Empantallados.com – 26.04.2019
Según Healthy Children, que pertenece a la Academia Estadounidense de Pediatría, los retos virales triunfan entre los más jóvenes porque el cerebro adolescente todavía está en desarrollo, algo que les hace ser más impulsivos provocando que actúen sin pensar las consecuencias.
Además, aseguran que las redes sociales premian las actitudes escandalosas, y que la dictadura del like obliga a los jóvenes a actuar así para sentirse aceptados por los demás sin pensar en el peligro que puede ocasionar para sus vidas.
El proceso de un challenge es bien sencillo. Lo graban con el móvil, lo suben a las redes sociales y esperan a tener más likes que el resto de sus amigos. Es importante hablar con ellos, hacerles entender los riesgos que conllevan, lo absurdo que es someterse a un challenge peligroso, y hacerles conscientes de que no necesitan likes para ser «cool».
Últimos retos virales
Tide Pot challenge: adolescentes de todo el mundo comenzaron a ingerir cápsulas de detergente. La mayoría de ellos tuvo convulsiones, edema pulmonar e incluso llegaron a entrar en coma. Ante el riesgo evidente, Facebook, Instagram y YouTube se pusieron de acuerdo para censurar todos esos videos, pero lo cierto es que aún hay bastantes circulando por la red.
Roundabout to death: para este challenge se necesita una moto y una rueda giratoria de columpio. Una combinación “perfecta” para adolescentes. Aunque es cierto que estas son más típicas de EEUU, en los parques infantiles de España también las puedes encontrar. Algo que nos hace pensar que esta tendencia se podría replicar aquí. El reto consiste en sentarse en el interior de la rueda giratoria y hacerla girar a una velocidad extrema gracias a la fuerza del motor que propulsa la rueda de la moto. Muchos adolescentes ya han pasado por el hospital después de hacerlo.
Hot water challenge: se arroja agua ardiendo a una persona que esté totalmente desprevenida. Un joven de 15 años resultó herido gravemente cuando su amigo le lanzó agua hirviendo mientras dormía. De locos.
Flaming cactus challenge: el proceso es sencillo y absurdo. Se trata de comerse un cactus en llamas. A la vez puedes beber cerveza para evitar el sabor y sobre todo quemarse.
Bird Box challenge: el nombre es tomado de la película de Netflix Bird Box, en la cual sus protagonistas van con los ojos vendados todo el rato. Los participantes del challenge se los tapan y hacen todo tipo de cosas cotidianas, como por ejemplo, conducir, jugar al fútbol, cocinar… Por supuesto que en la mayoría de las veces esto acaba mal. Netflix ya ha advertido a la gente de que no lo haga.
Carbon challenge: los usuarios meten su cabeza en una bolsa llena de carbón y la agitan durante varios segundos mientras aguantan la respiración. Para que sea válido al sacar la cabeza, el rostro debe quedar completamente negro. No hace falta decir que inhalar carbón produce consecuencias muy graves para las vías respiratorias.
Momo challenge: Un reto que ya se había hecho viral anteriormente, vuelve a ser uno de los más practicados. Consiste en llamar a Momo, un personaje ficticio de terror, que te dará unas pautas violentas que has de cumplir y que culminarán en una orden de suicidio.
Los challenges también pueden ser positivos, como en el caso del Ice Bucket Challenge. Lo más importante en este contexto es saber transmitir a los hijos que el reconocimiento externo y la popularidad nunca pueden ser motivos suficientes para olvidar el sentido común.
Ayúdales a tener más autoestima y personalidad para que cambien su mundo más cercano. ¿Por qué no sustituimos los challenges negativos por propuestas virales que cambien el mundo?
*Publicado originalmente por Empantallados.com