Tips para vivir el amor a nosotros mismos

Con naturalidad hemos de enfrentarnos al juicio de nosotros mismos, buscando las fortalezas, para ser afianzadas, y las dificultades, para ser superadas. Pero con frecuencia dejamos de lado la verdadera importancia que reviste el conocimiento de nuestra propia persona y de su proyección frente a la resolución de situaciones y del actuar ante las diversas circunstancias de la vida.

Repetidamente somos muy duros con nosotros mismos y nos cuesta mucho trabajo el reconocimiento de los propios baluartes. Es fácil identificar lo negativo, los aspectos por mejorar, los errores y los sinsabores; bien complicado el nombrar los aciertos, los progresos, lo positivo y lo de resaltar (tanto en nosotros como en los demás). Sin duda alguna, si nosotros mismos no nos valoramos, difícilmente nos valorarán los demás.

Basándonos en la premisa anterior, es muy complicado el vernos a nosotros mismos cuando el amor propio está deteriorado. El hecho de reconocernos como personas importantes, especiales e irrepetibles nos hará siempre considerarnos como la esencia misma de la vida, como lo más importante en la trascendencia y en el proyecto personal trazado, ya que somos los protagonistas principales.

Evidentemente no hay trayectoria feliz si nos desconocemos a nosotros mismos. ¿Quién manejará la barca si ni nosotros mismos nos conocemos? ¿Si desconocemos el rumbo a seguir? ¿Si navegamos sin un horizonte? Somos los responsables de nuestra propia realidad y de la que día a día construimos, con el trabajo diario, con el compromiso con nosotros mismos, el reconocimiento de lo que podemos llegar a lograr, del alcance de nuestros actos, y por qué no, de las consecuencias al omitir acciones o el de realizarlas sin ningún sentido.

Por ello, en el camino emprendido, es inadmisible el hecho de atentar contra nosotros mismos y es muy común ver estas reacciones, estas maneras de actuar y de vivir cotidianamente. Nos dejamos llevar por las malas costumbres, aprehendidas muchas veces, desde el ejemplo del hogar o de la sociedad misma; o por relativizar todo lo que nos rodea, de acomodar las leyes de acuerdo a las conveniencias de la moda o del momento, como por ejemplo, entre otras vicisitudes, consumir alimentos de manera excesiva solo por saciar el ansia del placer; ingerimos bebidas alcohólicas solo por cumplir con un rol social sin importarnos el hecho de conducir un vehículo; seguimos e imitamos modas, ideas, pensamientos y costumbres de otros, sin reflexionar si están acordes a nuestros principios y dignidad. Repetimos conductas observadas así estemos conscientes de que nos hacen daño. Somos seres difíciles de comprender en el pensar, el actuar y el sentir. Sólo emprendemos la marcha, muchas veces, sin pensar en las consecuencias de nuestros actos.

Influenciadores de Vida

Entonces, cómo podemos exigir comprensión, responsabilidad y justicia para con nosotros mismos, si realmente no lo estamos aplicando en nuestras vidas. La coherencia o unidad de vida nos hace partícipes de ser co-constructores de la realidad con credibilidad y prestigio. Si hacemos vida el pensar, el sentir y el actuar, vamos a centrarnos en una conexión verídica y certera de quiénes somos y cómo nos mostramos ante el mundo. Lograremos tal vínculo que seremos una influencia positiva para los demás, no los mal llamados “influencers” en redes sociales que se desean seguir por situaciones ajenas a la que realmente interesa en el ámbito formativo. Tener unidad de vida significará entonces (sin buscarlo), convertirnos en influenciadores de vida, en ser autoridad para guiar a los demás por medio del buen ejemplo; porque hemos construido una reputación ganada con la experiencia, la sabiduría, la interiorización de virtudes. Pero todo ello se hará realidad, al conocernos a nosotros mismos como base para la consolidación de metas claras en la vida.

Para el camino de amarnos a nosotros mismos será muy importante también el amor a los demás. Valorar a las personas que están a nuestro alrededor con sus aciertos y desaciertos, teniendo claro que somos seres perfectibles y primero que todo, amados por Dios, será una ruta a seguir en nuestras vidas. Si Él en su misericordia, en su grandeza, se sacrificó por nosotros y nos amó, qué podemos dejar para nosotros que debemos seguir sus pasos y convertirnos en otros Cristos. “Te ha costado mucho ir apartando y olvidando las preocupacioncillas tuyas, tus ilusiones personales: pobres y pocas, pero arraigadas. –A cambio, ahora estás bien seguro de que tu ilusión y tu ocupación son tus hermanos, y sólo ellos, porque en el prójimo has aprendido a descubrir a Jesucristo”. (San Josemaría Escrivá de Balaguer. Surco, 765)

Las AAA del amor a nosotros mismos

Entonces, al interiorizar el amor propio se inicia el engranaje de una creación perfecta llamada persona humana; este es el primer eslabón en la cadena del fortalecimiento de nuestros actos porque si nos amamos seguramente vamos a amar; si nos respetamos, probablemente respetaremos.

Un segundo aspecto a tener en cuenta es la aceptación la cual consiste en sentir admiración personal, reconociéndonos como personas únicas y especiales, estimando cada paso avanzado, así nos equivoquemos o debamos mejorar.

Y, por último, pero no menos importante, la autoestima, actitud indispensable para tener un escudo impenetrable en el mundo actual donde es muy fácil herir o sentirse heridos. La autoestima está unida también a procurar entablar relaciones sanas basadas en el respeto mutuo.

Podríamos decir que estas tres palabras están intrínsecamente unidas, pero es necesario marcar una pauta para cada una.

Tips para vivir el amor a nosotros mismos

1. Conocerse: cualidades, habilidades, destrezas, gustos, hobbies, motivaciones.

2. Agradecer a Dios los dones recibidos.

3. Darse a conocer: sirviendo a los demás a través de la práctica de las habilidades y destrezas.

4. Potencializar los dones y desarrollar nuevos talentos.

5. Cuidarse a sí mismo practicando hábitos saludables: sana alimentación, deportes, recreación.

6. Disfrutar del tiempo en familia compartiendo actividades cotidianas: ver película, cocinar, juegos de mesa, oración, etc.

7. Hacer oración diaria, lectura espiritual y reflexión de aspectos por mejorar.

8. Sonreír, saludar y valorar detalles de los demás.

9. Cantar o escuchar música preferida.

10. Acicalarse o embellecerse. No sólo para los demás. Para sentirnos a gusto y radiantes.

¿Qué otros tips podemos practicar para seguir fortaleciendo el amor a nosotros mismos? Escríbelos en los comentarios.

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Vivian Forero Besil

Especialista en Pedagogía e Investigación en el aula, Licenciada en Educación Básica y especialista en Gerencia de Instituciones Educativas. Con amplia experiencia en docencia. Felizmente casada y madre de un hermoso niño. vivian_forero@hotmail.com


 

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