La adaptación a la nueva rutina escolar después del descanso, es un tema que preocupa a los padres pues significa volver a tomar la disciplina de la levantada temprano, el horario de tareas y actividades extracurriculares, etc.
A continuación presentamos algunos consejos prácticos sugeridos por la Revista Samborondón de Guayaquil, los cuales ayudarán a que la transición de regreso a clases y los primeros días escolares sean menos duros para niños y padres.
¡A la cama muy temprano!
Si durante estas vacaciones sus niños se han acostumbrado a trasnochar y dormir hasta tarde, gradualmente deben volver a los horarios normales. Tenga en cuenta que los chicos de 5 a 8 años necesitan mínimo 10 horas de sueño. La disciplina que imponen los padres respecto a la hora en que sus hijos deben acostarse y levantarse es muy importante, pues ayudará a desarrollar buenos hábitos a la hora de dormir, costumbre muy importante cuando empiezan las clases.
Poco a poco vuelva a la rutina
A pocos días del inicio de clases, acomode el horario de su hijo y asígnele actividades escolares. Por ejemplo, introdúzcalo en ejercicios de escritura y dibujo o lean juntos un cuento y conversen sobre los personajes del mismo. Es importante que se vaya acostumbrando al trabajo para que las actividades escolares no lo sorprendan.
Conozca al profesor
Si es la primera vez que su hijo asiste al colegio, llévelo a la escuela dos o tres días antes del “gran evento”, para que se familiarice con el lugar. Si usted conoce otros chicos que van a estar en su clase, propicie una relación de amistad previa para que se conozcan; ver caras conocidas ese primer día le hará bien. Tener contacto con el profesor algunos días antes también es importante, pues crea un vínculo entre maestro y alumno.
Minimice el ajetreo de las mañanas
Las primeras mañanas de clases suelen ser muy ajetreadas. La noche anterior deje listo el uniforme y todo preparado para el desayuno. De esta manera, todos se van a sentir mejor.
Designe un lugar para los deberes
Los niños deben tener un escritorio para que puedan concentrarse mejor.
Días malos, días buenos
La poca flexibilidad de la escuela es un problema para muchos niños. Espere algunas batallas del tipo de cuánto tiempo es el adecuado para la televisión por las tardes, cómo deben realizarse las tareas, etc. Si el conflicto se da, trate de resolverlo con su pequeño; motívelo a buscar soluciones a los problemas juntos.
Limite las actividades extracurriculares
No “apriete” el horario de su hijo con muchas actividades extracurriculares antes de saber cómo le irá en la escuela. Si usted cree que podrá manejar otras actividades, siempre podrá añadirlas a su horario.
Momentos para relajarse
Ayude a su hijo a relajarse durante las primeras semanas de clases. Los niños en los primeros grados necesitan mayor ayuda para adecuarse a la nueva estructura escolar. Y usted debe estar presente en el proceso.
Siempre aprendiendo
El aprendizaje debe ser parte de su vida diaria. Si va al supermercado, aproveche para probar las matemáticas de su hijo; deje que su pequeño lea los letreros mientras van de paseo… Lo importante es hacerle ver que todo lo que aprende en la escuela puede aplicarlo en lo cotidiano.
Celebre con “bombos y platillos” el primer día de clases
Una vez que regrese de ese primer día de clases, pregúntele cómo le fue, qué hizo, qué aprendió… Esto cumple con varias funciones: la primera es que da al niño la oportunidad de expresar lo que siente y sentirse importante ante los padres. Por lo mismo, celébrelo. La segunda es que usted podrá determinar si existe algún problema que amerite una solución inmediata. Surge buen efecto invitar a casa a los nuevos compañeros y sus mamás.