Llevo 10 años de matrimonio por la iglesia, con una persona con celotipia, pero me sometí por completo y soporte uso y abuso. Hace tres meses murió mi padre y fue como si despertara de todo ese maltrato y le dije finalmente que queria separarme. Tengo 2 hijas (8 y 6 años), el acepto entrar a tratarse con siquiatra, pero no puedo creerle que va a cambiar, no puedo borrar lo que me ha hecho y ya deje de sentir hasta ese miedo que me invadia estoy como un tempano de hielo, pero tranquilo solo quiero que no este mas en mi vida, pero el insiste en que va a cambiar, llora, en fin, y me dice que solo me daria el divorcio si le firmo algo donde estemos en igualdad de condiciones para estar con las niñas, porque no va a permitir que yo le quite sus hijas. No soporto ésto, no sé que hacer, no dejo de sentirme chantajeada, por favor alguna dirección me ayudaría !!!
RESPUESTA:
Es comprensible tu sentimiento de desesperación. Han sido 10 años de aceptar e incluso esconder situaciones agobiantes para ti. Debes pensar primero que todo que tu esposo padece una enfermedad, un trastorno que requiere ayuda profesional para que el pueda aprender a amar sin hacerte sufrir y sin sufrir el mismo. Ese es el problema de los celos enfermizos: quien los padece va quitándole libertad, alegría y disfrute a su pareja, pero también sufre enormemente.
Es cierto que el amor soporta mucho, pero nunca una relación es sostenible en el tiempo si uno de los dos lleva semejante carga. Está bien que hayas dejado de validar y justificar los comportamientos de tu esposo. Hazle saber claramente tus límites y exige cambios concretos. Dile serenamente que no volverás a permitir que atente contra tu intimidad o tu dignidad y deja claras con él las consecuencias si se llegara a repetir.
Lo positivo de la situación es que tu esposo es consciente de que necesita ayuda y quiere buscarla. Deberías darle esa oportunidad y comenzar con un tratamiento profesional inmediatamente. Imagino que debe ser difícil volver a confiar, pero toda persona merece que la creamos capaz de cambiar. Vale la pena luchar por ese matrimonio , más aun cuando hay hijos de por medio que merecen unos papás y una familia unida. Si el deseo de cambio de tu esposo es sincero vas a ver cómo es posible reconstruir con el tiempo muchas cosas que en este momento crees perdidas.
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