Juan Camilo Díaz Bohorquez
Comunicador Social y Periodista
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Twitter: @jcdiazbohorquez
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En este tiempo he estado pensando mucho en las recientes polémicas que se han suscitado alrededor del matrimonio, la familia y la vida. Y he pensado mucho porque es evidente que los ataques hacia los valores buscan erosionar los baluartes de nuestra sociedad para así destruir, generar zozobra, crear sombras sobre el futuro. Políticos, “intelectuales”, periodistas y muchos más hablan de lo divino y lo humano, sin responsabilidad, malintencionadamente, favoreciendo quien sabe qué.
Y cuando las cosas pareciera que no marchan nada bien, nada mejor que un abrazo o una palabra de aliento que de luz, abra los ojos, motive; palabras esperanzadoras, palabras que inspiren.
Entonces recordé la película “There be dragons” (Hallarás dragones) del realizador británico RolandJoffé (La Misión, La letra escarlata, Los gritos del silencio), por su historia, puesta en escena y música que realmente ambienta y nos pone a pensar a quienes creemos que “hay que ahogar el mal con abundancia de bien”.
Criticada por muchos al afirmar que es la respuesta del Opus Dei al Código da Vinci de Dan Brown y considerada en USA como una de las peores películas españolas estrenadas en ese país (pero bueno, pedirle a USA que nos diga qué es bueno y qué es malo si está muy difícil…), esta producción, ambientada en la Guerra Civil Española, nos narra la historia de Robert, un periodista que mantuvo una pésima relación con su padre. Robert se encuentra realizando una investigación sobre el pasado de uno de los amigos de su padre, Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, fallecido en 1975, encontrándose con impresionantes historias de vida.
La película hace hincapié en la relación entre estos dos amigos desde su infancia hasta que cada uno, por cosas del destino, toma su propio camino: uno de ellos el del odio, la guerra y el dolor, y el otro el de la santificación de la vida ordinaria.
El título de la película no es nada claro hasta que la vemos. Pero indagando encontré esto: “Con la palabra “dragones”” -dice el productor Ignacio Gómez Sancha- quiere referirse a todo lo que nos desconcierta y nos hace sufrir: la seguridad de la muerte, el dolor inesperado, la culpa propia, la traición del amigo, los sentimientos de celo o de envidia: ese tipo de situaciones con que todo ser humano se las tiene que ver antes o después, y que exigen una respuesta que no es posible eludir. No puedes evitar hallar dragones, viene a decir la película; lo que importa es cómo te enfrentas a ellos. La película explora las consecuencias de tus decisiones, y se pregunta si un error puede tener redención.”
Teniendo en cuenta todo esto, y frente a mal entendido concepto de modernidad que manejan deliberadamente algunos, he realizado un listado de algunos textos de la película que me parecieron muy interesantes, profundos y motivantes. Omitiré los nombres de los personajes que los enuncian porque me parece que cada una de esas palabras son parte del sentido de la película como un todo: el trasegar de los seres humanos por este mundo con múltiples “montañas por escalar, algunas de ellas muy dolorosas. Eso lo hace placentero al llegar al final”.
1. A: “Mamá: ¿odias a Dios?
B: No, lo amo…
A: ¿Lo odiarías cuando me lleve?”
2. “Solo un pequeño y ordinario grano. Pero con talento, paciencia, trabajo duro y amor, se pueden despertar los sabores divinos que encierra en su interior”.
3. “No todo el mundo tiene para dar lo divino. Y me pregunto ¿por qué será?”
4. “Mi padre tenía más dinero, más coches, más casas. Pero Josemaría tenía más padre…”
5. “En el corazón de un niño se plantan muchas semillas; nunca se sabe cuál crecerá”.
6. “Manolo: cuando las cosas se ponen feas, un hombre tiene un solo deber: elegir el bando ganador”.
7. A: “Eso no va a servir…Soy judío.
B: El amor de mi vida también es un judío.
A: Entonces, ¿no me dará la espalda cuando me presente ante Él verdad?
B: De lo que estoy seguro es que te quiere mucho”.
8. “Si, ya lo entiendo: todos y todo. Todos y todo para tu gloria, tus brazos abiertos a todos y cada uno…”
9. A: “Me parece bastante protestante que Dios pueda hallarse en las banalidades de la vida corriente fuera de las órdenes religiosas.
B: Si las hacemos con amor todas las tareas cotidianas sirven para darle gloria. Actos pequeños, pero habituales”.
10. A: “Dejé el seminario porque no tenía madera de cura”
B: Puede ser, pero no significa que no tengas madera de santo”.
11. “Creo que aún tienes montañas por escalar y eso será doloroso. Eso lo hace placentero al llegar al final”.
12. “Hay distintas maneras de medir el universo”.
Estoy seguro que al leerlas sintieron lo mismo que yo: calma, tranquilidad, motivación, esperanza y unas enormes ganas de seguir escalando montañas para llevar verdad y amor.
Y todo para tener siempre mejores familias en el mundo.
Blog: www.jcdiazbohorquez.wordpress.com
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