Por Juan Camilo Díaz / Blogs LaFamilia.info – 13.02.2017
¿Tiene pensado realizar sexting? Antes de hacerlo es mejor que tenga en cuenta estas razones para no hacerlo.
Sexting es un término que sale de la combinación de “sex” (sexo) y “texting” (mensaje). Se define como el intercambio entre personas, adultos y niños, de imágenes sexualmente sugestivas o de simples desnudos por medios de los celulares. El ejemplo más claro es que una jovencita le envía a su novio, otro jovencito, una foto desnuda como “prueba de amor”. Y él decide compartirla con dos amigos que a su vez se la remiten a otros amigos. En definitiva: la foto de esta niña, que puede ser su hija, se encuentra almacenada en los celulares de otros niños, muchos de ellos desconocidos para ella. Y lo peor puede pasar cuando al menos uno de ellos decide subir la foto a la Internet…
Según la iniciativa Netsmartz, un estudio de la Pew Internet & American Life Project indica que 1 de cada 6 adolescentes, entre los 12 y 17 años, con celular, ha recibido un imagen o video sexualmente sugestivo de alguien que conocen. Según la misma organización, se debe tener en cuenta que el Sexting NO incluye cuando un niño le envía imágenes de contenido sexual a un adulto, mayor de edad que es un predador en la web, un criminal, asunto que debe ser denunciado ante las autoridades de forma inmediata.
Comparto unas razones por las cuales NO se debe hacer sexting.
Razones para no hacer sexting
1. En manos de otro (¡O de otros!). Cuando se envía una imagen a otra persona, significa que ahora se depende de ella. En otras palabras, esa persona puede tomar decisiones sobre la imagen. ¿Usted correría el riesgo?
2. Ser desconfiado. Como el uso de esa imagen depende de alguien que no es usted, ¿esa persona es confiable? ¿Es seguro, 100%, que la foto jamás será usada para otros fines?
3. Se pierde el control. Una característica de la información digital es que una vez se comparte se pierde el control de dicha información. El que la tenga la puede compartir, otros hacer lo mismo, copiarlas, guardarlas, etc.; esto hace que la información sea prácticamente imborrable y quedará como huella digital de su vida para siempre.
4. Puede ser un delito. Si el tema no fuera serio, no existiría legislación al respecto. Cuando las imágenes almacenadas y/o compartidas son de un menor de 18 años, se puede incurrir en el delito de producción, almacenamiento y/o distribución de pornografía infantil.
5. Extorsión. En muchos casos, cuando alguien tiene la imagen, hace sextorsión. O puede suceder porque cae en las manos equivocadas. ¿Para qué meternos en un problema tonto?
6. En la boca de todos. Miles de millones de personas en el mundo, cerca de 3.420 millones, según estudios de We Are Social, son usuarias de Internet. Hoy día se puede ser un desconocido en la red, pero una imagen puede cambiar todo para siempre.
7. Muchos riesgos. Del sexting podemos pasar al ciberacoso, a la sextorsión, al miedo, al terror, al drama.
8. Adiós reputación. Afectará su reputación. ¿Qué imagen quedará después de que una foto inapropiada, tan sola una, circule por Internet?
9. Autoestima. Si hay amor propio, el cuerpo y la intimidad se cuidan con celo.
10. Respeto. Nadie con buenos deseos, amor real y respeto, pediría una foto a otro desnudo. Piénselo bien antes de hacerlo.
La decisión está en sus manos, en su amor propio y en su autoestima. Si necesita exhibirse y correr los riesgos antes mencionados, con tal de que otro (a) lo apruebe, aquí el problema no es el otro, ni el celular, ni Internet. Es usted.
Por Juan Camilo Díaz para LaFamilia.info
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Juan Camilo Díaz
Esposo y padre de familia. Comunicador Social y Periodista. Magister en Educación con Énfasis en Desarrollo Humano y Valores. Diplomado en Familia. Profesor investigador del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana. Investigador, consultor y gestor de proyectos en Comunicación, Familia e infancia.
jcdiazbohorquez@gmail.com – Twitter: @jcdiazbohorquez
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