Incorporar las prácticas cuaresmales en la vida cotidiana de los niños no siempre es fácil. Sin embargo, con un poco de creatividad, es posible encontrar maneras de acercarlos a la Cuaresma, haciéndola significativa y accesible para ellos.
Esto es precisamente lo que ha logrado la escritora y profesora Katherine Bogner en su más reciente libro, All about Lent & Holy Week: Sharing the Seasons of Repentance & Salvation with Children (Todo sobre la Cuaresma y la Semana Santa: Compartiendo las temporadas de arrepentimiento y salvación con los niños), ilustrado por Shari Van Vranken. A través de sus páginas, los pequeños pueden descubrir el sentido bíblico de la Cuaresma, sus ritos y cómo vivirla mediante devociones, tradiciones y pequeños sacrificios. El National Catholic Register ha seleccionado siete de estas prácticas para compartirlas.
1. Sacrificios y oraciones “adaptadas”
Consciente de que para un niño puede ser demasiado un sacrificio para cada día de la temporada, es fácil elaborar una lista con multitud de formas en que la familia puede rezar, ayunar y practicar la caridad en conjunto.
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“Los gestos podrían parecer pequeños, pero también dar mucho fruto a lo largo de la Cuaresma: rezar un misterio del rosario de camino al colegio, no ver la televisión, no escuchar música durante un día o vaciar los armarios y recoger ropa que donar”, enumera. Una vez elaborada la lista, su puesta en práctica es tan sencilla como rellenar con un “hecho” en cada una de las prácticas seleccionadas.
2. Rezar el Vía Crucis en familia
La escritora también invita a rezar el Vía Crucis en familia, usando para ello formatos o ediciones infantiles para que los niños puedan rezar y meditar en la pasión. Entre otras ideas, también propone recrearlo como sucede con los belenes o pesebres vivientes de niños, o ir toda la familia a la parroquia para caminar y meditar en las estaciones mientras se le explica a los pequeños lo sucedido.
3. También hay cocina de Cuaresma
La maestra recuerda que Adviento o Navidad no son las únicas temporadas con recetas asociadas. Por ello, se invita a poner en práctica también la elaboración de recetas en familia apropiadas para la abstinencia de los viernes. También habla de los pretzels, cuyo consumo se remonta a los cristianos del siglo IV, que moldeaban los panes en forma de brazos cruzados, en alusión a una de las formas más extendidas de rezar.
4. Usar los cinco sentidos: desde el incienso a la ceniza
Otra de las propuestas de la maestra es la de asociar la oración de los pequeños al uso de los cinco sentidos durante la Cuaresma, llena de oportunidades para ello: desde la imposición de las cenizas, hasta portar los olivos el domingo de ramos -el 13 de abril-, observar el uso de la luz y la oscuridad en el Triduo Pacual, la importancia del agua bendita durante la vigilia pascual o los olores del incienso.
5. Un modelo de arrepentimiento para los niños
El sentido penitencial de la Cuaresma se puede transmitir de muchas otras formas además de acudiendo a la confesión. En familia, el sentido de encaminarse a Dios también a través del arrepentimiento puede aplicarse mediante prácticas de perdón mutuo en familia, incidiendo ante los pequeños en las enseñanzas sobre cómo pedir perdón o cómo perdonar, así como favorecer su preparación para la confesión si tienen la edad suficiente.
6. Detenerse en las historias y vidas de santos
Bogner propone reforzar en Cuaresma la práctica recomendable durante todo el año de conocer y leer las vidas de los santos, especialmente los asociados a esta época litúrgica. Así, a las historias de la Virgen María y los apóstoles y su participación en la pasión, muerte y resurrección del Señor, se pueden añadir otras como la de Santa Verónica, que enjuagó el sudor y la sangre de Jesús, Simón de Cirene, que le ayudó a llevar la cruz, San Dimas, el buen ladrón que agonizó junto a Él, o Longinos, el soldado que le atravesó el costado. “Aunque se sabe poco sobre ellos, tenemos mucho que aprender sobre cómo seguir a Cristo como ellos lo hicieron en Semana Santa”, comenta.
Este eBook es perfecto para este propósito: “Historia Sagrada. Héroes y sucesos que conmueven a niños y adultos”.
7. Seguir la Pasión con el Evangelio
Como último llamado, invita a recorrer la Semana Santa en familia en torno al Evangelio, especialmente cuando no se pueda acudir a los oficios. “Cada día podemos ayudar a los niños a ver que cada acción de Jesús muestra su amor por nosotros y conduce a su plan perfecto para nuestra salvación”, explica.
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