Colaboración Francisco Gras – 27.07.2015
Criticar es censurar, notar o vituperar las acciones o conductas de otros. La crítica puede estar a nivel individual, a nivel colectivo, en trivialidades y en grandes temas, en nuestra vida cotidiana y sobre nuestro pasado.
Entre criticar y difamar a personas o instituciones, hay una raya muy sutil, que se suele saltar muy fácilmente.
La crítica constructiva es necesaria para mejorar las cosas, máxime si los interesados la piden. De esa crítica, pueden salir soluciones a las inquietudes y evitar los errores, que no habían visto. Diferente a la crítica destructiva, la cual tiene un componente de envidia, daño o malas intenciones. Este tipo de crítica no aporta soluciones, ni alternativas, ni nada para resolver los problemas de lo criticado, suele ser dañina para el que la recibe, y declaratoria de la mala personalidad del que la realiza.
¿Por qué criticamos a otros?
La crítica es la ciencia del engaño, ya que aunque creamos que somos íntegros y honestos con nosotros mismos, todos tenemos unas fuerzas contradictorias, que nos conducen a criticar a los demás, aunque nos moleste enormemente que nos critiquen.
¿Por qué no nos criticamos a nosotros mismos? Porque es muy duro mirarse en el espejo y enfrentarse a nuestra propia la realidad, aunque hayamos criticado lo mismo a otras personas. Nos suelen faltar fuerzas, para hacernos una buena crítica. El mejor método de auto crítica, es un profundo examen de conciencia.
Criticar a las personas que se dicen amadas, como cónyuge, hijos, padres, familiares o amigos, sacando a la luz pública sus defectos ocultos o situaciones comprometidas, es una de las formas de hacer más daño, pues el que la oye, debe pensar que la crítica salida de la persona amada, es más fuerte que si fuera de un enemigo o desconocido.
20 Reglas de oro para aprender a no criticar
No se puede creer en todo lo que nos dicen sobre los demás y mucho menos criticarles, ya que la mayoría de las veces, los críticos desconocen los motivos o razones de lo que critican. La mayoría de las personas, suelen hacer sus críticas con perjuicios basados en sus temperamentos, criterios, sentimientos, ambiciones y amor propio, exagerando las posibles faltas de otros. Las siguientes reglas ayudan a evitar la crítica que destruye a los demás, y por ende, a uno mismo:
1. Intentar que los comentarios sean útiles y no produzcan daño, aunque no satisfagan tus malas intenciones. Todo el mundo tiene derecho al honor.
2. Procurar realizar una crítica constructiva, evitando mencionar los defectos personales o sociales de su grupo.
3. Intentar que la crítica sea constructiva, para que pueda sacar a relucir lo mejor del que la hace y del que la recibe. Que para ambos sea lo contrario de lo que se obtiene, con una crítica destructiva.
4. Que la crítica nunca sea un ataque personal, entre el que la hace y el que la recibe.
5. Que la crítica tenga siempre un lenguaje apropiado y realista, sin hostilidad ni arrogancia. Frases recomendadas para iniciar: En mi sincera opinión, a mí me parece que… Puedo equivocarme, pero creo que…
6. Antes de criticar constructivamente, debes estar muy bien informado de que, lo que vayas a decir, sea toda la verdad, no medias verdades. Esto refuerza la credibilidad del que critica.
7. Antes de criticar, evita o neutraliza las emociones fuertes o las situaciones fuera de control de tus sentimientos y las influencias negativas ajenas.
8. Trata de impedir que tus críticas produzcan en la otra persona, sentimientos de vergüenza, humillación, desprecio, burla, incompetencia, vulnerabilidad, etc.
9. Procura que las críticas sean constructivas, objetivas, positivas, etc. para que puedan contribuir al bien de las otras personas.
10. Utiliza solamente la crítica sobre los errores del pasado, como soporte para mejorar el futuro.
11. Que la crítica sirva para crear lazos de empatía y no de separación.
12. Antes de criticar, mira si tienes una viga en tu ojo, que te impide ver la paja en el ajeno.
13. Previamente a criticar, razona profundamente sin dejarte llevar por tus preferencias personales. Deja aparte las preferencias o reacciones relacionadas con tus gustos o disgustos.
14. Toma el tiempo necesario y reflexiona mucho, antes de hacer alguna crítica, por muy políticamente correcta que sea y muy insistente la petición de hacerla. Una vez lanzada, es imposible pararla.
15. Da el tiempo que sea prudente y justo, para que el criticado pueda contestar, conocer la opinión de la otra persona, ayuda a centrar la situación y puede ser beneficioso para ambos.
16. La crítica constructiva y justa, no crea amigos ni enemigos, si está hecha con conocimiento, tacto, autoridad y respeto.
17. No critiques si no sabes si esa crítica, va a servir para mejorar a la otra persona.
18. La crítica es el cáncer de corazón, que contamina a otros.
19. La crítica produce una desazón y angustia, que solamente se cura con el arrepentimiento y la petición de perdón.
20. Aceptar las críticas ajenas, es un acto de personalidad y de dominio del intelecto.
Colaboración de Francisco Gras –Blog Escuela para padres– para LaFamilia.info. Derechos Reservados.