervical en el mundo, si todas las mujeres se vacunaran. Idealmente se debe aplicar a las mujeres previa exposición al PVH, pero también esta indicada en mujeres con vida sexual activa. Para aquellas que ya se infectaron con el PVH la vacuna está indicada pero el potencial de prevención es menor.

 

Fuentes: youngwomenshealth.org, tendencias.diariocorreo.com.ec, pipediatra.blogspot.com

LaFamilia.info
13.11.2008

 

Quien se atreva a alegar que ser ama de casa no es un trabajo de tiempo completo que exige más esfuerzo y destreza que muchos trabajos de oficina, es porque quizá no ha tenido esa experiencia. Contadora, gerente de compras, relacionista, secretaria, chef, chofer, nutricionista, educadora, enfermera, experta en mantenimiento y limpieza, puericultora y psicóloga, son solo algunos de los frentes que las mujeres que permanecen en casa deben cubrir, haciendo de éste un trabajo digno, pero que aún es subvalorado por muchos.

 

No obstante, son cada vez más las mujeres profesionales que están optando por suspender temporalmente su vida profesional para desempeñarse como amas de casa de tiempo completo, y así acompañar a sus hijos de cerca en las primeras etapas de sus vidas.

 

Clara González, ama de casa y quien tiene cinco hijos, defiende su trabajo así: “Para mí, cuidar de mi familia es un verdadero trabajo profesional. Sé que esto desafía la teoría de que el único trabajo verdadero es el remunerado y de que una mujer que deja un trabajo externo para cuidar de la familia está desperdiciando su vida. Yo diría que al contrario, es el que más satisfacciones da.”

 

Sin embargo, no siempre el trabajo en casa es mirado tan positivamente, incluso por las mismas amas de casa. Muchas se sienten frustradas por razones como el descuido de sí mismas (física e intelectualmente) y la falta de apoyo y estímulo de los cónyuges, tanto económica como emocionalmente.

 

Hace falta conciencia

 

Según el Instituto de la Mujer de España, a la ama de casa le corresponde ‘educar’ al los miembros de la familia sobre su labor, pues es ella misma la que impide que esposo e hijos no se impliquen en las labores de casa. “Es el ama de casa la que se echa todo a la espalda, sin concederse ningún tipo de descanso. El promedio de horas que trabajan los fines de semana es casi el mismo que de lunes a viernes. En aquellos hogares donde la mujer no tiene una actividad laboral remunerada, la participación de los cónyuges en el trabajo doméstico es claramente inferior a cuando sí la tiene».

 

La solución a estos problemas es aprender a delegar parte de sus cargas, así como buscar actividades gratificantes. Ser ama de casa no significa estar siempre en casa o permanecer ocupadas en cosas del hogar. Es importante dedicar un tiempo fijo a la semana para reunirse con amigas y a otras actividades.

 

Consejos para combatir el estrés

 

El psicólogo español Javier López ofrece a las amas de casa las siguientes propuestas para hacerle frente al estrés:

 

Deje de negarse. Escuche lo que le dice su cuerpo, pues la naturaleza es sabia. Empiece a admitir libremente el estrés y las presiones. Es el primer paso para desestresarse.


Evite el aislamiento. Desarrolle o renueve las relaciones de intimidad con familiares y amigos. Comuníquese. Comparta sus ideas con los demás. Discuta sus problemas con una persona de confianza, sin que esto signifique que vaya contando sus intimidades a todo el mundo.


Trate de delegar. ¡No lo haga todo sola! Aunque los demás no hagan las cosas tan bien como usted y aunque sea difícil conseguir la colaboración de sus familiares, nadie lo puede todo. Un poco de ayuda de los demás es mejor que nada.


Disminuya la intensidad en su vida. Ordene las tareas por prioridades (es más importante su salud que la guerra contra el polvo de la casa). Aminore su ritmo de vida.


Procure vivir con moderación, pues sólo dispone de una determinada cantidad de energía. Empiece a equilibrar el trabajo con el amor, el placer y la relajación. Fomentar aficiones o crearse alguna nueva (pintar, escuchar música, etc.) es siempre un buen ejercicio antiestrés.


Aprenda a decir No. Cuando las exigencias sean excesivas, tenga el valor de decir No. Contribuirá a disminuir la intensidad del trabajo hablando por sí misma.


Vuelva a calibrar sus valores. Procure distinguir entre los valores realmente importantes de los que no lo son. Lo esencial no es temporal.


Flexibilice sus pensamientos. Trate de exigirse menos, de ser más flexible. Unos pensamientos rígidos, negativos y extremos no le ayudarán en nada. Procure educar sus pensamientos para que le ayuden a ser más objetiva. Siendo objetiva y flexible se encontrará mucho mejor.


Trate de relajarse. Respiraciones profundas y regulares le ayudarán a encontrarse más tranquila, o por lo menos a que la tensión que está sintiendo no vaya en aumento. Y recuerde que, además de la respiración, hay muchas otras formas en las que uno puede tratar de relajarse.


Cuide su cuerpo. No pase comidas por alto, ni abuse de dietas rígidas. No descuide su necesidad de sueño, ni deje de acudir a las citas con el médico. Alivie el estrés mediante la actividad física.


Conserve el sentido del humor. Son muy pocas las personas que se divierten y que sufren de estrés al mismo tiempo.


Fuentes: María Martínez López, Alfa y Omega.

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13.11.2008

 

 

Conocido médicamente como dismenorrea primaria, el dolor intenso durante los primeros días de la menstruación afecta alrededor de un 50% de las mujeres entre la adolescencia y los 40s. En 10% de ellas, esta molestia es tan intensa, que ocasiona una incapacidad de varios días para el trabajo o el estudio.

 

Existen dos tipos de dismenorrea: la primaria, en donde no existe ninguna enfermedad que ocasione el dolor; y la secundaria, en donde el dolor se presenta como respuesta a una alteración ginecológica.

 

El dolor menstrual se inicia cuando el tejido endometrial que será expulsado en la menstruación, produce unas sustancias llamadas prostaglandinas; éstas sustancias crean contracciones en el útero, pero en algunas mujeres estas sustancias se producen hasta 10 veces más ocasionando un espasmo uterino intenso.

 

Ayudas para aminorar la molestia

 

Aunque muchos hablan de la dismenorrea como una ‘maldición femenina', ésta es una condición que, aunque no está relacionada con una enfermedad, puede recibir tratamiento para aminorar las molestias. También hay que recordar que ovular es un privilegio de la mujer y por lo tanto la actitud positiva que se tenga frente a este período del mes es importante en su tratamiento. Por lo tanto, aparte de medicinas que contengan ibuprofeno y naproxeno sódico, las siguientes prácticas pueden ayudar a calmar el dolor y las molestias que causan el cólico:

 

  • - Use compresas calientes o una botella con agua caliente sobre el abdomen.
  • - Camine o haga ejercicio de manera regular, incluyendo ejercicios de balanceo pélvico.
  • - Siga una dieta rica en carbohidratos complejos, tales como granos integrales, frutas y verduras, pero baja en sal, azúcar, alcohol y cafeína.
  • - Practique técnicas de relajación. ………
  • - Hágase masajes circulares suaves con las puntas de los dedos alrededor del abdomen.
  • - Mantenga las piernas elevadas mientras está acostada o recuéstese de lado con las piernas dobladas.

 

Síndrome Premenstrual o SPM

 

El síndrome premenstrual (SPM) es uno o varios síntomas que se presentan entre 5 a 11 días antes del comienzo de la menstruación y desaparecen con la menstruación.

Aunque no se conoce una causa exacta de este síndrome, puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y psicológicos. Se estima que el síndrome premenstrual afecta hasta el 75% de las mujeres durante los años en que pueden procrear.

 

Los síntomas más comunes son:

 

  • Dolor de cabeza
  • Inflamación de los tobillos, pies y manos
  • Dolor de espalda
  • Pesadez o cólicos abdominales
  • Sensación de gases
  • Espasmos musculares
  • Sensibilidad en las mamas
  • Brotes de acné
  • Náuseas
  • Estreñimiento o diarrea
  • Disminución de la coordinación
  • Deseos vehementes por alimentos
  • Menor tolerancia al ruido y las luces
  • Ansiedad o pánico
  • Confusión
  • Dificultad para concentrarse
  • Tendencia al olvido
  • Deterioro del juicio
  • Depresión
  • Irritabilidad, hostilidad o comportamiento agresivo
  • Aumento de los sentimientos de culpa
  • Fatiga
  • Movimientos letárgicos, lentos y perezosos
  • Cambios o pérdida del impulso sexual
  • Paranoia o aumento de los miedos
  • Baja autoestima

Si los síntomas son muy marcados, es importante que su médico realice una historia clínica completa incluyendo un examen físico y, en algunos casos, una evaluación psiquiátrica con el fin descartar otras causas potenciales para los síntomas que puedan ser atribuidos a este síndrome.

Se debe mantener un "diario de síntomas" mínimo durante 3 meses con el fin de correlacionar dichos síntomas con el ciclo menstrual. El diario ayudará a su médico no sólo con el diagnóstico preciso del SPM, sino también con los métodos de tratamiento propuestos.

 

Fuentes: Nataldoc y Medline Plus

 
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Se acerca el Día de la Mujer y si hay un tema propio de la naturaleza femenina es la autoestima. Hay muchas que necesitan un reencuentro con ellas mismas; tal vez, tantos frentes qué atender -hijos, esposo, trabajo, hogar, etc.- han desplazado la lucha por recuperar su valía personal. 

 

El psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden, reconocido por sus libros "Los seis pilares de la autoestima", "La autoestima de las mujeres", "El poder de la autoestima" por nombrar solo algunos, señalaba que para que una mujer logre una verdadera autoestima es necesario que ponga en práctica seis virtudes esenciales: la autoconciencia, la autoaceptación, la autoresponsabilidad, la autoafirmación, la determinación y la integridad personal.

 

Así que partiendo de esto, exponemos las siguientes reflexiones que ayudarán a lograr la conquista del amor propio y a vivir contentas de ser como son, dejando fuera los miedos y complejos que afectan a muchas mujeres:

 

1. Todos los días al mirarse al espejo recuerda que eres hermosa, aunque muchas veces tengas que ahogar una voz interior que te dice: no, no lo eres.

 

2. Ama profundamente tu identidad única y conoce que lo que haces nunca podrá reproducirse. 

 

3. Tú verdadera belleza saldrá a la luz cuando ames con sinceridad a la mujer en ti y contribuyas con tu vida a la sanación del mundo.

 

4. Debes confiar en que sí puedes tomar decisiones por ti misma.

 

5. No le tengas miedo a fracasar o fallar. Recuerda que si nunca fracasas no tendrás la oportunidad de descubrir la fortaleza y el valor que residen en ti.

 

6. Cuando las cosas no vayan como tú las tenías planeadas, permítete sentirte defraudada pero nunca inferior o ridiculizada.

 

7. Procura no ponerte a la defensiva cuando seas criticada o se te llame la atención por algo que está mal.

 

8. No pierdas tu tiempo pensando si eres lo suficientemente buena para esta o aquella tarea. Haz lo mejor que puedas hacer y siéntete satisfecha.

 

9. Ese pensamiento que te hace pensar que no puedes aprender algo nuevo, como un idioma, instrumento musical o conquistar un paso de baile, ¡elimínalo!

 

10. Nunca pienses que tu valor radica en tu belleza o títulos. Si has perdido tu trabajo no permitas que esto te haga sentir que eres una fracasada. Trabaja en recuperarte emocionalmente cuanto antes y sigue adelante.

 

11. Si aspiras a un puesto mejor dentro de tu organización y no aplicas porque no sientes que puedes ser elegida, date cuenta que tu misma te bloqueas. Actúa sin temor.

 

12. Si fuiste a una entrevista de empleo y no lo conseguiste, no pienses que es el fin del mundo. Recrea en tu mente el proceso y descubre a dónde pudiste haber fallado.

 

13. Si tuviste alguna experiencia traumática de niña que te dejó con la sensación de ser fea, gorda, o poco inteligente, identifica eso que te molesta y trabaja diligentemente para sanar tu trauma.

 

14. Si has identificado que te inhibes o retraes en situaciones sociales diversas, rétate a ti misma a comportarte de la manera opuesta.

 

15. No temas a los cambios, confía que estos siempre serán para beneficio del desarrollo de tu personalidad.

 

16. Si te comparas constantemente con alguien, empieza a observar un poco más tus propios logros.

 

17. Pensar bien sobre ti misma quiere decir aceptar el regalo de la vida que Dios Padre te dio al crearte. Agradécelo.

 

18. Cuando hagas algo mal, no te insultes a ti misma con expresiones como tonta o inútil. El inconsciente tiene una capacidad enorme para creérselo. Corrígete.

 

19. Si el chico que te gusta no se fija en ti, no pienses que es porque no eres suficientemente atractiva. Algo mejor te espera. Sé paciente.

 

20. ¿No te ríes de tus propios errores? Aprende a hacerlo y verás que libertad sientes.

 

21. Es bueno estar rodeada de gente que te aprecie y respete, pero si alguna vez no lo hacen no pienses que eso disminuye tu valor.

 

22. Tu cuerpo es el instrumento para la acción. Respétalo y cuídalo.

 

23. Hay un tipo de hambre más fuerte que la de pan. Es el hambre por amor, solía decir la Madre Teresa. Ama quien eres para poder amar a otros sin complejos.

 

24. Si eres madre, tu hija aprenderá a relacionarse de acuerdo a lo que vea en tu propio desarrollo.

 

25. La autoestima es una de las fundaciones humanas más importantes. Es amor incondicional. Que tus hijos sean testigo de ello.

 

Finalmente, recuerda siempre que tu dignidad y valor no proceden de todo lo material que te rodea, la belleza que tengas, lo popular que seas o lo alto que hayas llegado en tu carrera. Su fuente es divina, eterna, hinchada de amor, porque eres una obra de la creación. Por lo tanto, nunca olvides trabajar en tu autoconcepto, en tu valía personal, sólo así podrás dar lo mejor de tí a tu familia, a tu trabajo y a la sociedad. ¡Feliz Día de la Mujer! 

 

Por LaFamilia.info

 

menopausiam16Foto: Pixabay 

 

El 80% de las mujeres presenta síntomas cuando les llega la menopausia y un 50% de ellas los sufre con una intensidad que va desde moderada hasta severa. Por eso, tener una vida saludable y contar con el apoyo y el afecto de los seres cercanos es fundamental para afrontar con tranquilidad las transformaciones que se dan con la llegada de esta nueva etapa de la vida.

 

La menopausia marca para la mujer el fin de su capacidad de procrear. Sin embargo, su llegada no se produce en el momento de la última menstruación, sino que anteriormente van apareciendo en forma gradual y progresiva manifestaciones orgánicas, tales como la modificación de la frecuencia y duración del ciclo menstrual y los calores que invaden el cuerpo (principalmente la cara, el cuello y el pecho).

 

La actitud positiva o negativa de cada mujer frente a los cambios que se dan en su cuerpo alrededor de los 50 años, modifica en gran parte los efectos psicológicos que produce la llegada de la menopausia. Para los especialistas, este acontecimiento no es el fin de la mujer, y solo es el principio de una nueva etapa.

 

"Con la menopausia no se deja de ser una mujer funcional, eso es un mito cultural. En Asia llegar a la menopausia significa un ascenso". Dice el médico ginecobstetra, Ricardo Marín.

 

Síntomas frecuentes

 

Aunque la edad promedio de la menopausia es a finales de los 40s y principios de los 50s, los ginecólogos están de acuerdo en que la herencia de madre a hija puede llegar a determinar la edad en que sucede este cambio. Algunas pueden presentar síntomas a principios de los 40s y otras por el contrario, a mediados de los 50s. ¿Cómo saber cuando este cambio se avecina? Al presentar síntomas como los siguientes:

 

- Alteraciones en el período menstrual.


- Oleadas de calor, sobre todo en la cara, el cuello y el pecho.


- Sudores nocturnos y dificultad frecuente para conciliar el sueño.


- Sensación de tensión, estrés y cansancio.


- Cambios urogenitales como sequedad en la vagina, que pueden causar ardor o dolor durante las relaciones sexuales.


- Usualmente con la edad y en especial al momento de llegar la menopausia la cintura se ensancha, se pierde masa muscular, y la piel puede adelgazarse y perder tonificación.


- Otras mujeres pueden tener problemas con la memoria, o rigidez y dolor de articulaciones y de los músculos.

 

El estilo de vida disminuye los síntomas

 

Algunas recomendaciones relacionadas con los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a disminuir los síntomas y hacerlos más llevaderos:

 

- Llevar una alimentación balanceada baja en grasa, alta en fibra y con abundantes frutas, verduras y granos integrales.

 

- Conservar una rutina semanal de ejercicios.

 

- No fumar.

 

- Darse tiempo para descansar y divertirse.

 

- Dormir lo necesario.

 

- Frecuentar a su médico pues cada mujer es un mundo diferente y los tratamientos no son los mismos para todas. A partir del análisis de cada paciente, el especialista definirá qué tipo de terapia es la más adecuada y la complementará con cambios en sus hábitos y estilo de vida.

 

- Aunque aún existen diferentes opiniones entre los médicos acerca de los riesgos de utilizar la terapia de suplencia hormonal de estrógenos para combatir los síntomas de la menopausia, este método sigue siendo uno de los más utilizados para mejorar la calidad de vida de las mujeres.

 

Reacciones psicológicas durante la menopausia

 

La llegada de la menopausia produce a menudo reacciones en el plano psicológico, tales como cambios de humor, inseguridad, temor al futuro, tristeza, angustia, depresión, etcétera.

 

¿Cómo afrontar ese cambio y lograr que en lugar de prevalecer los sentimientos de pérdida y vacío se hallen nuevas posibilidades de realización personal? Cada persona es un individuo único e irrepetible y la manera en que responde a las situaciones de la vida es el resultado de factores personales, sociales y culturales.

 

La llegada de la menopausia no es igual para la mujer que se siente realizada con su maternidad como para la que siente que desaparece su posibilidad de ser madre biológica. Tampoco para aquella que ha depositado toda su energía en la constitución de una familia y suele empezar a dividirse en ese momento ya que los hijos se van independizando, que para aquella que ha desarrollado otros intereses personales.

 

La relación de la mujer con su cuerpo y su valoración personal (autoestima) versus el afán por conservar una imagen “siempre joven”, es otro de los muchos aspectos a considerar para comprender la situación de cada una en particular.

 

Sola o con asesoramiento profesional, deberá realizar una tarea compleja que implica conectarse consigo misma, con su historia, aceptar pérdidas, elaborar duelos, hacer propios logros personales y encontrase con sus aspectos creativos. Es un tiempo de balance, la oportunidad de evaluar, de aprender de lo vivido y de proyectar el futuro.

 

Fuentes: En Plenitud.com, El Tiempo.com

LaFamilia.info
13.11.2008

 

 

Es indudable que la discriminación contra la mujer siempre ha existido y que es necesario condenar y erradicar toda acción que margine a una persona por el solo hecho de ser mujer.

 

El movimiento feminista en países como Estados Unidos, originado en el siglo XIX, comenzó con una filosofía pro justicia, igualdad y respeto a todo ser humano. Aquellas feministas lucharon por los justos derechos de la mujer y lograron mejoras para el sexo femenino. Nunca se les hubiera ocurrido exigir legalización del aborto, como un "derecho". Para las fundadoras del feminismo, el aborto era el asesinato de un niño.

 

¿Pero es éste el mismo movimiento feminista de hoy? ¿Qué le sucedió a aquel movimiento idealista que dio buenos frutos en sus comienzos?

 

El cambio más significativo en la dirección y los objetivos del movimiento feminista se dio con el libro "The Feminine Mystique" (El Mito de la Femineidad) cuya autora, Betty Friedan, es considerada por muchos como  "La Madre" del actual movimiento feminista. Al adoptar la nueva filosofía del "yo primero", propuso a las mujeres que sólo se podrían sentir "verdaderamente realizadas" y felices si lograban obtener triunfos fuera de su hogar, y que el ser esposa y madre era la más indigna y denigrante de todas las labores que podía realizar la mujer.

 

Este nuevo feminismo por lo tanto llegó a la conclusión de que la mujer sólo podría lograr su máximo potencial si se liberaba de la "carga" de la maternidad. Es decir, que de acuerdo a estos nuevos valores, que difieren de los valores de las primeras feministas, el próximo paso era que aceptaran como prioridades nuevos objetivos materialistas y egocéntricos.

 

Rechazo de la maternidad

 

Puesto que las nuevas feministas buscaban la igualdad con el hombre y la capacidad de ser madre es precisamente lo que más distingue a la mujer del hombre, la maternidad se convirtió para ellas en el mayor obstáculo. A partir de entonces la sexualidad y la reproducción ya no fueron considerados por las feministas radicales regalos de Dios y a los niños se les vio como una carga y no una bendición. De ahí que las nuevas feministas comenzaran a demandar el "derecho" a la contracepción primero, y más tarde siguiendo el mismo falso razonamiento, al aborto a petición.

 

Este trágico cambio de rumbo del movimiento feminista les ha costado la vida a más de 43 millones de niños por nacer en EE.UU. en los primeros 30 años de aborto legal. Además ha dejado una estela de muertes maternas y grandes números de mujeres física y psicológicamente dañadas por abortos legales, que supuestamente eran "seguros e inocuos".

 

Hora de contrarrestar la falsa percepción

 

Ante estas posiciones radicales visiblemente anticristianas, la mujer no puede seguir siendo espectadora. Es hora de que asuma su papel de protagonista en el cambio social y recupere su lucha por su verdadera realización y desarrollo.

 

Si es cierto que la mujer ha atravesado en los últimos años una severa crisis de identidad pues no sabe si vivir de acuerdo a su naturaleza o al mundo que la rodea y la manipula, también lo es que cuando se habla del futuro de la mujer se habla del futuro del mundo. Es ella quien humaniza todo lugar y espacio en donde se desenvuelve.

 

A la mujer moderna se le han abierto las puertas en muchas áreas en las que nunca pensó participar. Sin embargo en el afán de abrirse brecha en nuevos ámbitos de la sociedad, ha perdido el rumbo de su misión y de su propia identidad. No obstante hay que reconocerle  su riqueza y su capacidad de aporte en el campo de los valores y su papel como madre y esposa.

 

¿Qué podría hacer la mujer latina? Antes que nada, necesita informarse y organizarse. Muchas mujeres latinas que ahora viven en los Estados Unidos y que han visto el daño ocasionado a la mujer de hoy por el falso feminismo, están preocupadas de que ocurra lo mismo en sus países de origen.

 

Por esto, las mujeres deben levantar su voz en sus países para defender a la familia, el matrimonio, la maternidad y los valores religiosos. Deben informar a los presidentes de sus países que las líderes del movimiento radical femenino no representan a la gran mayoría de las mujeres, y por lo tanto no deberían ser nombradas como delegadas a conferencias internacionales.

 

Las verdaderas feministas, es decir las que quieren que la mujer recupere su papel como portadora de valores, necesitan obtener status de organización no gubernamental (ONG) ante la ONU, y enviar delegadas a las reuniones de dicho ente para luchar por las familias y por las verdaderas necesidades de las mujeres.

 

Basado en artículos publicados por Mujer Nueva y vidahumana.org