7 Consejos que necesitarás al finalizar la universidad
En un mercado laboral cada vez más exigente, los jóvenes profesionales deben esforzarse por demostrar lo mejor de sí para contrarrestar su falta de experiencia. Los siguientes consejos ayudarán a empezar con pie derecho esta nueva etapa de la vida.
1. Se deja de ser estudiante, pero nunca se deja de estudiar
Algunos piensan que porque ya culminaron su pregrado, hasta ahí llegaron los estudios. El diploma universitario es apenas la luz verde para comenzar una nueva historia que requiere seguir en la búsqueda de conocimiento y preparación profesional.
2. Complementa tus estudios de pregrado
Es necesario complementar el pregrado con otros estudios: reforzar un segundo idioma, diplomados o estudios superiores como posgrados, especializaciones, máster. Es un buen momento para hacerlo, puesto que el ritmo de estudio no se ha perdido, se tienen los conocimientos frescos, se dispone del tiempo necesario, y lo más importante, se prepara mejor para ser un profesional competente, con más ventajas para aplicar a un buen empleo. Las modalidades online son la mejor opción si no quieres desplazarte y si quieres compaginar los estudios con un primer empleo. En páginas como www.iep-edu.com.co encontrarás una gran variedad de maestrías online y MBA.
3. Investiga sobre el mundo laboral
Antes de graduarte, comienza a indagar sobre el mundo laboral. Sería ideal hacer una “pasantía” o “práctica” en alguna compañía para familiarizarse con los quehaceres del futuro próximo, de esta forma, te sentirá más seguro y ubicado en un nuevo trabajo. También, sería muy provechoso que te entrevistaras con una persona de tu misma profesión, con el fin de recibir consejos y preparación de alguien con experiencia. Recuerda el dicho: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.
4. Algunas virtudes a destacar
Muestra siempre una buena actitud, una postura de escucha, interés y atención, también flexibilidad, responsabilidad, respeto, y disciplina. Debes estar abierto tanto a los comentarios positivos como a los negativos y no permitas que estos últimos te afecten demasiado; mejor aprende de ellos. Puede que no tengas experiencia, pero sí muchos talentos y deseos de aprender.
5. La prioridad no es el salario
Algunos jóvenes culminan sus estudios universitarios queriendo ganar sueldo de gerente cuando apenas comienzan a dar sus primeros pasos. Hay que tener presente que lo que más vale es la experiencia y la realidad es que un nuevo profesional no puede exigir sueldos que no coinciden con su perfil. Por ahora, la prioridad es aprender de los veteranos y adquirir conocimiento práctico, ya con el tiempo podrás exigir una buena posición salarial.
6. Identifica gustos y preferencias
Es hora de irse dando cuenta cuáles áreas de tu profesión te interesan y quisieras profundizar en ellas. Desde el comienzo puedes ir encaminado tu perfil profesional.
7. Proyecto futuro
A estas alturas ya es preciso tener claridad sobre ciertos puntos cardinales del futuro, como son los objetivos personales, familiares y profesionales. Lo ideal es que todos tus esfuerzos apunten a ese rumbo y hagas lo posible por cumplirlos.
La escritura y la ortografía en cuidados intensivos
Algunos perciben que la expresión escrita ha pasado a un segundo plano, pues los errores ortográficos abundan en las aulas de colegios, universidades, en los espacios laborales, y ni hablar de las redes sociales, chats y correos electrónicos. ¿A qué se debe? El sistema educativo, las nuevas tecnologías, el abandono de la lectura, y hasta los padres de familia podrían tener parte en este asunto.
En conmemoración al Día del Idioma -23 de abril-, cabe analizar el estado crítico en que se encuentra el uso del lenguaje en su forma escrita y la necesidad de convertirla nuevamente en una lección prioritaria.
Un proceso que empieza en la infancia
El lenguaje es una destreza que se adquiere desde la primera infancia y se va perfeccionando en el transcurso de la etapa escolar. Sin embargo, este proceso ha dejado de ser prioritario, posiblemente el sistema educativo y los mismos padres de familia le otorgan mayor importancia a otras asignaturas, dejando así consecuencias nefastas.
Otro hecho a destacar es el reemplazo del lápiz y el papel por las tabletas, computadoras y demás aparatos que al tener correctores ortográficos, anulan el esfuerzo de la persona por aprender el uso correcto de una palabra, un signo de puntuación o una tilde; pero lo que muchos olvidan es que estos dispositivos no hacen el trabajo completo.
En parte, esta realidad puede explicar el desinterés de algunos niños y jóvenes por el tema. Otros en cambio se confunden al ver múltiples formas de escribir una palabra, y es que al no haber exigencia alguna por el uso correcto del lenguaje en la escritura, cada quien lo adapta a su criterio. Por eso es común encontrar abreviaturas y palabras que han sido reemplazadas por letras como es el caso de “que” por “k”, “x” en lugar de “por” y el símbolo de la arroba “@” que es utilizada como una especie de comodín.
Y cuando llegan a la universidad…
Los vacíos se hacen notar cuando los jóvenes llegan a la universidad, lo que puede repercutir además en sus primeras experiencias laborales.
Así lo manifiestan las universidades, las cuales reconocen el bajo nivel con el que llegan los estudiantes, cuando se supone que ya el manejo del lenguaje era una asignatura aprobada y por esta razón los estudios superiores ya no se deben ocupar en corregir problemas que debieron haberse atendido en la etapa escolar. El vicerrector académico de la Universidad Católica de Chile, Roberto González, así lo ratifica al indicar que “estas debilidades están ligadas a la falta de lectura sistemática durante la infancia y adolescencia.”
Del mismo modo, la profesora Marielisa Casanova, Jefe del Área Lingüística de la Universidad UPEL opina: “Es cierto que los errores los comete cualquiera, pero la destrucción del español radica, desde hace tiempo, en el desinterés por la corrección. Si los jóvenes de ahora no están aprendiendo su idioma natal correctamente, ¿cómo pensarán aprender otros?”.
¿Cómo hablan los jóvenes?
Cuando hablamos del lenguaje, inevitablemente surge la necesidad de analizar las jergas juveniles, por momentos algo desconcertantes. Con relación a ello, los especialistas explican que pedirle a un muchacho que se exprese con las más refinadas palabras o con un léxico adulto, además de ilógico, es un intento de cohibir su identidad. Esto debido a que en la adolescencia, el lenguaje no es sólo un medio de comunicación, es un símbolo que lo hace perteneciente a un colectivo social -objetivo primordial de la edad-.
No obstante, siendo el lenguaje un componente importante de las construcciones culturales de un grupo -en este caso los jóvenes-, hay otras palabras que se salen de todo sentido lógico, estético, que agreden al lenguaje y a la buena educación, y que deben ser reprochadas por educadores y padres de familia.
Adicional a esto, se observa una incapacidad de algunos jóvenes para adaptarse a las circunstancias de la charla y del interlocutor, pues es muy diferente la conversación que hay entre dos amigos, que entre el alumno y el profesor. A propósito, Concepción Martínez Pasamar, directora del Instituto de Lengua y Cultura españolas de la Universidad de Navarra señala: “Es normal que la jerga juvenil se renueve y resulte transgresora. La cuestión no son las abreviaturas de los SMS o los coloquialismos, sino el empobrecimiento extremo que a veces se refleja en cierta dificultad para razonar en abstracto y en la falta de adecuación al interlocutor”. *Diario El País de España.
Ejercicios de ortografía on line
Gracias a los ejercicios interactivos, actividades, juegos y retos on line, los alumnos tienen la oportunidad de practicar desde casa o en la propia escuela de un modo entretenido y pedagógico a la vez. Eroski Consumer ha seleccionado algunos de los recursos y aplicaciones de mayor utilidad para los estudiantes:
MITO: el Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la Universidad de Málaga ha desarrollado este juego ortográfico, orientado a niños entre 8 y 12 años. El juego dispone de numerosos elementos multimedia para mantener la atención y motivación del usuario. Éste genera sus propias respuestas, puede equivocarse y el sistema se encarga de que entienda en qué se ha equivocado y por qué.
El punto sobre la i: una herramienta de la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura diseñada para el aprendizaje activo de la ortografía. Incluye explicaciones y ejercicios multimedia que abordan las distintas normas ortográficas de un modo entretenido.
Ejercicios de ortografía: esta aplicación repasa con ejercicios interactivos las principales reglas ortográficas e incluye un enlace directo al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Una vez completadas las actividades, el estudiante puede obtener la evaluación de sus resultados.
Parchís ortográfico: un divertido juego de ortografía para practicar con otros compañeros. Basado en el clásico parchís, cada jugador debe superar pruebas relacionadas con la regla ortográfica seleccionada para poder continuar la partida. Cuenta con ejercicios prácticos para repasar las reglas y un entretenido manual para conocer las normas.
Reglas de ortografía: este portal web, además de recoger la normativa ortográfica del castellano, dispone de otros interesantes recursos relacionados con la materia, como un cuestionario para verificar el nivel de conocimiento del usuario, un extenso vocabulario de palabras dudosas y distintas colecciones de ejercicios para practicar.
Fuentes: Universia Chile, Radio RPP, ElPaís.es, Eroski Consumer
Entrevistas laborales: las preguntas más frecuentes
En un contexto laboral tan competido, es necesario que los jóvenes próximos a enfrentarse a la vida profesional, aprendan cómo desarrollar una entrevista de trabajo, de manera que se muestren seguros, respondan adecuadamente a las inquietudes del entrevistador y eviten comentarios que puedan generar una mala impresión.
La revista Eroski Consumer ha publicado una completa guía de las preguntas que aparecen con mayor frecuencia en las entrevistas laborales y la mejor forma de responderlas; las reproducimos a continuación:
¿Cuál cree que es su mejor cualidad? El candidato debe resaltar sus puntos fuertes. Aparte de ser sincero, conviene que se centre en las cualidades que estime que más valora el entrevistador, según haya podido percibir en su charla. Aunque depende del tipo de empresa y la actividad que realiza, las cualidades más valoradas son la responsabilidad, la seriedad en el trabajo, la creencia de que el cliente es siempre lo más importante, la facilidad para trabajar en equipo, la motivación o la disposición a trabajar duro. Ante todo hay que huir de la petulancia, pero sí mostrar el grado de autoestima justo.
¿Y su mayor defecto? No se debe pretender no tener ninguno, pero tampoco es conveniente exponer los más importantes. La solución más diplomática pasa por referirse a alguno irrelevante o exagerar algún punto fuerte. Por ejemplo, mencionar como defecto el ser, tal vez, «demasiado perfeccionista». Así se deja entrever una disposición a volcarse en el trabajo ofertado.
¿Cómo eligió sus estudios y por qué? Hay tantas respuestas a esta cuestión como estudios. Sin embargo, hay que intentar demostrar mucha coherencia en la exposición. La respuesta más adecuada es la de la «vocación»: se han realizado estos estudios porque llevarían al tipo de trabajo (que precisamente es para el que se opta en la entrevista) para el que uno se siente más capacitado, y que siempre ha querido hacer.
¿Cómo ha financiado sus estudios? Esta cuestión tiene por objetivo evaluar la capacidad de autonomía y la madurez del candidato. Conviene demostrar que se han realizado prácticas o trabajos de verano con el fin de financiarlos.
¿Por qué razón ha enviado su solicitud a nuestra empresa? Para responder a esto serán muy útiles las investigaciones que se hayan hecho sobre la empresa. Al interlocutor le gustará tener delante a alguien que conoce la empresa y que no ha escrito al azar. Así, en la conversación conviene deslizar algunos datos concretos sobre clientes para los que trabaja, planes de expansión o sus principales productos.
¿Qué sabe de nuestra empresa? No hay que lanzarse a dar un discurso sobre la misma. Se demuestra haberse interesado por ella diciendo: «he conseguido su informe anual (si existe), pedí que me enviaran su folleto comercial y para conocer sus balances he buscado en Internet…». Es aconsejable no profundizar demasiado en las afirmaciones ya que ello provocaría otras preguntas más puntuales.
¿Qué expectativas tiene en relación a su próximo puesto de trabajo? Hay que reafirmar las competencias técnicas, las cualidades y motivaciones, de manera que coincidan con el perfil del empleo propuesto.
¿Por qué motivos le gustaría trabajar en nuestra empresa? Hay que intentar enfocar la respuesta alrededor de motivaciones sanas y claras: la naturaleza del puesto, los miembros de la empresa que se conozcan, las perspectivas de la empresa, la calidad de los productos, la dirección… Conviene evitar dar estas respuestas: «porque su empresa es la número uno, porque tiene una buena reputación, o porque sus instalaciones son muy agradables», pues son respuestas simplistas que dicen muy poco de las verdaderas aspiraciones del candidato.
¿Qué piensa que puede aportar a nuestra empresa? Si esta pregunta se formula al principio de la entrevista, habrá que remarcar que «es difícil responder porque todavía no se conoce del todo el puesto de trabajo». Si la hacen al finalizar, se sabrá más acerca del puesto, por lo que es importante hacer hincapié en las capacidades de adaptación y proponer una estrategia concreta, como: «empezaré por observar y escuchar; después, de acuerdo con mi posición, decidiré las acciones que debo emprender».
¿Le gusta trabajar solo o en equipo? Si se contesta sin tener un conocimiento suficiente del empleo solicitado, se está perdido. Se puede decir: «me adapto a todas las circunstancias. Soy capaz tanto de aislarme para reflexionar, como de abrirme para trabajar en equipo».
¿Qué haría si estuviera en desacuerdo con algún superior? Esto es lo mismo que decir: ¿cómo reacciona ante una tensión o un conflicto? A esto se puede responder: «durante una conversación o una reunión, si mi jefe me pide mi opinión, se la daré, aunque no esté de acuerdo con él. Si por el contrario, no me pide mi opinión, se la expresaré posteriormente y le expondré entonces mis temores». De esta manera, se demuestra ser capaz de asumir las diferencias, pero siempre con tacto.
¿Si pidiera aumento de sueldo, cómo lo justificaría? Es importante evitar esta respuesta: «porque me lo merezco». Lo que hay que demostrar ante todo es el valor añadido, la contribución que se aporta a la empresa.
¿Cuáles son sus aficiones? ¿Qué hace en su tiempo libre? El entrevistador desea conocer al candidato un poco mejor. Es aconsejable, una vez más, resaltar las cualidades que se desarrollan en las aficiones y que pueden ser útiles para ejercer el puesto requerido. Y en el caso de que no se tenga ningún pasatiempo destacable, conviene explicar que se está dedicado plenamente al trabajo y a la familia. No hay que olvidar que lo esencial es demostrar que se tiene una vida equilibrada.
¿Tiene otras alternativas? ¿Ha realizado otras entrevistas? Lo más apropiado es decir que sí, pero sin dar demasiada información acerca de las empresas, y siendo muy preciso sobre la función. Es normal no citar el nombre de las empresas. Hay que concluir afirmando que las otras oportunidades interesan menos que la que se está ofreciendo en la entrevista, siempre que se argumente la respuesta.
Tiene una cita con su médico a las 12:00 horas. Ha tardado tres semanas en conseguirla. En el último minuto surge una reunión profesional urgente. ¿Qué hace? Ésta es una técnica de entrevista denominada «de situación»: el entrevistador plantea un problema y analiza la respuesta del candidato. En este caso concreto, conviene intentar ponerse en el lugar del director. Si yo fuera el director y me viese obligado a planificar una reunión urgente, ¿cuál sería mi reacción si uno de mis colaboradores me dijera que tiene una visita con el médico? Es una cuestión de matices: si la visita es por una grave enfermedad la respuesta es clara.
¿Cómo me evalúa como entrevistador? Es una pregunta peligrosa. No siempre es bueno decir la verdad: si se piensa que el interlocutor es un incompetente, no debemos decirlo. Se puede responder: «es una de las entrevistas más difíciles que he realizado. Dicho esto, comprendo muy bien el significado de sus cuestiones y lo que quiere saber de mí. Todo es normal».
Jóvenes, ¿“expertos” en la web?
Suena paradójico que las generaciones de niños y jóvenes que han crecido a la par de la tecnología, presenten serias fallas a la hora de hacer búsquedas efectivas en la web. Así lo revela un nuevo estudio realizado en Colombia.
El estudio
Hace poco, el diario colombiano El Tiempo publicó los resultados de un nuevo estudio realizado por el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (Pisa), el cual revela que solo uno de cada mil estudiantes de ese país es capaz de localizar información relevante en Internet y evaluar su utilidad en contextos académicos. La prueba consistió en acceder a una serie de sitios confiables donde debían comprender sus contenidos, evaluar su pertinencia e integrarlos conceptualmente en un texto, tareas que resultaron complejas para los jóvenes.
¿Qué ocurre?
Está claro que el solo hecho de “saber” navegar en la web, no asegura el éxito en la comprensión lectora de textos digitales; los chicos requieren desarrollar una serie de habilidades que van más allá de hacer clic en los primeros resultados que les arroja el buscador y copiar el texto que allí aparece.
El problema radica en que a los jóvenes no se les ha enseñado a buscar contendidos en la web, pues se ha partido de la suposición de que ellos nacen con esta asignatura aprendida. Pero los hechos demuestran que algunos jóvenes no son tan expertos, al menos en la búsqueda con fines académicos, puesto que se les dificulta identificar las fuentes más útiles y confiables, aparte de abstraer y comprender la información.
“Aunque los jóvenes son muy hábiles en el manejo de las redes sociales, la mayoría no aplica este dominio al ámbito académico. Por eso la necesidad de animar a los adolescentes a usar las redes para compartir y opinar sobre contenidos de actualidad que le aporten a su formación.” Opina Gerardo Tibaná, director de gestión de TIC de la Universidad del Rosario.
Por consiguiente surge la necesidad de incluir en el sistema educativo, un programa donde se le enseñe a los niños y adolescentes a utilizar el Internet de forma adecuada y puedan buscar, seleccionar, analizar y organizar contenidos para producir su propio conocimiento. Asimismo, se propone que los profesores hagan previamente los ejercicios, para saber qué arroja la búsqueda de un trabajo que les piden a sus estudiantes. Desde los hogares también se puede motivar a los niños y jóvenes a comparar, clasificar y analizar diferentes perspectivas a partir de las búsquedas en Internet.
Más allá de Google
Si bien los motores de búsqueda son una ayuda útil, requieren además del criterio propio para evaluar la veracidad y efectividad de los contenidos.
En otra fuente consultada*, una funcionaria de la Biblioteca de la Universidad de Cantabria, señala que los jóvenes de ahora son “nativos digitales” pero que no saben que “más allá de Google” hay “mucha más información”, que los bibliotecarios llaman “la Internet oculta”. Y ha explicado que, “en los primeros años de carrera y al término de esta etapa, donde se elabora el proyecto final, es importante que los alumnos sepan a dónde acudir para buscar los datos que les interesan y que estos sean académicos y relevantes”. *Europapress.es
En conclusión, es necesario que los jóvenes aprendan a acceder a bases de datos especializadas, a los bancos de información de medios de comunicación, a enciclopedias y bibliotecas virtuales, a las páginas de entidades gubernamentales, entre otros, pues son recursos que abundan en la web, están al alcance de cualquier persona y pueden hallar información veraz y garante. Hace falta hacer énfasis en las habilidades de comprensión de lectura, tan determinante en el desarrollo personal, escolar y laboral.
Fuente: El Tiempo, Europapress.es
Del colegio a la universidad
El paso de la vida escolar a la universitaria, puede resultar sencilla para algunos jóvenes, pero compleja para otros. Por esto, los conocedores en el tema, recomiendan una serie de pautas que facilitan esta transición.
Deserciones en los primeros años
Varios estudios a nivel de Latinoamérica han observado que un número elevado de alumnos, desertan en los primeros semestres de universidad seguido de fracasos tempranos, pues no logran adecuarse a las exigencias que supone la educación superior; lo que se ha convertido en un tema de especial atención en la población educativa.
En cuanto a qué se debe este fenómeno, las investigaciones sugieren que obedece a un problema tanto de los estudiantes, como de las instituciones de educación básica y superior, pues ambas están llamadas a realizar un trabajo articulado para lograr una mejor adaptación de los jóvenes.
Referente a los estudiantes, se revelan una serie de fallas que los conducen a los senderos del fracaso, como son: la pobreza de métodos de estudio, la dificultad en la comprensión lectora, la ausencia de conocimientos básicos, la insuficiente orientación en la elección profesional y la falta de habilidades personales como autodisciplina, persistencia, concentración, por nombrar sólo algunas.
Adicional a los factores mencionados, se suma la soledad e incapacidad de los jóvenes pupilos para establecer relaciones sociales con sus pares, quienes se toparán con personas provenientes de diversos mundos y deberán aprender a trabajar con ellas.
Cambio de vida
Ahora bien, hay que considerar que los jóvenes pasan de un ambiente a otro completamente desigual. A diferencia de la universidad, la vida escolar se caracteriza por ser un espacio comunitario y por su trato personalizado en el proceso educativo de cada alumno. De cierta forma, en la escuela secundaria, el estudiante tiende a ser dependiente de la institución y del profesorado, con quien se llega a desarrollar una estrecha relación.
Por ello, el cambio drástico cuando ingresan a la universidad, donde encuentran un mayor grado de exigencia, independencia, competitividad y se hallan frente a una realidad que los obliga a ser los protagonistas de su propia formación, en la que deben ser autónomos, así como regular su tiempo y esfuerzo para lograr el éxito, y aunque el profesorado hace su debido acompañamiento, el grado de involucramiento es mucho menor que en el colegio. De ahí que algunos jóvenes, les cueste más de lo normal, acoplarse a las nuevas circunstancias.
El papel de los padres
Aunque a esta edad el joven ya debe tener todo un paquete de valores y competencias incorporadas, el papel de los padres aún continúa. La familia está llamada a respaldar a los hijos en sus buenas decisiones, darles apoyo y orientación durante este período de transición. También es importante que los padres les brinden oportunidades a los hijos para ejercer su autonomía y toma de decisiones, como dejarles hacer encargos que involucren cierto grado de responsabilidad y en caso que se presenten trabas, serán ellos mismos quienes encuentren la solución.
También hay que identificar cómo y cuándo intervenir en la vida universitaria de los hijos, habrá que ser sutiles pero a la vez cariñosos y comprensivos, así los chicos se sentirán acogidos y probablemente acudirán a los padres en caso de presentarse inconvenientes.
Pautas que facilitan la transición
En gran medida, este problema tiene sus orígenes en la falta de preparación de los alumnos en la etapa pre-universitaria. Qué se debe tener en cuenta para lograr dicha adaptación, son los consejos a continuación:
1. Conviene incorporar la pedagogía universitaria (auto aprendizaje) en los últimos años secundaria. De igual manera, fomentar las habilidades necesarias para llevar a cabo trabajos de investigación, tutorías y exposiciones orales.
2. Meses previos al ingreso a la universidad, se recomienda que el joven se vaya familiarizando con el ambiente que le espera. Así que los programas pre-universitarios como semilleros o cursos preparatorios, deben ser acogidos por los jóvenes.
3. Los padres también pueden desarrollar un plan de acción en casa, el cual brinde las herramientas necesarias para que el joven llegue totalmente dotado al exigente mundo universitario.
4. La orientación profesional debe hacerse tal vez con más énfasis. La elección de la carrera de acuerdo a los gustos y capacidades del alumno, determinarán en parte, el éxito en su vida profesional.
5. Despertar la motivación de los alumnos, en cuanto al logro de objetivos por esfuerzo y dedicación.
Fuentes: educared.org, lanacion.com.ar, eluniversal.com.mx
El trabajo en equipo en los universitarios
El individualismo que predomina en estos tiempos, gran parte debido a las posibilidades tecnológicas, ha permeado también las aulas, debilitando una de las metodologías de estudio más enriquecedoras como es el trabajo en equipo.
Por “equipo” se entiende la participación de más de una persona en la búsqueda de un mismo objetivo, el cual no puede ser logrado sin la ayuda de todos sus miembros, lo que supone una gran responsabilidad.
Los estudiantes universitarios necesitan tener experiencias de equipo para desarrollar las competencias necesarias que implementarán en sus roles profesionales. Adicional al componente laboral, el trabajo en equipo trae consigo muchos aprendizajes para la vida, pues promueve la tolerancia, la capacidad de liderazgo, la escucha, la participación activa, la socialización, el respeto, la flexibilidad, la comunicación, la amistad, la solidaridad, por nombrar solo algunos.
Sucede pues, que al imponerse el trabajo virtual -que no pretendemos descalificar-, convine preservar el necesario y meritorio contacto humano. Los jóvenes por tanto, no deben dejar de lado las relaciones sociales del mundo físico, además de la realidad innegable de vivir en colectividad, y qué mejor escuela para ello, que la vida universitaria.
Tácticas para que el equipo funcione
Se hablan de las “5 C” ineludibles para el trabajo grupal óptimo: complementariedad, coordinación, comunicación, confianza y compromiso.
Complementariedad implica la sinergia de los componentes del equipo. Es formar un todo a partir de varios individuos. Cada quien desde su visión del mundo y sus características de la personalidad, podrán contribuir al cometido que se quiere lograr.
En la coordinación juegan un papel protagónico: el orden, el liderazgo y la asignación de tareas, evidentemente encaminadas en un solo norte. Cada integrante basado en su carácter, irá tomando naturalmente el rol que le corresponde, hay algunos que prefieren dirigir y hay otros que eligen ser dirigidos; ambos son necesarios para un trabajo en equipo.
La comunicación debe ser la gobernante. Los malentendidos u omisiones, pueden hacer que un equipo no trabaje adecuadamente y se pierda fácilmente la meta común por la que se está batallando.
En cuanto a la confianza, es fundamental creer en los demás compañeros, confiar en sus capacidades y en su buena disposición. Esta confianza permite anteponer el éxito del equipo al propio. En un equipo, cada quien aporta lo mejor de sí en bien de todos, el egocentrismo debe quedar al margen.
Compromiso, es el grado de responsabilidad propio, el cual inevitablemente afecta todas las piezas del conjunto.
Por último, unas reglas establecidas y respetadas por todos los miembros del equipo, nunca sobran, son la mejor forma de prevenir los conflictos.
Es importante entonces recobrar el valor de las relaciones humanas dentro del marco académico y evitar que la virtualidad elimine estas maravillosas posibilidades de provecho para el ser humano.
Cómo apoyar a tu hijo a elegir su profesión
Por LaFamilia.info
Escoger la carrera profesional es una de las decisiones trascendentales de la vida y sin duda los padres hacen parte de proceso, no obstante hay que saber hasta dónde pueden influir en dicha situación. Estas son algunas claves que debes tener en cuenta para orientar a tu hijo.
Educación a distancia: ventajas y desventajas
La educación no se queda atrás, también está a la vanguardia de la evolución tecnológica y de las comunicaciones, pues cada vez son más las ofertas “on-line” para estudiar carreras universitarias, posgrados, másters hasta los grados de mayor rango como doctorados.
Cuando se trata de superarse y enriquecer los conocimientos, todo es bienvenido. El aprendizaje nunca será suficiente y menos cuando las exigencias del mundo laboral actual así lo requieren. Gracias a la virtualidad, la formación académica es cada vez más accesible, es posible estudiar en una excelente universidad de otro país sin necesitar de asistir físicamente.
¿Presencial o virtual?
Existen muchas definiciones de educación virtual o “e-learning”. Todas involucran una ecuación muy simple: Educación + Internet. Contiene los mismos elementos de la educación presencial, (aula, interacción con profesores y estudiantes, documentación, evaluaciones, trabajos, etc.) lo único que cambia es la modalidad.
“Siempre se ha dicho que la educación presencial es insuperable porque se comparte con otros alumnos y se tiene acceso al profesor en forma directa, pero como aspecto negativo se tiene que el alumno asume un rol pasivo dejando el protagonismo solo al profesor. En la educación virtual, el protagonismo y responsabilidad recae en el alumno, ya que él decide cuando estudiar y en qué intensidad, asumiendo un rol activo en su desarrollo y capacitación.
Adicionalmente, las investigaciones han arrojado que en la educación virtual los estudiantes interactúan más entre sí, favoreciendo y mejorando su desempeño de aprendizaje. Se dice que el que practica lo que aprende, lo recuerda para siempre, y si le añade emociones, no lo olvidará nunca”. Tomado de wikipedia.
Por tanto, hay que poner en una balanza las ventajas y desventajas de cada una de las modalidades de estudio y así mirar qué elementos tienen más peso según las condiciones de cada uno.
Ventajas de la educación a distancia
- – Flexibilidad horaria y propio manejo del tiempo.
- – Posibilidad de estudiar sin abandonar su propio espacio (casa, familia, trabajo).
- – Estudiar y trabajar al mismo tiempo.
- – Educación más personalizada.
- – Ahorro de tiempo y dinero. No hay que desplazarse a la institución educativa.
- – Fomenta la responsabilidad y autonomía.
- – Permite que la persona desarrolle un sistema de autoaprendizaje.
- – Cuenta con un tutor que está disponible para guiarlo.
- – Se obtiene titulación internacional en el caso de estudios fuera del país de residencia.
- – Ambiente de intercambio cultural.
- – El estudiante desde su lugar (laboral, familiar, etc.) puede interactuar, discutir, retroalimentarse con sus pares mediante foros y chats.
- – Los alumnos tienen un papel activo que no se limita a recibir información sino que forma parte de su propia formación.
- – Es compatible con la educación presencial en cumplimiento del programa académico.
Fuentes: wikipedia, teleduc.dm.cl, colegiovirtual.org, virtualces.edu.co
El adecuado manejo del tiempo, clave para triunfar en la Universidad
Uno de los choques culturales de quienes pasan del colegio a la universidad es el adecuado manejo del tiempo. La libertad que ofrece la vida universitaria contrasta con los horarios impuestos por el colegio. Esta adaptación a una libertad a la que no se estaba acostumbrado, provoca desorientación en algunos universitarios pues no saben qué hacer con el tiempo que de repente tienen en sus manos.
El manejo del tiempo o “time management” (como se conoce esta expresión en inglés) es indispensable para cualquier empresa por grande o pequeña que sea, y también es de vital importancia en la vida del universitario. Debido a que en la universidad los horarios son irregulares a lo largo de la semana, es clave saber aprovechar los intervalos entre cátedras para estudiar, investigar y socializar dentro del campus universitario.
Para comenzar, es indispensable que el universitario aprenda a manipular el tiempo para que éste sea su aliado y no se llegue a una situación de convertirse en esclavo del tiempo. El tiempo es un recurso escaso, pero cuando se es joven se tiene una especie de sentimiento de eternidad, es decir la sensación de tener mucho tiempo para todo. Sin embargo a medida que se avanza en la vida se adquiere un sentido más agudo de su valor.
Auto evaluación
Para saber si se está aprovechando el tiempo o por el contrario siente que no le alcanza para nada, hágase las siguientes preguntas:
- ¿Estudia más horas de las que un trabajo o un examen requiere?
- ¿Tiene varios trabajos empezados sin poder terminarlos?
- ¿Tiene dificultades para cumplir con los plazos prefijados por usted o su profesor?
- ¿Da la misma prioridad a los trabajos importantes que a los urgentes?
Si la mayoría de respuestas a estas preguntas son afirmativas, quiere decir que debe replantearse su manejo del tiempo y establecer nuevas estrategias para hacerlo su aliado. Para ello, intente lo siguiente:
- Lleve una agenda diaria con sus horarios de clase y las actividades que va a realizar en los intervalos, estableciendo prioridades.
- Haga una lista diaria de cosas pendientes: trabajos, citas, asesorías etc. y organícelas de acuerdo a su prioridad.
- Tenga un espacio para cada cosa y un lugar para cada actividad. Por ejemplo, vaya a la biblioteca en sus ratos libres para hacer trabajos pendientes, en vez de hacerlos en la cafetería de la U, en donde ciertamente tendrá muchas oportunidades para distraerse.
- Diseñe un plan o una estrategia para la elaboración de trabajos e investigaciones. No sea presa de la improvisación.
- Haga el mejor uso de sus horas más productivas, dejando para este tiempo el estudio de las asignaturas más complicadas.
- Son muchas las oportunidades de socialización que se presentan en la universidad. Por lo tanto aprenda a decirle no a algunas de estas actividades cuando tenga trabajos o clases que atender.
- Revise la forma en que hace las cosas, pues uno se acostumbra a hacerlas por inercia, así no sea la forma más eficiente.
- Recuerde dejar tiempo para descansar y divertirse. La universidad también es un espacio vital para hacer nuevas amistades afines a los intereses de cada persona.
- Aunque que es bueno ser participativo en las actividades extracurriculares de la Universidad, no se ofrezca para todo, pues recuerde que su principal objetivo es sacar adelante su carrera con un excelente promedio.
¿Cuánto tiempo dedica a cada actividad?
Con el fin de evaluar si el tiempo que dedica a cada actividad durante el día es el adecuado de acuerdo a sus prioridades, le invitamos a que realice el siguiente ejercicio:
Pinte con colores las horas diarias destinadas a:
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TRABAJO |
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Al observar el dibujo, pregúntese:
- ¿Qué le gustaría aumentar? ¿Qué le gustaría disminuir? ¿Qué falta?
- ¿Cuáles son sus horarios más productivos?
- ¿Puede definir estados de ánimo característicos de acuerdo con los horarios?
- ¿Cuáles son las actividades más importantes de su tiempo?
- ¿Es eso lo que elige como objetivos de vida?
- ¿Las asignaciones de tiempo reflejan sus prioridades?
- ¿Está usando la mayor parte de su tiempo en las responsabilidades esenciales de su estudio?
- ¿Cuáles son las cosas que absorben partes significativas de su tiempo y que no contribuyen con nada?
- ¿Qué sucedería si no las hiciera?
Fuente: patriciahashuel.com.ar, www.pupr.edu
Hoja de vida, presentación al mundo laboral
Los dos últimos semestres de la universidad están marcados por la incertidumbre y la esperanza de encontrar un trabajo en el que se puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos en los últimos años. Algunos estudiantes corren con la suerte de ser contratados por la compañía donde hicieron sus prácticas, pero la gran mayoría deben enfrentarse al mundo empresarial y competir reñidamente por los puestos que están en oferta.
Pero ¿cómo sobresalir en un medio donde el número de nuevos profesionales es mayor a la oferta de empleo? Desde luego son muchos los factores que influyen en la consecución de un nuevo trabajo; sin embargo lo primero que se debe considerar, por ser la carta de presentación ante el posible empleador, es una hoja de vida atractiva que describa breve y claramente quiénes somos, nuestra experiencia, aspiraciones y aptitudes.
Según Maria Del Pilar Santos, coordinadora de Recursos Humanos de Tetra Pak “para nosotros la hoja de vida está hecha para conocer la información básica de la persona, por eso nos parece esencial que sea: concisa, con información puntual y con una buena descripción de la persona”.
Antes de escribirla
- Observe sus habilidades y fortalezas en el campo en el que quiere desempeñarse y la experiencia relacionada con el tipo de trabajo. Si nunca ha trabajado, se deben mencionar investigaciones o trabajos prácticos realizados en la universidad.
- Recopile la información de los trabajos que ha desempeñado y los proyectos que ha realizado, así como los logros y las responsabilidades que tuvo.
- Identifique con claridad las cualidades que lo destacan de los demás como el manejo de otros idiomas, los premios ganados, las publicaciones destacadas etc. Esté seguro de las capacidades que tiene.
Las referencias
Las referencias son claves para la selección de un candidato por considerarse las certificaciones de buen comportamiento, responsabilidad, calificación etc. Por esta razón, en el caso de referencias familiares, escoja personas que puedan contestar el teléfono a cualquier hora.
Cuando se trate de referencias laborales, procure poner a personas que tengan cargos gerenciales en la compañía donde usted trabajó, que lo conozcan bien para que puedan hablar con propiedad de sus cualidades. Si usted acaba de salir de la universidad, ponga a los profesores más afines con el tipo de trabajo que está buscando para que puedan ser más concisos en el tema que interesa.
A la hora de escribir su currículo…
Sandra Bermudez, profesional de Selección de Henkel Colombiana explica “lo primero que se debe poner son los objetivos profesionales de la persona, luego la experiencia laboral, seguida por la parte académica y finalmente los estudios alternos. Para nosotros es importante que la persona tenga nivel de inglés y sepa manejar Excel; esta información extra es importante en la hoja de vida”.
Cuando redacte su hoja de vida tenga en cuenta los siguientes aspectos:
- Evite poner datos de carácter personal como la edad, el estado civil, la altura, su número de cédula etc. Estos datos resultan innecesarios para quien selecciona el personal.
- Trate de ser lo mas concreto posible pues resulta muy incómodo leer un resumen de más de 2 hojas.
- No manifieste sus debilidades o carencias, pues en la hoja de vida se deben resaltar sus cualidades.
- Nunca diga mentiras. Es cierto que el currículo debe resaltar sus cualidades, pero esto no quiere decir que deba mentir pues recuerde que la honestidad prima ante todo.
- Procure colocar en orden ascendente tanto los estudios realizados como la experiencia laboral.
- Tenga cuidado con la ortografía y la gramática. La escritura es el reflejo de su carácter.
- Tienda a no escribir el tiempo de duración en cada trabajo.
- No hable en primera persona.
- Procure no colocar su foto, a excepción de casos en los que es necesaria.
- Trate de usar un papel de lujo y una impresión de buena calidad. El papel Kimberly es muy utilizado.
- Lo más recomendable después de entregar la hoja de vida personalmente es enviarla por correo electrónico.
- Si tiene que enviarla por correo físico no la doble.
¿Cómo se divide la hoja de vida?
Encabezado: Aquí aparece el nombre y todos los datos de contacto: dirección, teléfonos, correo electrónico. (Ignore su estado civil, número de libreta militar, número de cédula, fecha y lugar de nacimiento).
Perfil: En un párrafo describa su área de desempeño y sus habilidades en el sector. Si domina un segundo idioma es clave ponerlo en este apartado. Por ejemplo, podría empezar a escribir su perfil así: «Economista bilingüe con amplia trayectoria en finanzas…»
Experiencia Laboral: Se empieza por el último trabajo o el actual y se consignan sólo los más relevantes. Si son experiencias de menos de tres meses, pero son importantes (asesorías, investigaciones o consultorías) en el área de desempeño, anotarlas. Aquí deben aparecer cuatro datos claves: nombre de la empresa, cargo, periodo y funciones (logros).
Formación Académica: La tendencia es omitir el colegio; sólo aparecen los estudios de pre grado y si tiene, los de postgrado. También se recomienda omitir seminarios, cursos y conferencias.
Idiomas: Sólo debe anotarse si se domina alguno o en caso contrario debe especificarse el nivel. Por ejemplo: Nivel medio o alto.
Manejo de programas: Este debe anotarse si la persona aspira a un cargo técnico y también como en el caso de los idiomas, sólo debe referenciarse cuando se domina. Recuerde mencionar solo los cursos más relevantes al trabajo que se aspira.
Referencias: Existe la tendencia de anotar al final: «referencias según solicitud».
Tenga en cuenta que si no tiene mucha experiencia laboral, es clave anotar sus prácticas durante la carrera, trabajos de grado, tesis y experiencia laborales de medio tiempo o vacacionales. Para estos casos se recomienda hacer hojas de vida de una página.
La carta de presentación: No es obligatoria y lo aconsejable es NO anexarla. Hay que ser directos y simples. En caso de puestos relacionados con artes gráficas, lo recomendable es anexar el portafolio de trabajos.
Fuentes: Redacción elempleo.com, colombiaaprende.edu.co