La preocupación de los padres por el impacto del uso temprano de teléfonos móviles en la salud mental de sus hijos está creciendo. En el Reino Unido, un grupo de padres ha decidido tomar medidas al respecto.
Daisy Greenwell, madre de tres hijos, se alarmó cuando descubrió que un gran número de niños de 11 años, incluido su propio hijo, ya tenían smartphones. Esta revelación la llevó a reflexionar sobre los posibles efectos negativos en la salud mental de los niños.
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Junto con su amiga Clare Reynolds, decidieron iniciar una campaña llamada «Padres unidos por una infancia libre de celulares», después de recibir una abrumadora respuesta de otros padres preocupados en las redes sociales.
El ministro británico de Educación, Damian Hinds, ha reconocido que casi todos los estudiantes tienen teléfonos móviles a los 11 o 12 años, describiendo este fenómeno como un «rito de iniciación».
La preocupación de Greenwell se vio reforzada por un estudio que encontró una correlación entre el uso temprano de teléfonos móviles y problemas de salud mental más adelante en la vida.
Generación ansiosa
Estas preocupaciones están plasmadas en el libro del psicólogo estadounidense Jonathan Haidt, que publicó hace poco en Reino Unido ‘The Anxious Generation’ (‘La generación ansiosa’).
En él, Haidt sostiene que hubo una «completa transformación de la infancia» entre 2010 y 2015, con el despegue de los teléfonos inteligentes, lo que provocó una «gran remodelación de la infancia».
Haidt relaciona el auge de las enfermedades mentales entre los jóvenes con la omnipresencia de los celulares, la supervisión continua por parte de los adultos y la pérdida de cierta libertad en el juego.
«Las cosas iban cada vez mejor en materia de salud mental y luego todo empeoró en 2013. (…) Tenemos que eliminar los smartphones de la vida de los niños», afirma el psicólogo.
Él preconiza que se prohíba el uso de móviles antes de los 14 años y de las redes sociales antes de los 16.
Y lo más importante, dice, es que los padres deben actuar juntos para evitar ceder cuando un niño nos dice que es el único de sus compañeros sin móvil.
«Estas cosas son difíciles de hacer solos. Pero si lo hacemos todos juntos, entonces será mucho más fácil para nuestros hijos», estimó.
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*Con información de laopinion.com.co