La humildad explicada a los hijos

Colaboración Francisco Gras – 27.07.2015
 
Humildad es la virtud contraria a la soberbia que hace conocer y aceptar las propias limitaciones; educar a los hijos en esta virtud es determinante para formar seres integrales. 

La responsabilidad en el niño

Mª Ángeles Pérez y Francisco Javier Rodríguez / 10.11.2008

Enseñar a los niños a ser responsables requiere un ambiente especial en el hogar y en la escuela.

Lo positivo de pedir disculpas

Mª. Ángeles Pérez y Francisco Javier Rodríguez / 10.11.2008
 

Todos sabemos que somos fruto de la relaciones con nuestros semejantes; de cómo esas relaciones se desarrollan.

La importancia de cuidar la autoestima

Mª. Ángeles Pérez y Francisco Javier Rodríguez / 10.11.2008

Autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida.

Enseñarles a tener criterio

Bernabé Tierno/10.11.2008

De no haber existido en nosotros la capacidad hereditaria para enfrentarnos a toda clase de dificultades y problemas en la vida, hace ya cientos de años que la especie humana habría dejado de existir.

Las habilidades sociales

Bernabé Tierno / 10.11.2008

Hay algunas acciones, además de las más habituales como leer, escribir, saludar, ir a la compra, cruzar la calle, etc., que los niños aprenden durante los primeros años.

Educar en el uso del dinero

Mª. Ángeles Pérez y Francisco Javier Rodríguez/10.11.2008
 

Estamos en una sociedad consumista en la que continuamente se nos está animando a tener más y más cosas. Las personas ricas aparecen como el referente del triunfo, del poder.

La elección de la carrera: 6 errores a evitar

Por LaFamilia.info
 

 

Un alto porcentaje de los jóvenes que abandonan la universidad o se cambian de programa, lo hacen porque no realizaron un proceso adecuado en la elección de su carrera. Es por eso que estos consejos serán de provecho para aquellos estudiantes que están a punto de dar este importante paso.

 

La elección de la profesión es una de las decisiones de mayor trascendencia en la vida de una persona, no obstante algunos jóvenes no se toman tan en serio este asunto o se basan en pensamientos erróneos que finalmente los llevan a abandonar las aulas o a trasladarse de carrera. Con relación a ello, la psicóloga Claudia Reyes, una de las autoras del libro “¿Des-orientados?”, asegura que la raíz del problema es que muchos jóvenes están decidiendo solos, basados en el desconocimiento y en ideas preconcebidas. “Escogen la carrera por el estatus, la plata, porque es `cool´, porque fue sugerida por terceros o a causa de la presión familiar”, explica en ElTiempo.com.

 

Vale aclarar que no hay nada de malo en hacer un alto en el camino para hallar lo que verdaderamente genera pasión, pues nada más agradable y satisfactorio que trabajar en lo que se disfruta, pero si se puede acertar en el primer chance, mucho mejor; se evitan frustraciones, pérdida de dinero y tiempo.

Para tomar esta importante decisión, hay que evitar algunos errores:

 

1. No conocerse a sí mismo


Antes de definir el futuro profesional, es preciso conocerse a fondo para tener claridad de las debilidades, fortalezas, gustos, expectativas, como también lo que definitivamente no es del agrado personal. Los test de orientación vocacional pueden ayudar a lograr este objetivo.

 

2. No considerar las habilidades que requiere cada carrera


Ciertas profesiones requieren de un perfil determinado que usualmente no es tomado en cuenta por los estudiantes a la hora de hacer su elección. “Al tomar opciones fuera de sus capacidades, los estudiantes ingresan a programas de moda o que creen que les agradan, pero que no calzan con su perfil. Es óptimo que busquen una plataforma de formación que calce con su capacidad”, manifiesta la sicóloga Paz Vial en el diario La Tercera.

Así pues el conocimiento propio servirá para armonizar los intereses con las aptitudes y de esta manera ubicarse en un escenario real.

 

3. Pensar que la carrera es sólo la actividad profesional


La elección equivocada de la carrera desencadenará en un profesional que se revela continuamente contra su destino o que se resigna ante él. Esto influenciará en su felicidad proyectando así frustración e inconformidad. En definitiva, la profesión no determina únicamente el campo de acción laboral, es mucho más que eso, es un proyecto de vida que abarca diversos aspectos de la persona y trasciende en ella.

 

4. Elegir sin suficiente información


Para tomar una decisión, cualquiera que sea, es necesario informarse primero. Hay que investigar directamente en las fuentes: visitar las universidades, conocer los profesores, los estudiantes y conversar con los futuros colegas. Los estudiantes deben conocer el pensum de las carreras que les atraen, así como las posibilidades de aplicación y la proyección. Es la única forma de apartarse de los rumores e ideas que desenfocan la realidad de las mismas. Hay que tener en cuenta que, aunque van a sobrar las opiniones y consejos, éstos deben ayudar a formar el propio criterio.

 

5. No tomarse el tiempo para elegir


Determinar algo tan serio de un día para otro, es poco sensato. Esta es una decisión que debe comenzar a procesarse uno o dos años antes de culminar la educación escolar e ir madurando las opciones a medida que pasan los días, para finalmente dar el veredicto final. Como ejercicio, el estudiante puede pensar en las asignaturas que mayor pasión le generan y en las que mejores resultados obtuvo; las que concuerden en ambos grupos pueden ser pistas para inclinarse hacia uno u otro lado.

Claro está que si el joven, al culminar su etapa escolar no tiene clara su elección, vale la pena tomarse un semestre y analizarlo con detenimiento, de tal forma que la elección sea la correcta desde un principio. En ese periodo podrá perfeccionar un idioma, tomar cursos, entre otros.

 

6. Elegir la carrera por presiones externas


Escoger una carrera por seguir con una tradición familiar, por los deseos de los padres, o por otro tipo de presiones; es de entrada, un paso en falso. El estudiante es el único protagonista de esta historia, la decisión debe partir de su convicción.

 

 

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Millennials: la generación que quiere ‘vivir la vida’

Por LaFamilia.info
26.05.2014
 

 

Son relajados, si por ellos fuera trabajarían de jeans y de forma remota -por chat y correo electrónico-, quieren esforzarse menos y ´vivir más´; así son los “Millennials”.

 

La Generación del Milenio, también conocida como“Y”, son los jóvenes menores de 30 años quienes se caracterizan por ser apasionados, creativos, amantes de la tecnología; pero al mismo tiempo son cómodos, narcisistas y laxos.

 

Aunque es difícil “encasillar” a un grupo, es indudable que las condiciones sociales, culturales, económicas y políticas que se viven en un periodo de tiempo, influyen directamente en las personas, de ahí que existan las denominadas: “tradicionalistas” (nacidos antes de 1945), “baby boomers” (1946 – 1965), “generación X” (1966 – 1983), “generación Y o millennials” (1984 – 1995) y los nacidos a finales del siglo pasado y comienzos del 2000 que aún no tienen nombre definido, pero que algunos ya le llaman generación “net” o “nativos digitales”. Esta vez hablaremos de la Y.

 

¿Cómo son los “Millennials”?

 

Nacieron en plena era de la información y han crecido junto a ella, de ahí que su personalidad, valores y comportamiento estén determinados, en gran parte, por la tecnología. Se expresan a través de las redes sociales, en estas comparten lo que son, lo que les gusta, no tienen problema en contar su vida por estos medios.

Mientras que los “boomers” optan por las relaciones cara-cara y trabajar en las oficinas, los “millennials” prefieren el correo electrónico, las video conferencias, los chats y trabajar desde cualquier lugar. Por añadidura, poco les agradan las reglas, los horarios, las condiciones estrictas; si por ellos fuera, trabajarían en ropa informal.

 

Quieren ‘vivir la vida’, disfrutarla, y no vivir como lo hicieron sus padres, quienes trabajaban solo para ganar dinero y obtener un buen puesto en una empresa, así lo asegura un estudio realizado por la agencia mundial OMD[1]. De hecho, la elección de carrera no está basada en el salario sino en el estilo de vida que les ofrece, según Pew Research[1].

 

A diferencia de otras generaciones, estos jóvenes valoran más las experiencias que los títulos universitarios, les apasiona viajar, conocer el mundo, adentrarse en otras culturas. Tienen una mentalidad más abierta, para ellos no hay diferencias de sexo, raza, credo, posición social ni económica. Han establecido nuevos hábitos de consumo; compran por internet o por lo menos basan su decisión a partir de la información que toman de la web.

 

Son listos y capaces, pero buscan un estilo de vida relajado, sin muchas responsabilidades. Un estudio de la Universidad de Clark realizado entre jóvenes de 17 a 29 años, los declara “fieles a sus convicciones, vagos y poco independizados: la mayoría vive con sus padres”[2].

 

No obstante, cuando llegan a cierta edad, su filosofía de vida les puede causar dificultades, puesto que tarde o temprano deberán tomar las “riendas de su vida”, trabajar por su futuro y asumir los compromisos de toda persona adulta. Así lo comprueba una encuesta de Telefónica, la cual arrojó que “el 61% de los millennials en América Latina afirma tener dificultades para adaptarse al ambiente universitario y laboral”[3].

 

Por otra parte, la generación Y tiene cosas muy positivas que hay que aprovechar: son ingeniosos, creativos y no son esclavos del dinero y el poder.

 

Consejos para los padres de los “Millennials”

 

La revista Time definió a la generación under 30, “como un grupo de narcisistas empedernidos”, pues creen que merecen las cosas sin ganarlas. Aunque las condiciones de cada generación tienen una cierta influencia, la educación en el hogar sigue siendo la protagonista de la formación humana.

 

Por esta razón, los padres de la Generación del Milenio, deben educar a sus hijos en el valor del esfuerzo, evitar malcriarlos, dejar que asuman responsabilidades, que se ganen las cosas, que tengan autonomía, y para eso son necesarios los límites y las normas. Recordemos que cuando los padres acostumbran a los hijos a hacerles todo, los hijos se acostumbran a no hacer nada…

 

Como solemos aconsejar en nuestros artículos, la educación en dichos valores, debe comenzar en las primeras edades, de manera que sea un proceso que se cultive hasta llegar a la juventud.

 

Fuentes consultadas

[1] ABC.es “Millennials: La generación malcriada que quiere cambiar al mundo”

[2] Infobae.com “Millennials: la generación yo yo yo”

[3] Forbes.com.mx “Millennials, ¿los próximos líderes en tu oficina?”