Tradiciones familiares, pequeños tesoros de cada familia
Cuando los adultos hacemos memoria del pasado, recordamos actividades en familia que se repitieron año tras año y que nos brindaron gran felicidad.
Aniversario de bodas: el amor, el invitado más especial
Las familias que celebran los aniversarios de bodas de sus padres y abuelos, reafirman cada año el valioso significado de esa unión que va dejando un legado de amor.
Algunas familias tienen la buena costumbre de celebrar el aniversario de bodas de los padres y abuelos con una Eucaristía para dar gracias a Dios por esa unión que ha perdurado a través de los años. En los aniversarios de plata y oro, es también usual realizar una ceremonia especial para renovar el compromiso matrimonial con la bendición sacerdotal.
La nueva edición del Ritual del Matrimonio (edición castellana 1996) ofrece apartes para las celebraciones en los aniversarios del matrimonio. Entre ellas está la «Bendición de los esposos dentro de la misa» (números 487-501). En una misa dominical, por ejemplo, aunque se conservan las lecturas propias del domingo, hay unos momentos en que los esposos adquieren un protagonismo especial.
Estos son los apartes para dar gracias a Dios en la misa por la unión matrimonial:
1. Renovación del compromiso matrimonial y bendición de los esposos
Después de la homilía, si los esposos quieren renovar en voz alta su compromiso matrimonial pueden hacerlo así:
Esposo: Bendito seas, Señor,
porque ha sido un regalo Tuyo
recibir a N. por mujer.
Esposa: Bendito seas, Señor,
porque ha sido un regalo Tuyo
recibir a N. por marido.
Ambos: Bendito seas, Señor,
porque nos has asistido amorosamente
en las alegrías y en las penas de nuestra vida.
Te pedimos que nos ayudes
a guardar fielmente nuestro amor mutuo
para que seamos fieles testigos
de la alianza que has establecido con los hombres.
Sacerdote: (mientras, si se quiere, los esposos se dan la mano):
El Señor os guarde todos los días de vuestra vida.
Que él sea para vosotros consuelo en la adversidad,
compañero en la prosperidad,
y derrame copiosamente sus bendiciones sobre vuestra casa.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén.
2. Entrega de los anillos
A continuación, si los esposos presentan los anillos del día de su boda, el celebrante dice esta oración:
Acrecienta y santifica, Señor,
el amor de tus servidores
pues se entregaron mutuamente
estos anillos en señal de fidelidad,
haz que progresen en la gracia del sacramento.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/ Amén.
3. Oración sobre los esposos
Después del Padrenuestro, el sacerdote dice esta oración con las manos extendidas sobre los esposos:
Te alabamos y te bendecimos, oh Dios, creador de todas las cosas, que al principio creaste al hombre y a la mujer para que formaran una unidad de vida y de amor.
También te damos gracias porque te dignaste bendecir la unión familiar de tus servidores N. y N. para que fuera imagen de la unión de Cristo con su Iglesia.
Tú que los has mantenido unidos por el amor en sus penas y alegrías, míralos hoy con benevolencia.
Renueva constantemente su alianza nupcial. Acrecienta su amor, fortalece su vínculo de paz, para que rodeados por todos los que les quieren gocen siempre de tu bendición.
Por Jesucristo Nuestro Señor. R / Amén.
Cómo celebrar el aniversario
Además de la Eucaristía, hay familias que festejan su aniversario de bodas con una cena o con un espectáculo especial. Si usted es de aquellos a quienes les gusta celebrar esta ocasión con “bombos y platillos”, le detallamos a continuación el significado simbólico de cada año para que tenga toda la información que necesite:
1 año: Papel
2 años: Algodón
3 años: Cuero
4 años: Lienzo
5 años: Madera
6 años: Hierro
7 años: Cobre
8 años: Bronce
9 años: Cerámica
10 años: Estaño
11 años: Acero
12 años: Seda
13 años: Encaje
14 años: Marfil
15 años: Cristal
20 años: Porcelana
25 años: Plata
30 años: Perla
35 años: Coral
40 años: Rubí
45 años: Zafiro
50 años: Oro
55 años: Esmeralda
60 años: Diamante
Fuente: 6865.blogcindario.com, zuzaro.com
Navidad, niños y buenos modales: ¿cómo lograrlo?
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En esta época donde abundan las reuniones sociales, cenas y celebraciones religiosas, los padres han de prestar especial atención a las buenas maneras que sus hijos presentan en este tipo de escenarios, los cuales involucran el acato de las normas de urbanidad y la adecuada interacción con otros.
Como ya se ha mencionado en entregas anteriores, las buenas maneras son la expresión de lo mejor que hay en nosotros para darnos a los demás, como una muestra de respeto y atención, ubicándonos ambas partes en el mismo nivel y dándole a entender al otro que es tan valioso como lo soy yo. Además, expresan el nivel de conciencia que tenemos hacia la dignidad de los otros.
Es por eso, que una época tan maravillosa como ésta, no puede estar despojada de los modales, que no son otra cosa que la expresión de paz, armonía y amor; banderas de la Navidad. Los siguientes son algunos de los espacios propios de estas festividades, donde tanto grandes como chicos, debemos sacar a relucir la buena educación.
Los buenos modales en la mesa
Un indicador de la crianza de un niño es la forma como se comporta en la mesa. El ejemplo y las costumbres sanas a la hora de comer, son determinantes en los buenos modales de los hijos. Repase con ellos cada uno de los siguientes puntos:
– A no ser de que sea un niño pequeño que apenas comienza a utilizar los cubiertos, siempre se deben usar el cuchillo y el tenedor para comer, no las manos.
– La comida es para llevar a la boca, no para jugar, por eso no se hacen bolitas con las migas de pan, ni nada parecido.
– A nadie le interesa ver ni oír lo que sucede dentro de la boca, por eso se debe masticar con la boca cerrada. Esto incluye no hablar mientras se esté comiendo.
– Se debe comer despacio, con calma, disfrutando de los sabores que se están saboreando y de la conversación que marcha en la mesa.
– No llenar la boca de comida, pequeños bocados es más apropiado.
– La postura en la mesa es clave; la espalda recta, los codos abajo, las manos a lado y lado del plato.
– Ya sea en el restaurante o en una casa, siempre hay que agradecer a quien nos sirve los alimentos y no está de más una frase halagadora “estaba exquisito, gracias”.
– Si la comida no es de tipo buffet (autoservicio) siempre debemos esperar a que todos estén servidos antes de comenzar a comer.
– La comida debe permanecer en el plato, no desparramada por toda la mesa. Se le puede enseñar a los niños a usar un pequeño trozo de pan para ayudarse.
– Si queremos algún alimento u objeto que está en la mesa pero nos es imposible de alcanzar, es mejor pedirlo a quien está más cerca, en lugar de estirarse para lograrlo.
Modales en las celebraciones religiosas
Durante la Navidad asistimos a varias celebraciones alrededor de esta fiesta litúrgica, en todas ellas, debe haber total disposición hacia lo que verdaderamente celebramos: el nacimiento del Niño Jesús. Estar dispuestos también significa cuidar la forma de vestir, la puntualidad y la conducta en estos rituales.
Asimismo, desde las primeras edades de los hijos, se les debe inculcar el respeto por el templo sagrado. Mientras estamos en las ceremonias no se debe comer, ni hablar, ni quitarse los zapatos, ni recostarse en las bancas de la iglesia, pues es un momento para hablar con Dios y prestar atención a su Palabra.
Las misas de niños pueden ayudar a capturar el interés y facilitar la comprensión de los más chicos.
En el rol de invitados y anfitriones
Las tertulias caseras que se realizan en torno a la Navidad o fin de año, admiten un protocolo informal; lo que quiere decir que, aunque el trato sea más cálido, también hay unas normas básicas qué seguir.
Invitar amigos y familiares a casa es una experiencia agradable para muchas personas y así hay que transmitirlo a los hijos, para que sean los mejores representantes de la hospitalidad y de ese “calor de hogar” que queremos emitir a los invitados. En los niños el hecho de ser anfitriones, les ayuda a desarrollar la generosidad, la tolerancia, la humildad, entre otros valores, sobre todo cuando los invitados son chicos de edades semejantes.
En el rol de invitados, padres e hijos deben demostrar respeto por las personas que amablemente han abierto las puertas de su hogar. Las palabras “gracias”, “por favor”, “podría”, deben estar siempre presentes. En el caso de los bebés, los padres deben estar al pie de ellos, cuidando que no dañen objetos que puedan estar a su alcance.
Por supuesto todo lo dicho en párrafos anteriores, va muy ligado al ejemplo que como padres se demuestre. Recordemos que la imitación es una de las estrategias más efectivas para enseñar los buenos modales, no hay mejor ejercicio que los niños observen al resto de la familia, para darse cuenta del buen comportamiento en los diferentes contextos. Las actuaciones de los adultos siempre están bajo la mirada de los pequeños, ¡así que mucho cuidado!
Las comidas: momentos para respetar en familia
Además de ser una costumbre que propicia el diálogo en la familia y alienta una sana relación entre padres e hijos, comer en familia ayuda también a prevenir desórdenes alimenticios en los jóvenes y a promover una dieta sana en los niños.
Abuelos y nietos: un vínculo de amor
El 26 de julio es la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús, aprovechamos esta fecha para hablar de ese amor tan especial que hay entre abuelos y nietos, y aunque en estos tiempos de COVID los veamos a través de una pantalla y los abrazos sean virtuales, ¡el amor sigue más vivo que nunca!
La planificación natural con el método de ovulación Billings
Esta es una guía paso a paso, o ciclo por ciclo, para aquellos que ya conocen el método, pero que buscan una guía simplificada a la enseñanza del método.
Preguntas y respuestas sobre la planificación familiar natural
La planificación familiar natural (P.F.N.) regula la natalidad basándose, por una parte, en la observación de la fertilidad de la mujer, y, por otra, en la adecuación de la actividad sexual de los esposos a dicha fertilidad.
Para regular la natalidad: Método Billing
Lograr un método de regulación de la natalidad eficaz, que no atente contra la dignidad humana y que respete los ritmos naturales de la mujer, fue el logro de los esposos John y Evelyn Billings en los años 50’s.
5 consejos para mejorar la fertilidad
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Algunas veces la concepción puede tardar más de lo esperado, aumentando así la ansiedad de quienes anhelan convertirse en padres.
¿Cuál es la diferencia entre separación, divorcio y nulidad?
“Lo que ha Dios unido no lo separe el hombre”. En esta profunda cita bíblica quedan encerrados todos los deberes que adquieren las parejas cuando reciben el sacramento del matrimonio.
Según esta premisa, los matrimonios para tomar la decisión de separarse en cuerpo y alma de manera definitiva, deben haber hecho hasta lo imposible para sacar adelante su relación.
Divorcio y separación
Disolver (divorcio) supone que antes había un lazo que después se desata. Anular (nulidad) es declarar que no hubo lazo. No puede deshacerse, por la sencilla razón de que no existió antes. Podría darse el caso de que unos novios que celebran su unión ante el magistrado civil pudieran solicitar, en ese mismo ámbito, la nulidad por motivos como: incapacidad, falta de requisitos exigidos en el ámbito civil, etc. Y eso no sería tampoco divorcio.
El divorcio es un concepto que no existe en el ámbito de la Iglesia. En la Iglesia y para la Iglesia, la unión de un hombre y una mujer, si fue verdadero matrimonio, fue matrimonio para siempre. Esto podría resumirse en estas palabras: unidad e indisolubilidad, que llevan dentro de sí la fidelidad. En la doctrina de la Iglesia el matrimonio es la alianza de un varón y de una mujer, y para siempre.
En la Iglesia existe, para situaciones extremas, la separación, cuando se demuestra que la convivencia es imposible y lleva consigo un daño serio para alguno de los cónyuges o los hijos. En este caso el vínculo sigue existiendo y los cónyuges no pueden volver a casarse.
La Iglesia hace procesos en los tribunales eclesiásticos a petición, generalmente de uno, o de ambos contrayentes, que tengan un matrimonio canónico; y en el caso de que la petición (demanda) sea de nulidad del matrimonio, lo que los tribunales eclesiásticos hacen es declarar que no existió tal matrimonio, no disolverlo, si es que ello se demuestra.
La nulidad
Los trámites de una nulidad pasan, como mínimo, por dos sucesivos tribunales (primera y segunda instancia); cada uno de los dos tribunales está integrado por tres jueces; y la sentencia no es firme mientras no sean coincidentes ambos tribunales; y en caso de no serlo, cabe una tercera instancia que resuelve la discordancia anterior. Dada la dificultad y especialización de estos procesos, cada diócesis tiene una asesoría previa donde orientan a los esposos antes de realizar los primeros trámites para evitar gastos y pérdidas de tiempo, y con la única finalidad de ayudar eficazmente y sin dispendios, incluyendo los visos de probabilidad o no para que prospere la causa. Los diversos plazos de cada trámite procesal, desde que se presenta la demanda hasta que se resuelve con la sentencia, están minuciosamente marcados en el Derecho Canónico.
Una causa de nulidad del matrimonio, cualquier causa, ha de ser anterior al contraer. Algo que se diera sólo posteriormente, aunque fuera al día siguiente de la boda, no sería causa de nulidad. Esto es necesario repetirlo y clarificarlo: no es lo mismo matrimonio fracasado que matrimonio nulo. El hecho de que un matrimonio no llegue a feliz puerto no quiere decir que ese matrimonio fue nulo el día que se contrajo. Pero tampoco hay que confundir una causa de nulidad que se detecte después de contraer, pero que existía desde antes; esa causa sí puede dar origen a la nulidad.
Fuente: conoze.com