Se dice que los amigos son la segunda familia además de ser aquellos en quienes confías, éstos se dan en distintas etapas de la vida, en diferentes grados de importancia y trascendencia.
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Llega un momento de la vida, en que los hijos nos convertimos en los padres de nuestros padres, por vejez o enfermedad de éstos.
Ahora más que nunca, el ser abuelo significa participar en la educación de los nietos ya que en muchos hogares, los padres que están ausentes la mayor parte del día prefieren que los abuelos cuiden de los niños, antes que dejarlos en manos de empleadas o niñeras.
No es cuestión de edad, sino de actitud. El abuelo moderno es aquel que es amigo de sus nietos; se interesa por no quedarse atrás en cuestiones de tecnología; se mantiene al tanto de las últimas noticias; está abierto a nuevas ideas y concepciones de la vida, pero al mismo tiempo conserva tradiciones de los abuelos de antes.
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La vida actual está adecuada a la medida de los jóvenes: los trabajos, los sitios de entretenimiento, los autos, las comunicaciones, las ciudades, las viviendas… ¿y dónde quedan las personas mayores? ¿Acaso se nos olvida que algún día estos jóvenes también envejecerán?
Actualmente el rol e importancia de la familia se ha ido minimizando y con el paso de los años, se ha ocasionado crisis en la sociedad; se ha delegado la función de los padres de familia, se han imitado costumbres de otras culturas; todo es normal o relativo.
Los nietos necesitan aprender sobre sus raíces, y esas raíces son sus abuelos. Como conocedores del pasado y presente de la vida familiar, los abuelos se convierten en los principales depositarios de la historia familiar y, por lo tanto, son fuente de referencia para las generaciones más jóvenes.
Los abuelos son, en la mayoría de los casos, personajes inolvidables en la vida de los niños. A continuación 15 pequeños de 8 años describen de una forma graciosa pero real, la forma cómo ven a sus abuelos, esos personajes de edad que son amorosos y ante todo generosos con sus nietos:
La familia, que inicia desde el momento en que se une hombre y mujer para juntos alcanzar su máximo esplendor, para desarrollarse como proyecto único e irrepetible en el que articulados construyen un universo maravilloso, del cual podrá surgir ese ser magnífico llamado: hijo; y que se complementan uno a otro; se va fortaleciendo día a día con los detalles, el amor, la comprensión, la aceptación y el apoyo mutuo.