Juan Camilo Díaz Bohorquez
Comunicador Social y Periodista
jcdiazbohorquez@gmail.com
Twitter: @jcdiazbohorquez
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En ocasiones es necesario decir las cosas como son, sin tanto adorno y maquillaje. Muchos padres de familia no entendemos el rol que tenemos. Llegamos a pensar que tener hijos es educarlos con regaños, castigos, negación de permisos y amenazas con el dedo arriba, diciéndoles “que la próxima vez ya verán…”
Pero no es así. Ser papá o mamá lleva una responsabilidad enorme, de unas proporciones inimaginables, consecuentes con el inmenso voto de confianza del Altísimo al poner bajo nuestro cuidado a seres hermosos y únicos.
Y una de las mayores responsabilidades es educar con el ejemplo. Y es eso precisamente lo que falla en nuestra tarea de ser padres de familia. Por eso, a manera de reflexión y autodiagnóstico, respetuosamente planteo una serie de preguntas sobre temas del diario vivir que posiblemente nos lleven a replantearnos lo que hacemos y cómo queremos que nos vean nuestros hijos y lo que esperamos de ellos:
1. ¿Cuándo conduzco soy paciente y respetuoso de las normas? ¿O es normal ser agresivo, no respetar las normas, cerrar al otro, impedir el paso o estacionarme en donde es prohibido?
2. ¿En un semáforo, cuando alguien se me acerca a pedirme una ayuda o a limpiar el vidrio del auto, por lo menos miro a esa persona a los ojos respetuoso de la dignidad de la persona humana sin importar su condición social y económica?
3. ¿Cuándo estoy en un restaurantedeposito la basura en su lugar? ¿Levanto la bandeja y recojo la basura? ¿Soy respetuoso (por favor, gracias…) con quienes me atienden?
4. ¿Si tengo alguna queja por la comida o la atención la hago de manera respetuosa o lo hago a los gritos y groseramente bajo el precepto de que “el cliente siempre tiene la razón?
5. ¿Si estoy en misa llego a tiempo, guardo silencio y apago el móvil? ¿O llego apurado, atiendo llamadas, contesto mensajes y antes de terminar ya estoy en la puerta del parqueadero saliendo raudo y veloz?
6. ¿En cine o teatro respeto la fila, me ubico en la silla que me corresponde y no subo los pies incomodando a otras personas?
7. ¿Suelo escupir en la calle?
8. ¿Recojo los desechos de mi mascota o las dejo “porque para eso pago impuestos»?
9. ¿En el transporte público soy respetuoso de los paraderos? ¿Si veo a un adulto mayor, a una mujer embarazada o a un niño le cedo el puesto o “repentinamente caigo en un sueño profundo”?
10. ¿En casa de la abuela, cuando nos invita a almorzar, ayudo a levantar la vajilla sucia y le colaboro lavándola o simplemente observo como ella hace todo a pesar de su edad?
11. ¿Hago trampitas con el cambio al pagar algo? ¿Si el tendero se equivocó le alerto para que no pierda dinero o simplemente pienso “quién lo manda a no fijarse”?
12. __________________________________________________________
Dejo la número 12 vacía para que usted la llene con su propia reflexión. Qué bueno que entendamos que somos vitales en el proceso de formación de las nuevas generaciones, del futuro.
Finalmente, no deje de ver el video sobre la educación en valores. ¿A veces somos así?
{module Hijo de tigre}
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