Por Daniel Danta – 16.10.2020
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¿Sabías que utilizar las pantallas antes de dormir tiene efectos negativos para la salud?
Una de las principales dificultades que nos estamos encontrando con los adolescentes a nivel académico es el bajo rendimiento que presentan durante las primeras horas de clase, ya que muchos se quedan dormidos o están en “modo avión”. Este fenómeno viene generado por el uso del móvil hasta altas horas de la noche, manteniendo conversaciones por WhatsApp, consumiendo pornografía, reproduciendo vídeos de YouTube y TiK-Tok o jugando a videojuegos de moda como “Fornite” o “Among us”.
Este fenómeno que está bastante extendido entre muchos de los adolescentes se denomina “vamping” porque hace alusión a la nocturnidad. El uso de las pantallas antes del descanso libera en el cerebro de nuestros hijos adolescentes una gran cantidad de dopamina, que lo estimula debido a los inputs que recibe, de ahí que no puedan conciliar el sueño.
Esto genera un problema, no solo supone un bajo rendimiento académico, sino que puede derivar en distintas adicciones, en un trastorno del sueño e incluso en un cansancio extremo. Todo ello se puede presentar en el adolescente como un estado permanente de ira y desmotivación cuando han de desenvolverse fuera de las pantallas.
La etapa de la adolescencia se caracteriza por una intensa búsqueda de la identidad, falta de autoestima y una gran inestabilidad emocional. Y es en el entorno de las pantallas donde el adolescente erróneamente encuentra refugio, puesto que no se exponen directamente ante las muchas dudas y cuestiones que le surgen en su madurez.
Como terapia familiar a la hora de educar a nuestros hijos en esta cuestión, los padres hemos de dar ejemplo con el uso de las tecnologías ya que, en ocasiones, cuando venimos de trabajar seguimos conectados al móvil. Debemos mejorar la comunicación padres-hijos buscando el mejor momento para ello. Se ha de pactar unas reglas, trazar un horario de uso (apagando el wifi durante el descanso) y proponer un lugar de uso que sea de paso como el salón. Sólo así crearemos un entorno seguro y apropiado para un buen uso de las tecnologías.
*Por Daniel Danta. Especialista en asesoramiento en la adolescencia. Publicado en ufnmedical.es